Amparo Alonso: “Europa apuesta por una inteligencia artificial más ética”

“China tiene interés por monitorizar a la población y Estados Unidos defiende a sus empresas tecnológicas”, dijo en Club FARO la catedrática experta

Ángel Guerra y Amparo Alonso. |    // RICARDO GROBAS

Ángel Guerra y Amparo Alonso. | // RICARDO GROBAS / Ana Rodríguez

“Europa apuesta por una Inteligencia Artificial más ética, al servicio de las personas, respetuosa con los derechos humanos y sostenible. China, que en 2030, pretende convertirse en líder de la IA con la financiación y dirección del gobierno, tiene interés en monitorizar a la población; y Estados Unidos defiende a sus empresas tecnológicas”. Así lo manifestaba ayer en Club FARO la experta en IA para la Comisión Europea Amparo Alonso Betanzos al referirse a los modelos que defienden cada uno de los tres grandes polos de este ámbito.

La catedrática de Ciencias de la Computación de la Universidad de A Coruña, que fue presentada por Ángel Guerra Sierra, presidente de la Asociación Galega de Bioética, realizó en su ponencia, titulada “Inteligencia Artificial y ética; en la intersección entre la tecnología y la humanidad” , un recorrido por la IA, su evolución, las implicaciones que de su desarrollo en la sociedad y sus efectos éticos.

“La IA es una revolución probablemente al mismo nivel que la máquina de vapor, la aviación o la electricidad”, afirmó explicando que es una disciplina nacida en 1956 cuya gran disrupción se produjo en 2099 cuando una aplicación consigue vencer al campeón de go, un juego “más complicado que el ajedrez”, en más de cien partidas. La aparición de nuevos modelos matemáticos, el abaratamiento de la computación en nube y la sencillez para procesar datos digitales ha supuesto el gran avance en la última década, en la que todos estamos conectados y usamos aplicaciones que te recomiendan dónde comer o cómo llegar a una calle, explicó. Esos programas “han cambiado el modo en que nos comportamos como sociedad” y también han supuesto avances en campos tan diversos como la medicina, la educación, o la sostenibilidad del planeta, expuso mostrando ejemplos de avances en esos ámbitos.

Mostrando en una proyección un ránking de empresas con mayor valor en bolsa a nivel mundial, Amparo Alonso señaló que las diez primeras son tecnológicas americanas y que por debajo de esos puesto se encuentran algunas chinas. “Esto va a traer la automatización de ciertas tareas, en España se prevé que en 2030 afecte al 34% de tareas y que haya trabajos que desaparezcan, pero ninguna evolución ha hecho que este mundo fuese peor”, reflexionó. “Cada vez tendremos que trabajar con más máquinas, pero detrás siempre va a haber un ser humano responsable del sistema”, dijo en tono tranquilizador.

El crecimiento de la demanda de profesionales con perfil tecnológico y el dato de 120.000 puestos de trabajo de esos perfiles vacantes en España en 2022 sirvió a Alonso para lamentarse de que “España es uno de los países de la UE con menos estudiantes interesados en seguir carreras STEM (tecnologías, ingenierías, matemáticas e informática) y ningún país europeo, excepto Rusia, está en la lista de más vocaciones STEM”, manifestó, al tiempo que incidió en los bajos porcentajes de mujeres que estudian esas carreras. Por eso apostó por transmitir ese interés a las niñas desde la educación primaria. “No estamos llegando a la mitad del talento y eso tiene costes”, sentenció. Para las enseñanzas universitarias, defendió la interdisciplinariedad, flexibilidad, responsabilidad ética y formación para la vida.

Tras hablar de la huella de carbono que deja la IA, apostó por una IA “más verde”. Luego citó como efectos éticos del tratamiento de datos en masa, de los que deberán ocuparse agencias europeas de supervisión de la IA, como la AESIA de A Coruña, la ruptura de la privacidad, el tratamiento injusto de individuos o grupos, la perpetuación de los prejuicios, la influencia en el estado de opinión, el desvelo de la identidad, la vigilancia exhaustiva, la discriminación de precios y oportunidades y el derecho a ser olvidado o redimirse.

Una científica de referencia a nivel europeo

Amparo Alonso Betanzos (Vigo, 1961) es una de las mayores expertas de España en Inteligencia Artificial. Esta ingeniera química y doctora en Física viguesa fue pionera en el desarrollo de proyectos de inteligencia artificial en Galicia cuando ni siquiera la disciplina tenía este nombre. Formó parte del pequeño grupo de doctores que conformaron en el año 90 del pasado siglo la primera Facultad de Ingeniería Informática en Galicia, en A Coruña, donde es catedrática de Ciencias de la Computación y ha trabajado en la candidatura para que la ciudad herculina fuera sede de la Agencia Española de Supervisión de IA, resultando elegida en diciembre pasado. Fue la primera mujer en presidir la Asociación Española para la Inteligencia Artificial y es experta de referencia en la Comisión Europea. Su primer contacto con la inteligencia artificial se produjo al abordar su tesina, postulándose para un grupo de la Universidad de Santiago (USC) que desarrollaba un pionero programa de monitorización de fetos y buscaba un estudiante interesado en realizar su proyecto fin de grado en un tema de informática médica. Durante la elaboración de ese estudio, le surgió la oportunidad de realizar un par de estancias en un centro médico de Georgia (EE UU) referente en temas de obstetricia, donde le ofrecieron trabajo y aprovechó para realizar una beca postdoctorado. Durante su trayectoria ha desarrollado numerosos proyectos de investigación y ha puesto en marcha el grupo LIDIA, con el que se impulsan líneas de trabajo que aplican la inteligencia artificial y el aprendizaje automático a la disciplinas como la medicina o la gestión de incendios. Alonso formó parte del grupo de trabajo que elaboró la Estrategia Española de I+D+i promovida en 2019 por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.