Fundación “la Caixa”

Un programa que trabaja los síntomas del párkinson antes de que den la cara

Casi 150 pontevedreses participan en este proyecto, que aúna terapia física y mental

Usuarios de la Asociación Párkinson Provincia de Pontevedra, durante una sesión grupal. // FdV

Usuarios de la Asociación Párkinson Provincia de Pontevedra, durante una sesión grupal. // FdV / redacción

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No todos los casos de párkinson son iguales, por lo que las terapias que precisan los pacientes, tampoco. Esta es la base en la que se sustenta el Programa Individual de Actuación (PIA) de la Asociación Párkinson Provincia de Pontevedra, un proyecto que aborda de forma integral el desarrollo de la atención a los afectados por este trastorno neurodegenerativo y a sus familiares, mediante técnicas y terapias tanto individuales como grupales. Un total de 144 personas de toda la provincia, de 47 a 89 años, son beneficiarios de este proyecto, que cuenta con la colaboración de la Fundación “la Caixa”.

“Es un trabajo centrado en la persona, por lo que se diseña en base a las necesidades de cada usuario y del momento de la enfermedad de cada usuario”, explica Begoña Cerquieiro, presidenta de la Asociación Parkinson Provincia de Pontevedra, que el próximo mes de diciembre cumplirá veinte años.

El primer paso del PIA es realizar una entrevista inicial y una valoración del usuario por parte de los distintos profesionales de la asociación. A partir de ahí, se define la línea de trabajo que se va a seguir con cada paciente, según su necesidades y también sus preferencias y disponibilidad: número de sesiones semanales, terapias imprescindibles –logopedia, fisioterapia, apoyo psicológico y terapia cognitiva–, terapia familiar, talleres de formación tanto para afectados como para familiares, así como situaciones de emergencia y derivaciones.

“Se intenta que el programa diseñado para el usuario tenga actividades físicas y mentales todos los días. Mantenerse activo es vital para la persona que tiene párkinson. El ejercicio físico mejora aspectos motores como la marcha, equilibrio, rigidez y la movilidad, pero también no motores, como el estado de ánimo y la motivación, y los ejercicios mentales ayudan a mantener las capacidades cognitivas”, explica.

Este programa personalizado pretende anticiparse a los signos del párkinson. “Es muy importante trabajar los síntomas antes de que aparezcan. Es la mejor forma que tenemos para prevenir la dependencia del usuario. Por ejemplo, trabajar la forma de caminar sin arrastre de pies cuando aún no los arrastro, porque cuando los arrastro ya es muy difícil corregirlo”, explica.

Cerqueiro asegura que aún persisten prejuicios alrededor del párkinson, como que es una enfermedad exclusiva de personas mayores. Por ello, a los pacientes jóvenes les cuesta hacer pública la enfermedad y participar en terapias que pueden ayudar a ralentizar la aparición de los síntomas.