Galindo: “Decir que la felicidad se logra siendo positivo es populismo psicológico”

“Todo el mundo tiene problemas y éstos provocan dolor. Lo que varía es el sufrimiento, que obedece a factores que dependen de cada persona”, asegura el psicólogo

Maika Aguado y Enrique Galindo, ayer, en el Club FARO. |   // JOSÉ LORES

Maika Aguado y Enrique Galindo, ayer, en el Club FARO. | // JOSÉ LORES / ágatha de santos

“No se puede ofrecer soluciones sencillas a problemas tan complejo como la infelicidad y el sufrimiento”, afirmó ayer Enrique Galindo Bonilla (Villarrobledo, Albacete), psicólogo y escritor, en referencia a la tendencia de moda que vende la felicidad como el resultado de la voluntad de la persona.

Galindo: “Decir que la felicidad se logra siendo positivo es populismo psicológico”

Galindo: “Decir que la felicidad se logra siendo positivo es populismo psicológico” / ágatha de santos

“Decir que la felicidad es muy fácil de conseguir y que solo hay que pensar en positivo es populismo psicológico”, aseveró el autor de “La mesa de la vida. Manual contra el sufrimiento y la desesperanza” (Editorial Desclée de Brouwer), un libro que pone sobre la mesa ideas que cuestionan nuestro sufrimiento, como que fracasar no siempre es un fracaso, que podemos aprender un método para encontrar alguna solución a los problemas y que somos capaces de modificar la forma en la que interpretamos lo que nos sucede. Todo esto para conocernos mejor a nosotros mismos y ser capaces de encontrar el sentido a la vida. “El nuestro -apostilló-, no el que nos digan los demás”.

En este sentido, advirtió del peligro que tiene aconsejar a los demás sobre lo que tienen o no que hacer. “Aconsejar a alguien es negarle su capacidad de tomar sus propias decisiones”, aseguró el psicólogo, jefe de sección de cuidados y calidad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) y coautor de varios planes de salud mental y de estrategias de prevención del suicidio.

Según el invitado del Club FARO, si la sociedad actual no nos impusiera ser felices, si no estuviéramos pendientes de la vida perfecta que venden las redes sociales ni de los ‘likes’, estaríamos liberados de esa carga y no sufriríamos. “Nos venden la felicidad como un bien tangible y no lo es. Es una teoría, como la personalidad o la inteligencia. No existe la felicidad, solo pequeños momentos felices”, remarcó.

Como miembro del Grupo Regional de Prevención del Suicidio y colaborador durante más de diez años del Teléfono de la Esperanza –tres de ellos, en Santiago–, Galindo conoce de primera mano la desesperanza que acucia a miles de personas, muchas de ellas jóvenes, y advirtió sobre la importancia de enseñar cómo resolver problemas, a gestionar la frustración y a tomar decisiones responsables, es decir, que respondan a nuestras necesidades. “Del fracaso se aprende. Muchos de los grandes hitos de la humanidad se han hecho de fracasos. El fracaso es necesario. ¿Por qué hay tanto suicidio entre los jóvenes? Porque no fracasan. Si a los chavales les damos todo hecho no se frustran y la frustración es una vacuna contra el fracaso porque si no, llega el primer enfrentamiento con el compañero, el primer desengaño amoroso, el mundo laboral tan cruel y no saben gestionarlo”, dijo.

El psicólogo recordó que en 2021 en España se registraron 4.003 suicidios –331 en Galicia–, que solo representan la punta del iceberg de la desesperanza. “Por cada suicidio hay 20 tentativas, es decir, 80.000 tentativas al año, pero muchas veces no se habla de ello”, expuso el psicólogo, que añadió que el suicidio no se hereda, se aprende.

“El dolor es inevitable; el sufrimiento es opcional. Todo el mundo tiene problemas y éstos provocan dolor. Lo que varía es el sufrimiento, que obedece a una serie de elementos que dependen ya de cada persona. El problema es que si ese sufrimiento se prolonga en el tiempo aparece la desesperanza, que tiene un alto riesgo”, explicó.

Muchas veces, salir de un problema requiere un cambio, avanzar. “Un deseo no cambia nada; una decisión lo cambia todo”, afirmó. Tampoco sirve de nada buscar culpables para sancionarlos, que es la fórmula aprendida, sino que hay que ir a la causa y buscar la solución.

Galindo también dio algunas pautas para la resolución de problemas durante su conferencia en el MARCO de Vigo, que estuvo presentada por la periodista Maika Aguado y que el experto arrancó hablando en un gallego fluido, idioma que aprendió de su mujer, natural de Ourense. Asimismo, invitó al público a buscarle un sentido a su vida y recordó que lo que nos hace felices es siempre lo más sencillo.

Una mesa con cuatro patas y un mantel para romper con la desesperanza

La “mesa de la vida” de Enrique Galindo Bonilla tiene cuatro patas: tomar decisiones decisiones responsables, resolver problemas, modificar pensamientos o creencias erróneas y diseñar un plan de vida personal. En torno a estos cuatro esquemas, el psicólogo albaceteño construye esta obra, en la que aborda cuestiones como la fracaso y la crisis, que pueden tomarse como un revés o como una oportunidad; el error de suponer; las ideas irracionales; la magnificación o la minimización de los problemas; la manipulación y sus manifestaciones; la tendencia a personalizar los problemas; la ira; la resistencia al cambio y la tendencia a ver el lado negativo de las cosas, entre otras.

El libro también aporta un “mantel” para esta mesa metafórica, en la que analiza las emociones más comunes en el ser humano, como la alegría, la tristeza, el miedo, el asco y la ira. Sin embargo, matizó que no se trata de un libro de autoayuda, sino de autoconocimiento. Galindo sostiene que todas las emociones, incluidas las negativas, son necesarias y que la felicidad como tal no existe y que incluso un exceso de ésta puede ser patológico.

El psicólogo incluye en esta obra una serie de situaciones prácticas que sirven para ilustrar los contenidos y con las que, sin duda, se sentirán identificados muchos lectores.