Spuch: “Lo que pasa en nuestro intestino tiene mucha repercusión en el cerebro”

Un estudio trata de probar los beneficios de una dieta ecológica en pacientes con EII

Luisa de Castro, Carman Domínguez, Raúl Vázquez y Carlos Spuch, ayer en el MARCO. |  // JOSÉ LORES

Luisa de Castro, Carman Domínguez, Raúl Vázquez y Carlos Spuch, ayer en el MARCO. | // JOSÉ LORES / M. gonzález

M. González

M. González

El Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur está llevando a cabo un estudio científico sobre los efectos beneficiosos de la dieta ecológica en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), donde participan los servicios de Digestivo, con la facultativa especialista Luisa de Castro Parga; el investigador sénior del IISGS Carlos Spuch y el servicio de Análisis Clínicos del Meixoeiro, cuya especialista Carmen Rodríguez Grandal fue, precisamente, la encargada de presentar ayer en el Club Faro la charla-coloquio que hablaba de dicha investigación en el marco de esta enfermedad emergente. Raúl Vázquez Valleres, coordinador regional de Alimentación Galicia-Asturias de El Corte Inglés, intervino también ya que esta firma colabora, además de Santiveri, con este estudio, aportando los alimentos de una dieta interactiva a base de productos ecológicos que siguen, durante dos semanas, sus participantes.

“Esta historia comienza con un trozo de piña sin digerir encontrado en las heces de una paciente en nuestro laboratorio. Esta mujer, que padecía una enfermedad inflamatoria intestinal, nos dijo que consumió la piña porque había leído que ayudaba a la digestión. Y es correcto, pues la piña contiene bromelina, una encima que incide de forma positiva en la digestión”, dice Carmen Domínguez Grandal. Fue la semilla para este estudio. “Nuestra idea es que mediante el cambio de dieta convencional a una ecológica se ayude a estos pacientes a mejorar su calidad de vida, empleando para ello unos biomarcadores de la inflamación para medir este efecto”, dice la especialista de Análisis Clínicos del Meixoeiro.

“Se abre un nuevo tiempo para la salud de nuestro planeta y, por ende, de todos nosotros”, reflexiona Domínguez. “Hoy (por ayer) aquí ponemos nuestro granito de arena pues, como decía Hipócrates: ‘somos aquello que comemos’; y según el jefe indio Siux Sealth: ‘la tierra no nos pertenece, nosotros le pertenecemos a ella, y lo que le ocurra a ella nos ocurrirá a nosotros”, dijo para dar paso a la especialista de Digestivo del HAC Luisa de Castro Parga. .

“Cuando hablamos de Enfermedad Infeccionsa Intestinal nos queremos referir a dos enfermedades diferentes, que son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, que aunque son distintas, comparten ciertas semejanzas, por ejemplo, los síntomas, los mecanismos de producción y también los tratamientos que empleamos en ellas”, subraya.

“Afectan al intestino, son enfermedades donde hay una inflamación y son crónicas”, añade. La enfermedad presenta períodos de actividad y remisión, y en ocasiones precisa ingresos hospitalarios y cirugías. El objetivo del tratamiento es lograr la remisión (ausencia de síntomas) lo más rápido posible y mantenerla en el tiempo, lo que se consigue en la mayor parte de los casos, pero con necesidad de tratamiento crónico. Por este motivo es una enfermedad con un importante impacto psicológico y en la calidad de vida de los pacientes.

La EII afecta “a toda la población mundial”, pero afirma que los países de mayor frecuencia son los más desarrollados a nivel socioeconómico”. También apunta que “afecta tanto a mujeres como a hombres y a cualquier edad: en la infancia, edad adulta o cuando somos ancianos, aunque hay un pico de máxima incidencia entre los 15 y los 35 años”. La experta dice que “tiene que haber factores ambientales que aumentan esta frecuencia de la enfermedad”.

“La frecuencia de ambas enfermedades (colitis ulcerosa y Crohn) estaría en 10 casos nuevos por cada 100.000 habitantes y año por cada una de las enfermedades y en el Álvaro Cunqueiro todos los años atendemos aproximadamente unos 100 pacientes nuevos, que se unen a los de los años anteriores, ya que es una enfermedad crónica”. Lo menos estudiado, por ahora, es el motivo por el que se producen estas enfermedades, pero se constata que los pacientes de EII tienen “alteraciones en algunos genes relacionados con la inmunidad”, aunque no llega con eso: “Falta algo que la desencadene”. Sobre el papel que tiene la dieta en las EII se “conoce todavía muy poco”, de ahí la importancia de este estudio.

El investigador sénior del IISGS Carlos Spuch inció entonces su turno hablando de la dieta ecológica, aquella cuyos productos están libres de cualquier químico: “De la salud del suelo depende nuestra salud”, dice para explicar el sello ecológico que regula en Galicia estos productos (Craega) para abrir, a continuación, una reflexión sobre los efectos de los pesticidas y los herbicidas en el suelo y, en consecuencia, en nuestro organismo. Aquí, menciona el glifosato, desgranando varios estudios sobre su uso. “Los herbicidas y pesticidas que estamos usando son un refinado químico que vienen de los organofosforados que se usaron en la Segunda Guerra Mundial como armas”, advierte. “Uno de los más recientes es el DTT (actualmente prohibido), que lo hemos inhalado todos alguna vez, y que se usaba como insecticida”, destaca. “Eso era el agente naranja que usaban los americanos en Vietnam”, desvela.

“Uno de los centros de estudio que estamos teniendo ahora en la neurociencia es ver qué pasa en el cerebro en diferentes patologías psiquiátricas y neurológicas y una cosa que se empezó a ver desde hace unos 10 años es que el sistema digestivo es muy importante en lo que está pasando en nuestra cabeza”, subraya. “Se está viendo que lo que está ocurriendo en el intestino tiene mucha repercusión en el cerebro”, dijo antes de desglosar nuevos estudios científicos al respecto.

Finalmente, Raúl Vázquez Valleres, de El Corte Inglés, cerró la intervención presentando “un proyecto del que nos sentimos muy orgullosos”: La Biosfera, con más de 1.500 productos ecológicos, obtenidos por métodos tradicionales, sin usar sustancias químicas y mediante procesos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. “El producto ecológico seguirá creciendo en nuestra casa en los próximos años”.