Llamadas desesperadas que no cesan

La línea 024 contra el suicidio recibió casi 80.000 llamadas en 2022 y el Teléfono de la Esperanza se aproxima a las 190.000 anuales

Un joven muestra signos de tristeza.

Un joven muestra signos de tristeza. / FdV

El suicidio sigue siendo la principal causa externa no natural de muerte en España y las cifras indican una tendencia creciente. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), 4.003 personas fallecieron por suicidio en España en 2021, últimos datos de los que se dispone, lo que representa un 1,5 por ciento más que el año anterior, que se cerró con 3.941 fallecimientos por esta misma causa y un 4,4% más respecto a 2019, año anterior a la pandemia del COVID-19. Así, la tasa de personas que fallecen por suicidio en España se situaba en 2021 en 8,45 personas por cada 100.000 habitantes. Galicia es una de las comunidades que registra las tasas más altas de mortalidad por suicidio (superiores a 10 por cada 10.0000 habitantes).

La tendencia al alza la corroboran la carga de trabajo de los servicios orientados a la prevención del suicidio. La línea 024, de prevención de la conducta suicida, ha atendido, desde su puesta en funcionamiento el 10 de mayo de 2022 y con datos a 31 de diciembre del pasado año, más de 79.975 llamadas, de las que 2.987 han sido derivadas al 112. Asimismo, se han registrado 2.129 suicidios en curso o con riesgo inminente de suicidio. Son durísimas estadísticas facilitadas por el Ministerio de Sanidad a “El Periódico de España”, diario del grupo Prensa Ibérica, al que pertenece FARO.

Sanidad presentaba en el mes de mayo el 024, una línea gratuita, confidencial y pública de prevención de la conducta suicida. El teléfono está gestionado por Cruz Roja y su objetivo es proporcionar ayuda –24 horas al día, los 365 días al año–, a las personas con pensamientos o ideaciones suicidas, así como a sus familias. La atención está estructurada en forma de niveles y cuando hay un riesgo alto, se alerta a los servicios de emergencia. Según los datos facilitados por Sanidad a fecha de 31 de diciembre de 2022, en las casi 80.000 llamadas recibidas desde su puesta en marcha, se han notificado 2.129 suicidios en curso o con riesgo inminente.

Llamadas deseperadas que no cesan | FDV

Andrés Abel. / FDV

“Nos preocupa de forma especial el aumento de ideación suicida en los jóvenes”

Andrés Abel

— Presidente del Teléfono de la Esperanza en Galicia

Por su parte, el Teléfono de la Esperanza, asociación de carácter nacional que lleva medio siglo sirviendo de soporte vital a quienes necesitan una voz amiga en momentos de crisis, atendió un total de 183.108 llamadas en 2021, de las cuales 7.793 fueron de temática suicida, lo que supone un 63% más que en 2020, que se cerró con 4.973 atenciones de esta índole. Y en 2022 se mantuvo la misma tónica.

Según los últimos datos recopilados por esta ONG, en el primer trimestre de 2022, registró un 33,4% más de peticiones de ayuda por temática suicida con respecto al mismo periodo del año anterior. En concreto, atendió 3.575 llamadas de personas con ideación suicida, 799 relacionadas con crisis suicidas y 179 de suicidios en curso en ese periodo. Esta asociación advierte del aumento de las peticiones de ayuda de menores de 25 años, con 727 peticiones en el primer semestre de 2022 frente a las 565 del mismo período el año anterior.

En el caso del Teléfono de la Esperanza en Galicia (981 51 92 00), sus 25 voluntarios atendieron el pasado 2022 un total de 22.366 llamadas. De estas, 1.321 fueron por problemas psicológicos y psiquiátricos, de las cuales 318 fueron por soledad e incomunicación, 393 por estado deprimido, 168 por ansiedad, 125 por trastorno mental, 93 por ideación suicida, 17 por crisis suicida y 4 por suicidio en curso.

Según explica a FARO su presidente territorial, Andrés Abel, muchas de estas llamadas corresponden a personas que vinieron rebotadas del 024. “Si es un suicidio en curso, manda de forma inmediata a los servicios de emergencia, pero si no, los remite al sistema nacional de salud, pero las personas con ideación suicida necesitan algo más que una ambulancia, por lo que muchas de ellas terminan llamándonos a nosotros para pedir un psicólogo y para que les escuchemos”, afirma el presidente de esta asociación en Galicia. Según este voluntario, el nivel de llamadas y la casuística grave están aumentando de forma alarmante, lo que evidencia los estragos que la pandemia ha hecho en la salud mental.

El aumento de los casos de suicidio preocupa a los expertos, que alertan de que solo son la punta del iceberg, ya que se calcula que por cada suicidio consumado hay veinte tentativas. “El nivel de ideación suicida está aumentando mucho, pero nos preocupa de forma especial el incremento que está habiendo entre la población joven”, reconoce.

Según Abel, el suicidio, en muchas ocasiones, se puede prevenir. Esta prevención pasa por la información y la sensibilización de la población, la formación de grupos claves para la detección e intervención, la atención inmediata de las personas con conducta suicida, la atención a familiares y personas allegadas y la coordinación de todos los dispositivos de ayuda. Por ello, desde el Teléfono de la Esperanza se lleva a cabo un programa transversal de prevención de suicidio, que aborda tanto las crisis de suicidio con las personas afectadas y sus familiares, como la sensibilización y el trabajo en red con otras instituciones.

Galicia, la comunidad con una tasa más alta

Según el estudio “Evolución del suicidio en España en este milenio” presentado el jueves por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM ISCIII), las tasas más altas de mortalidad por suicidio (tasas superiores a 10 por cada 10.0000 habitantes) se registran en Galicia (todas las provincias), en Asturias, Castilla y León (provincias de Zamora, León, Palencia, Burgos y Ávila), Aragón (Teruel y Huesca), Cataluña (provincias de Gerona) y Andalucía (provincias de Córdoba, Jaén, Málaga y Granada). Por su parte, las provincias con mayor tasa de mortalidad por suicidio en 2021 fueron Jaén (13.1 por cada 100.000 habitantes), Zamora (14.2 por cada 100.000 habitantes) y Lugo (15.6 por cada 100.000 habitantes). Un total de 26 de las 50 provincias españolas más las dos ciudades autonómicas (52% de las provincias) sobrepasan la media de mortalidad por suicidio mundial, indicada por la Organización Mundial de la Salud para 2019 (9 fallecidos por cada 100.000 habitantes).

En cambio, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y las provincias de Guadalajara y la Comunidad de Madrid, presentan las tasas más bajas. En relación a distribución temporal y espacial del suicidio en España en 2021, se observa que en prácticamente todos los meses (excepto enero y agosto) hay mayor número de personas fallecidas en 2021 que en los años de 2019 y 2020. Asimismo, se observa el mismo patrón estacional que en otros años: un claro aumento de la mortalidad por suicidio en los meses de verano. De hecho, es julio el mes con mayor número de fallecidos en 2021: más de 400 fallecidos por suicidio.

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