El 'robo del siglo'

José Polo: "No siento rencor, solo nos gustaría que aparecieran algunas botellas"

En Atrio esperan que la inminente vista sirva para que los dos imputados aclaren por fin su paradero - Han reforzado la bodega con dispositivos de última generación y diversos restaurantes les piden consejo

José Polo, jefe de sala de Atrio y cotitular de este Relais & Châteaux, se pronuncia tras conocer el señalamiento de la vista, en la mañana de ayer.

José Polo, jefe de sala de Atrio y cotitular de este Relais & Châteaux, se pronuncia tras conocer el señalamiento de la vista, en la mañana de ayer. / Lorenzo Cordero

Lola Luceño Barrantes

José Polo, jefe de sala de Atrio Relais & Châteaux, responsable de la bodega y copropietario del hotel, acaba de saber que el juicio oral por el robo millonario de sus exquisitas botellas de vino será en breve, el 15 de febrero. "Me parece bien, creo que mantener a la gente en la cárcel y alargar los procesos no es bueno para nadie", comenta, mientras consulta en su móvil la noticia que acaba de subir este diario a la edición digital. Y es cierto que en su rostro no hay atisbos de resentimiento hacia los dos imputados que ese día se las verán frente al tribunal. "Me enfadé mucho al principio pero ya no siento rencor, no tengo un afán de venganza especial hacia estas personas, solo nos gustaría que el juicio sirviera para que aparecieran algunas botellas", reconoce. Por eso, está satisfecho de que "se celebre pronto".

Se refiere a las 45 botellas de lujo valoradas en 1.648.500 euros, que fueron robadas en la madrugada del 26 al 27 de octubre de 2021, presuntamente por Constantin Gabriel Dimitru y la miss mexicana Lara Priscila Guevara, quienes permanecen en la prisión cacereña desde su detención el pasado 18 de julio. Nada han revelado de las botellas durante el periodo de instrucción, pero José Polo y Toño Pérez albergan una última esperanza de que el juicio les pueda hacer reflexionar y confesar al menos el paradero de algunas de ellas. "Si aparecen todas, mucho mejor, pero me conformaría con el Chateau d’Yquem de 1806", se sincera José Polo. Esta botella, valorada en 310.000 euros, no tiene precio para los responsables de Atrio. La han mimado desde su adquisición, fueron capaces de poner remedio a una ruptura fortuita mediante un periplo de novela, y le han dado un lugar prioritario en su bodega.

Sin embargo, los titulares de Atrio saben que las cosas están difíciles. Según una investigación de CASO ABIERTO, canal de sucesos de Prensa Ibérica, la UDEV de la Policía Nacional sospecha que la mayor parte del botín ya estaría en manos de adinerados rusos, y que algunos podrían haber pactado incluso el robo de forma previa. Pero los agentes creen que el Chateau d’Yquem se lo podrían haber quedado los ladrones a modo de seguro para su futuro.

"No sabemos qué pensar. Por un lado son botellas robadas y en una subasta imagínate el precio que tendrían", comenta José Polo, aduciendo a la subida del coste en el mercado negro por tratarse de un suceso mediático, con una auténtica historia de lujo y persecuciones por media Europa, lo que atraería a más compradores. "Pero, por otro lado, el Chateau d’Yquem es una botella muy difícil de vender porque todo el mundo sabe que nos pertenece, entonces quien la comprara no podría hacer nada más con ella que bebérsela", reflexiona.

Sea como fuere, "del juicio no sabemos qué esperar, no lo hemos pensado, no conocíamos la fecha hasta hoy, pero si han sido ellos, ojalá hablen y podamos recuperar al menos algunos de los vinos", señala José, esperanzado con la posibilidad de algún tipo de acuerdo en este sentido.

Respecto a los autores, que aprovecharon la buena fe y el servicio amable de Atrio para que les enseñaran la bodega y luego pedir comida en plena madrugada, con el propósito de robar la llave y las botellas, "la verdad es que fue un momento de mucho dolor, tuve dos meses de mucho enfado pero luego pasé página porque si no lo haces, el rencor y el odio te matan, hacen más daño al que lo siente que al que lo recibe", revela José Polo. "Es más, ahora pienso sinceramente que todo el mundo puede cometer un error, y lo curioso es que les recordamos como dos clientes que fueron amables". Por todo ello, "para nosotros lo decisivo del juicio sería conocer dónde están las botellas".

Más protección

Respecto a la seguridad de la bodega de Atrio, que figura entre las más afamadas del mundo, "la hemos reforzado con cámaras de última generación, dispositivo facial y otros avances. Estamos conectados 24 horas al día con una empresa de seguridad", precisa José Polo. Además, les han llamado desde otros restaurantes con importantes bodegas, preocupados por el aumento de este tipo de robos, entre ellos el prestigioso establecimiento Coque de Madrid, donde en noviembre se llevaron 132 botellas valoradas en 200.000 €. "Hay preocupación en el sector --advierte José Polo-, y nos preguntan cómo hemos hecho para proteger los vinos". 

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El robo perpetrado en el Atrio Relais & Châteaux de Cáceres en octubre de 2021 supuso un auténtico mazazo para sus propietarios, que pasaron unos meses difíciles convertidos en continuos focos de la actualidad de las páginas de sucesos a nivel nacional, a medida que se iban conociendo los detalles de tan intrigante asalto. Circularon incluso rumores malintencionados que les afectaron. Pero como no hay mal que cien años dure, y José Polo y Toño Pérez tienen recursos para casi todo, aquellas sombras se han transformado durante el último año en una sucesión de buenas noticias.

La primera, que les emocionó realmente, fue la consecución de la tercera Estrella Michelín el pasado 22 de noviembre, convirtiéndose en uno de los pocos restaurantes con semejante reconocimiento, junto con DiverXO, El Celler de Can Roca, Aponiente, ABaC, Quique Dacosta Restaurant, Martín Berasategui, Cenador de Amós, Arzak, Akelarre, Azurmendi, Lasarte y Hermanos Torres.

"Nosotros somos luchadores, llevamos toda la vida, 35 años ya en Atrio. Seguiremos trabajando para defender Extremadura", dijo el chef Toño Pérez nada más conocer su ascenso al triestrellato. Durante esos días, los propietarios de Atrio estaban exultantes, un año después de la mala experiencia del robo.

La fundación

Y a mediados del pasado diciembre, Toño Pérez y José Polo presentaron la Fundación Atrio Cáceres para fomentar actividades culturales, sociales y formativas, especialmente relacionadas con la música y la gastronomía, y para contribuir a la rehabilitación del patrimonio de la ciudad, donde han proyectado abrir una escuela de música que se ubicaría en un edificio de su propiedad de la plaza de Los Golfines. Será rehabilitado para convertirse en la sede institucional de la fundación.

Ambos mostraron su satisfacción por llevar a buen puerto esta entidad con la que esperan que todo el esfuerzo de sus años de trabajo se quede en Cáceres, "contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas" y "devolver a la sociedad todo lo que nos ha dado". De hecho, ya están desarrollando actividades en colegios y han celebrado el primer festival Atrium Musicae.