El impacto psicológico de la enfermedad

La reconstrucción mamaria tras un cáncer: "Ya no bajo la vista al mirarme al espejo"

Dos pacientes que superaron un tumor en el pecho destacan los beneficios de la operación

Maria Àngels Corominas y Mercè Borràs, pacientes de Sant Pau que superaron un cáncer de mama.

Maria Àngels Corominas y Mercè Borràs, pacientes de Sant Pau que superaron un cáncer de mama. / Elisenda Pons

Beatriz Pérez

Una mastectomía (la extirpación de uno o dos senos) tras un cáncer de mama tiene un gran impacto psicólogico en la mujer. "Yo, al verme en el espejo, bajaba la vista", relata Maria Àngels Corominas, de 73 años. Esta mujer, paciente del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, pasó por tres cánceres de mamaEn la tercera operación, hace cinco años, le reconstruyeron las dos mamas. "Ahora siento alegría al mirarme", cuenta. Reconoce que para hacer frente a un proceso como el suyo se necesita "acompañamiento" de un profesional de la salud mental.

El Hospital de Sant Pau (Barcelona) acoge desde este miércoles y hasta el viernes la 20ª edición del Barcelona Breast Meeting (BBM), el congreso de cirugía mamaria de referencia en Europa. "Yo me sometí a esta operación [la reconstrucción de las dos mamas] por salud. Me hicieron la reconstrucción sacando tejido del estómago", cuenta Corominas. Después de esta intervención acudió a una clínica de cirugía estética para hacerse un tatuaje de sendos pezones, una técnica que el sistema de salud público catalán incorporó hace pocos años en la cartera de servicios.

Sensibilidad en el pezón

A Corominas, además, el hospital público de Sant Pau le aplicó una técnica novedosa: la reinervación del pezón (la conexión de nervios del mismo), que garantiza la sensibilidad erógena. Los hospitales barceloneses de Sant Pau y del Mar realizan una reinervación inmediata al 75% de las mujeres que se hacen una reconstrucción mamaria tras la extirpación por un tumor.

"Ahora, cuando hace frío, noto cómo mi pecho se endurece. Antes era como corcho", relata Corominas. La reinervación del pezón permite a las mujeres disfrutar más de su sexualidad. Según Jaume Masià, director del Servei Mancomunat de Cirurgia Plàstica Hospital de Sant Pau-Hospital del Mar (que organiza el BBM) gracias a la reinervación, la paciente "integra mucho más rápidamente este pecho, reduce el estigma de la amputación y mejora la autoestima y la sexualidad".

Igual que Maria Àngels, Mercè Borràs, de 71 años, es también una paciente de Sant Pau que superó un cáncer de mama. "A mí me operaron a los 45 años y no sentí la necesidad de reconstruirme. Lo dejé pasar", reconoce. Sin embargo, su postura fue cambiando al con el tiempo. "Cada mañana y cada noche veía que mi cuerpo no era igual. Me operaron y me cambió el carácter. Antes veía las cosas de otra manera", asegura.

A ella le reconstruyeron el pecho en 2002, año en que no existía la técnica de la reinervación del pezón, por lo que a ella no se la han hecho, a diferencia de Maria Àngels. "Yo antes de la reconstrucción me veía mutilada". Como también destaca el doctor Masià, es importante realizar las reconstrucciones mamarias inmediatamente después de la extirpación del pecho. En España, se realiza en el 50% de los casos (un 60% en Catalunya), pero los médicos piden elevar este porcentaje al 70%.

Para mujeres como Mercè, una reconstrucción mamaria afecta al estado anímico, pero también a otros aspectos de la vida, como por ejemplo "el laboral". "Me ayudó a no sentirme inferior", relata

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