¿Salió el COVID de un laboratorio chino? El FBI cree que sí

El director de la policía estadounidense acusa a China de obstaculizar la investigación | Los expertos apoyan el origen natural mientras no se presenten pruebas de lo contrario

Doctores en un hospital de Wuhan, China, al inicio del brote. |   // DPA

Doctores en un hospital de Wuhan, China, al inicio del brote. | // DPA / Rafa López

Rafa López

Rafa López

“El FBI ha mantenido durante bastante tiempo que los orígenes de la pandemia probablemente se deban a un posible incidente en un laboratorio en Wuhan”, afirmó el martes el director de la policía federal estadounidense, Christopher Wray. Su declaración, realizada durante una entrevista televisiva, vuelve a encender el debate –principalmente político– sobre el origen del coronavirus SARS-CoV-2.

“Solo haré la observación de que el gobierno chino, me parece, ha estado haciendo todo lo posible para tratar de frustrar y ofuscar el trabajo que se hace aquí, el trabajo que estamos haciendo, el trabajo que nuestro gobierno de Estados Unidos y socios extranjeros cercanos están haciendo. Y eso es desafortunado para todos”, añadió el director de la Oficina Federal de Investigación.

Wray explicó que el FBI tiene especialistas que se centran en “los peligros de las amenazas biológicas”, que incluyen elementos como la aparición de nuevos virus y se preocupan de que estas amenazas no caigan “en las manos equivocadas”.

Se sabe que el FBI se inclina por esta versión del origen del virus que causa el COVID-19, pero el momento y el lugar son relevantes. Wray ha hecho estas declaraciones un par de días después de que el Departamento de Energía estadounidense apoyase también esta hipótesis, aunque con un “bajo grado de confianza”, según publicó “The Wall Street Journal”. Y las ha realizado a la cadena Fox News, afín al Partido Republicano, en la oposición, y especialmente al expresidente Donald Trump. Algunos analistas políticos de Washington interpretan que la administración Biden trata así de sumar a los republicanos en su creciente enfrentamiento con el régimen chino, que se elevó con la crisis del supuesto globo espía derribado sobre la costa estadounidense hace unas semanas.

Según “The Wall Street Journal”, otros cuatro departamentos estadounidenses apoyan la tesis de la transmisión por un animal, mientras que otros dos se muestran indecisos. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, reconoció el lunes que en el seno de la Administración estadounidense no hay consenso sobre el origen de la pandemia y que Washington quiere “hechos” para poder evitar otras pandemias en el futuro.

La portavoz de Exteriores del gobierno chino, Mao Ning, acusó ayer a EE UU de “no tener credibilidad”. “El historial de las agencias de inteligencia estadounidenses está lleno de fraudes y engaños”, afirmó, y se remitió al informe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en marzo de 2021 tras visitar Wuhan. En dicho informe, los investigadores dejaron abiertas cuatro hipótesis sobre el origen de la pandemia y añadieron que hacían falta muchos más estudios para llegar a una conclusión definitiva.

En general, los científicos apoyan la teoría del origen natural. La prestigiosa revista “Science” publicó el pasado año dos extensos artículos revisados por pares que ofrecen la evidencia más sólida hasta la fecha de que la pandemia de COVID se originó en animales en un mercado en Wuhan. Los estudios concluyen que lo más probable es que el coronavirus saltase de un animal salvaje enjaulado a las personas en el mercado mayorista de mariscos de Huanan, donde se produjo el gran brote inicial en diciembre de 2019.

Los estudios no muestran pruebas concluyentes de la zoonosis (transmisión de animal a humano), pero sí muchas evidencias, como fotografías de mapaches y un zorro rojo, animales salvajes que pudieron haber contraído el virus de murciélagos y transmitirlo a humanos. El mercado de Huanan es el único lugar de Wuhan que vendía estos animales, y todos los infectados del brote inicial estaban conectados a ese mercado.

“Por lo que yo sé, no se ha publicado ninguna prueba nueva que apoye la declaración del FBI –señala a SMC Jonathan Stoye, director de laboratorio en el Instituto Francis Crick de Reino Unido–. A falta de tal información, no me inclino a cambiar mi opinión de que las pruebas disponibles apoyan un origen natural de la pandemia de COVID-19”.

En la misma línea, el virólogo Javier Cantón, profesor de Biología y Biotecnología de Coronavirus, ha recordado en su cuenta de Twitter que la carga de la prueba recae sobre quien enuncia la hipótesis. Así, mientras que los defensores de la zoonosis han aportado pruebas de esa hipótesis, “los ‘del escape de laboratorio’ son los que tienen que mostrar evidencias de ello”, defiende.

Stephen Goldstein, virólogo experto en coronavirus de la Universidad de Utah (EE UU), va más allá y apunta a SMC “escalofriantes paralelismos con el engaño deliberado en el período previo a la invasión de Irak y blanqueado a través de algunos de los mismos periodistas. Espero que las consecuencias de este esfuerzo sean menos catastróficas para el mundo de lo que lo fueron entonces”, agregó.

"Esto es política, no ciencia", sentenció en su cuenta de Twitter el virólogo experto en evolución de virus Aris Katzourakis.

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