Ceferino de Blas, un legado inextinguible

La muerte del exdirector de FARO y Cronista Oficial de Vigo tiñe de luto el periodismo y la cultura gallega | Dotado de una curiosidad infinita, el asturiano fue un gran valedor de la memoria de Galicia y de la Ciudad Olívica, e impulsó el Instituto de Estudios Vigueses

Ceferino de Blas falleció en la madrugada de ayer en Vigo a los 79 años de edad. La muerte del Cronista Oficial de Vigo y exdirector de FARO DE VIGO ha causado una honda consternación en la Ciudad Olívica y en toda Galicia, como corresponde a un personaje querido y respetado por todos, clave en el periodismo y la cultura de la comunidad, y que deja un enorme legado.

El funeral por su fallecimiento tendrá lugar en la iglesia parroquial de Santiago el Mayor, en Vigo, mañana martes, 21 de febrero, a las seis de la tarde. Por expreso deseo de la familia, no se recibe duelo ni se admiten coronas o flores. Será incinerado en la más estricta intimidad.

Nacido el 24 de septiembre de 1943 en Corvera, en el área central de Asturias, De Blas llegó a Vigo en 1986 para asumir la dirección de FARO DE VIGO en sustitución de José Armesto Faginas (1945-2006). Tenía el encargo de pilotar la nueva etapa del periódico, adquirido entonces por el grupo editorial propiedad de Francisco Javier Moll, Prensa Ibérica. Recién cumplidos los 43 años, afrontaba una difícil tarea que implicaba consolidar el liderazgo decano de la prensa nacional en el sur de Galicia y acometer su modernización.

Muere Ceferino de Blas, figura clave del periodismo en Galicia

Conversando con la exministra Cristina Alberdi y Carlos Príncipe. / FdV

Ya entonces atesoraba una importante experiencia periodística. Formado en el Seminario Metropolitano de Oviedo, continuó los estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca y posteriormente de Periodismo en Madrid, donde acabó licenciándose en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense.

En su región trabajó en “La Voz de Asturias”, fue delegado de la agencia Efe en la comunidad y corresponsal de “El Periódico de Cataluña”, antes de incorporarse a “La Nueva España”, diario líder de la prensa asturiana y perteneciente al mismo grupo editorial de FARO, Prensa Ibérica.

El 11 de octubre de 1986, el decano publicaba muy discretamente en su portada “nombramientos en FARO DE VIGO”: “Por acuerdo del Consejo de Administración de FARO DE VIGO S.A., la dirección del diario será desempeñada desde esta fecha por el periodista Ceferino de Blas. El Consejo ha nombrado a Carlos Fernández Pato administrador de la sociedad, y a José Antonio Carvajal director financiero”. No se incluyó en la edición de ese día ni en números posteriores semblanza alguna del nuevo director del decano, que ya figuraba como tal bajo la cabecera y en la mancheta ese sábado 11 de octubre de 1986. Apenas diez líneas en la parte baja de la primera página anunciaban lo que suponía una etapa totalmente nueva para el periódico.

Hay un antes y un después de la llegada de Ceferino de Blas a la dirección de FARO. No solo dio un giro el periódico: su vida y su carrera profesional también cambiaron, hasta el punto de mimetizarse totalmente con Vigo y con Galicia.

Bajo su dirección, FARO defendió reivindicaciones históricas para Vigo y para Galicia, como el área metropolitana, la autovía a la meseta y el ferrocarril de alta velocidad. Demostró también una especial sensibilidad por la defensa del patrimonio histórico, que conocía como nadie.

Gran admirador y lector de quien le había precedido años antes en la dirección del periódico, Álvaro Cunqueiro, Ceferino de Blas se enamoró de la cultura gallega. En 1993 le encargó al profesor y escritor Xosé Ramón Pena la coordinación del suplemento cultural “Faro das Letras”, iniciativa en lengua gallega que tuvo continuidad y se amplió en 2002, también bajo sus auspicios, con el “Faro da Cultura”, que el pasado año cumplió dos décadas.

Bajo su dirección llegaron o se consolidaron grandes firmas de opinión, como las de Xosé Luís Méndez Ferrín, Manuel Bragado y Ánxel Vence, todavía presentes en estas páginas.

Muere Ceferino de Blas, figura clave del periodismo en Galicia

Con el escritor Xosé Luis Méndez Ferrín. / FdV

Otro de los hitos más importantes del decano bajo su dirección fue la puesta en marcha del Club FARO DE VIGO. Fue el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, el encargado de inaugurar, el 6 de mayo de 1992, el que ha sido a lo largo de más de 30 años el foro de opinión más importante de Galicia. De Blas confió para dirigirlo en la que hasta entonces era jefa de la sección de Cultura y Sociedad del decano, Marisa Real. “Un lugar para el diálogo y el debate, riguroso y plural”, como anunciaba entonces la periodista viguesa, principio que se ha mantenido hasta la actualidad. Con el tiempo, Marisa Real se convirtió también en su esposa, compañera inseparable con la que compartió viajes y pasión por la cultura, y la persona que le ha acompañado hasta los últimos momentos.

