G. Serrano: “Velázquez es contemporáneo, sus iconos están en mente de todos”

“Cuando empecé mi libro, pensaba que sabía todo de él; al acabar me quedé con más enigmas”, asegura en Club FARO el autor del último libro sobre el pintor sevillano

Ana Pereira y 
Federico García 
Serrano.
  // Ricardo Grobas

Ana Pereira y Federico García Serrano. // Ricardo Grobas / Ana Rodríguez

“Al empezar escribir el libro sobre Velázquez pensaba que lo sabía todo de él; al acabar me quedé con más enigmas, más misterios. Y esa es la sensación que tengo cuando voy al museo y me encuentro esa mirada enigmática de su autorretrato que me mira 400 años después.”. Así lo afirmaba ayer Federico García Serrano en Club FARO, donde acudió a presentar “Velázquez en 30 claves” (Larousse), una publicación que aborda el perfil humano, profesional y artístico del pintor español del siglo XVII.

El doctor en Ciencias de la Imagen e historiador de arte, que fue presentado por la también historiadora de arte Ana Pereira, comenzó su ponencia titulada “Siempre hay un Velázquez por descubrir” , apoyada por una amplia proyección de imágenes, abordando la actualidad del artista sevillano cuatro siglos después. Y lo demostró con noticias recientes de prensa sobre subastas de sus cuadros, falsificaciones de originales, atribuciones de obra nueva al pintor o rectificaciones sobre la autoría de lienzos que se le asignaban. Se refirió también a su presencia destacada en el Museo del Prado, en la emblemática sala basílica donde se exhiben “Las Meninas”, frente a la cual se fotografiaron jefes de estado en la última cumbre de la OTAN en España.

“Velázquez es elegancia, discreción, solidaridad con los humildes”, expresó. Y es un pintor que ha salido de museos y libros de arte y ha tomado las calles, vallas publicitarias, tapias de pueblos con mensajes pacifistas, e... “Es también un pintor contemporáneo, sus iconos están en mente de todos” . Ejemplos de reinterpretaciones las encontramos en souvenirs y posavasos, pero también en pintores como Picasso, Sorolla o Francis Bacon, que toma como referencia el retrato de Inocencio X para hacer variaciones de esa imagen en una obra sobre la cultura del feísmo. Pastiches en los que aparecen obras de Velázquez entre Andy Warhol y su Marilyn Monroe demuestran que está presente en nuevas lecturas que hacen del pasado.

“Con la idea de tender un puente entre el Velázquez del siglo XVII y el contemporáneo, la editorial Larousse me encargó el libro”, explicó, el cual se puede dividir en tres bloques: Velázquez como ser humano, su personalidad y biografía, una mirada a su obra artística analizando en diez claves desde el punto de vista de la comunicación, sus manifiestos artísticas escritos en una época que podemos interpretar hoy y, por último, una mirada sincrónica de como se ha ido revalorizando a través de los tiempos. “Cuando se funda el Museo del Prado, hay un artista superior. Nace un mito; Velázquez, el pintor de los pintores, como decía Manet”.

La visión que G. Serrano ofrece en su libro sobre Velázquez se aleja de la que puede hacer cualquier historiador del arte. “Entiendo el arte cuando miro el cuadro, me hago preguntas y surgen respuestas. El museo es el hogar de las musas, un espacio para la reflexión”.

Combinando en su charla etapas de la biografía y trayectoria de Velázquez con preguntas, García Serrano comenzó su recorrido en Sevilla, la ciudad natal del pintor, entones en expansión, con una extraordinaria actividad económica, rica y repleta de iglesias, pero también asolada por las epidemias. Allí se formó Velázquez en el taller del maestro Pacheco, pero ¿por qué su pintura se parecía más a la de Caravaggio?. “Su gran mérito fue saber las limitaciones de su maestro y acercarse a las corrientes europeas” menos clásicas, más alejadas de lo aceptado por la iglesia de la Inquisición.

Otras cuestiones que fue respondiendo el ponente fueron: ¿por qué sufrió rechazo en su primer viaje a Madrid y sin embargo fue llamado después para pintar al Rey?, ¿por qué en su primer viaje a Italia, al que va por mediación de Rubens, le toman por espía?, ¿que había en Italia que le sedujo?, ¿por qué se interesó tanto por los bufones y los enanos?, ¿por qué no le gustaba pintar batallas?, ¿por qué en Roma (segundo viaje) para darse a conocer retrató a su esclavo?, ¿quién fue la misteriosa Venus del espejo?, ¿qué fue de su hijo Antoñito?, ¿qué película nos quiso contar en “La fábula de Aracne? y ¿qué representa “Las Meninas” (lectura obvia y lectura encriptada).

Un militante temporal de la vida

Doctor en Ciencias de la Información, (especialidad en Imagen y Sonido), licenciado en Historia del Arte y Diploma de Estudios Avanzado en Psicología, Federico García Serrano ha desarrollado la mayor parte su labor docente en las facultades de Bellas Artes y Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

Desarrolló su carrera profesional durante 31 años en Radio Televisión Española, como programador, redactor, guionista y diferentes series y programas emitidos tanto en La Primera como en La 2 de la televisión pública, entre ellos “Mitomanía” (1994.1999), “Al habla” (2000- 2004) y “Palabra por palabra” (200-2004).

Como escritor, ha publicado títulos como “El Museo imaginado”, proyecto del Ministerio de Cultura que dirigió en el año 2000, “el arte viajero”, “Robos, expolios y otras anécdotas del arte viajero” y publicaciones online en abierto sobre Luis Buñuel, Berlanga, Fernando Fernán Gómez, Rafael Azcona o José Isbert, entre otros.

En el ideario de su página web personal aboga por una universidad reflejo de nuestros ideales de vida en la que proyectar la sociedad justa igualitaria y libre a la que aspiramos, si bien indica que estamos lejos de ese ideal. Crítico con el “excesivo corporativismo, jerarquías, poderes lácticos, clientelismo y meritocracia” que ve a su alrededor, se define como militante temporal de la vida y comparte la idea de Einstein: “primero es la imaginación y después el conocimiento. El conocimiento es limitado. Sólo la imaginación lo abarca todo”

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