Muere Ceferino de Blas, figura clave del periodismo en Galicia

Junto el escritor Dominique Lapierre y Marisa Real. / FdV

La etapa de Ceferino como director de FARO concluyó en 1994, cuando asumió la dirección el también periodista asturiano Julio Puente. Su vinculación profesional con el periódico continuó, haciéndose cargo de la dirección general, hasta su jubilación en 2008, y como miembro del Consejo de Administración de FARO.

Lejos de apartarse del ejercicio del periodismo, en esta nueva etapa de su vida trabajó y disfrutó como nunca. Su faceta como articulista y escritor fue de lo más prolífica. Sus columnas semanales en el decano solían versar sobre apuntes históricos de Vigo y su entorno. Gustaba de bucear en la hemeroteca del periódico, y gracias a sus investigaciones los lectores de FARO conocieron acontecimientos extraordinarios de la historia de Vigo y de Galicia. También supieron de las visitas a la Ciudad Olívica de personajes históricos como Julio Verne, Albert Einstein, Stefan Zweig o Mata Hari.

Esta labor investigadora la volcó en una docena de libros editados junto al decano, tanto dedicados a figuras de la cultura –Cunqueiro, Rosalía, Pardo Bazán, Fernández del Riego...– como a Vigo y su comarca.

En su infinita curiosidad, nada de lo que es humano le era ajeno. Tampoco el deporte, fenómeno del que era un gran seguidor. No se perdía un partido del Celta, ya fuera en Balaídos o por televisión.

De carácter afable, sosegado y cariñoso, discreto y refractario a cualquier sectarismo, su profundo conocimiento de Vigo le llevó a ingresar como miembro numerario en el Instituto de Estudios Vigueses, institución de la que fue un gran impulsor. Por ello el Concello de Vigo le nombró en 2017 Cronista Oficial de la ciudad, cargo en el que le precedió el fallecido periodista Lalo Vázquez Gil (1927-2016).

Hace años adquirió junto a Marisa Real una segunda vivienda en Cangas, cerca de las mismas playas que disfrutaron antaño José María Castroviejo y Carmen Laforet, y donde ambos solían admirar los fabulosos atardeceres que ofrece el mirador de Cabo Home. El sol se ha puesto definitivamente para Ceferino de Blas, pero su legado, su sabiduría, su bonhomía y el recuerdo de su eterna sonrisa nunca se apagarán.

Más de una docena de libros con Vigo y el FARO como su principal misión

Además de su intachable carrera periodística, Ceferino de Blas escribió más de una docena de libros con Vigo y el FARO como su principal pasión y misión. En su Asturias natal ya había debutado con “Llanes en la ruta jacobea” (1966, Instituto de Estudios Asturianos) y “Tarancón, obispo y mártir” (1976, Naranco) junto al sacerdote y periodista José Luis Martín Descalzo. La vida del que fuera Arzobispo de Oviedo y Toledo además de Presidente de la Conferencia Episcopal Española durante la Transición también la abordaría, ya instalado en Vigo, en “Tarancón, el cardenal que ordenó al Rey” (1995, Prensa Ibérica).

Recreación de dos de los libros de Ceferino de Blas.

Recreación de dos de los libros de Ceferino de Blas. / FDV

Su “Donde los periódicos son Faros. Historia del Faro de Vigo, decano de la prensa española (1853-2015)” (2017, Instituto de Estudios Vigueses) sintetiza esta unión entre sus dos grandes pasiones hasta el punto de pedir que se recordara como su “obra fundamental como Cronista Oficial” nada más aceptar el cargo.

Y es que a través del Decano, como fuente, y editor, De Blas contó la historia de la ciudad mejor que nadie, pero también su relación con los gallegos más ilustres. “Cunqueiro y Faro de Vigo: el pacto inextinguible (2011), “Paz Andrade y Faro de Vigo. Galicia ante todo” (2012), “Rosalía de Castro y Faro de Vigo en el 150 aniversario de Cantares Gallegos (2013), “Fernández del Riego. El guerrero del galleguismo” (2013), “Filgueira Valverde y Faro de Vigo, El hombre que más sabía de Galicia” (2015) y “Emila Pardo Bazán. En el país de la rías” (2021). También elaboró analogías imprescindibles como “Humor gráfico en FARO DE VIGO. Noventa años de sonrisas” (2013) o “Cíes. Las islas de Vigo: Historia, leyenda y poesía” (2020) o “Carmen Laforet sonrió en Rodeira” (2021, IEV).

Recreación de dos de los libros escritos por Ceferino de Blas.

Recreación de dos de los libros escritos por Ceferino de Blas. / FDV

Su última obra fue la protagonista también de su último acto público. “Vigo y la Navidad. Del blanco y negro al color” surgía de la colaboración entre FARO y Concello para, como él mismo destacó, “argumentar que Vigo es la capital de España de las Navidades” en base a criterios históricos y contemporáneos. El 16 de diciembre participaba en el Marco en un coloquio junto al alcalde, Abel Caballero, la gerente de Feprohos, Beatriz Carballido, y el obispo de Tui-Vigo, Luis Quintero Fiuza.