Un vínculo más allá de los genes

La epigenética, clave en el abordaje del duelo genético en los progenitores que recurren a tratamientos reproductivos

Óvulos congelados en una
clínica de reproducción 
asistida.   | // MARTA G. BREA

Óvulos congelados en una clínica de reproducción asistida. | // MARTA G. BREA / M. González

M. González

M. González

Se estima que “alrededor del 10% de los bebés que nacen en España proceden de tratamientos de reproducción y este país lidera el número de procedimientos reproductivos realizados en Europa (más de 150.000 al año), realizándose más de un tercio de ellos con gametos donados”. Pese a esto, existe un cierto tabú en torno a este tema que, en ocasiones, puede derivar en un proceso de duelo genético, con manifestaciones, incluso, de tristeza, dolor, ansiedad o depresión.

“Cuando una pareja acude a un centro de reproducción y es informada de que para poder tener un hijo ha de renunciar a la transmisión de su información genética, bien de la mujer, bien del varón o de ambos, se produce un gran impacto emocional, ya que, de modo general, se asume que todas las personas tendremos hijos biológicos”, apunta la médica especialista en Medicina Reproductiva Ana Pereda. “Una vez recibido el diagnóstico, esta situación denominada duelo genético puede generar un intenso dolor psíquico y un sentimiento de pérdida irreparable y de frustración”, prosigue la especialista coruñesa de Clínicas Eva. “En España, la donación de gametos está permitida por la ley desde hace décadas, por lo que el diagnóstico de esta entidad no es nuevo, aunque actualmente, y gracias a la mayor visibilidad de las personas que se someten a estas técnicas reproductivas, así como al número creciente de procedimientos realizados, el término ‘duelo genético’ comienza a ser conocido por la población general”, expone.

Un vínculo más allá de los genes

Un vínculo más allá de los genes / M. González

“La aceptación de la recepción de gametos donados (ovocitos, espermatozoides o ambos) conlleva un dilema psicológico. Es por ello que los especialistas en Medicina de la Reproducción aconsejamos a nuestros pacientes tomarse un tiempo de reflexión”, apunta la especialista. “En este periodo, es fundamental el diálogo, la solicitud de información y resolución de dudas, la exploración de los sentimientos y, finalmente, la toma de decisiones en pareja. Para ello, un elevado número de clínicas de reproducción cuentan actualmente con psicólogos especialistas en este campo que disponen de herramientas para ayudar a las parejas en este proceso”, subraya.

“Se requiere de dolor emocional para llorar lo perdido (ser madre a través de tu propia genética), para aceptar y recibir la nueva situación (ser madre a través de, por ejemplo, la donación de óvulos)”

Para Isabel Vielsa, directora médica de Clínicas Eva, este duelo genético “aparece, sobre todo, porque el paciente lo vive a veces como una pérdida en su capacidad reproductiva; otras, como un fracaso y con miedo a lo desconocido”. Para la psicóloga la Clínicas Origen Pilar Conde, se trata de un diagnóstico sobre el que “no existe mucha visibilidad, pero que en ciertos casos puede requerir la asistencia de profesionales de salud mental”. “Se requiere de dolor emocional para llorar lo perdido (ser madre a través de tu propia genética), para aceptar y recibir la nueva situación (ser madre a través de, por ejemplo, la donación de óvulos)”, explica. Según Conde, para la mujer será más sencillo alcanzar la aceptación de esta situación, ya que “el vínculo emocional se comienza a forjar previo al nacimiento”, facilitando el procesamiento del duelo genético.

Para Ana Pereda, “la incidencia del duelo genético podría ser, posiblemente, mayor entre la población femenina”. Y esgrime varias causas: “La primera, puramente biológica, pues la mujer es la gestante y la que da a luz y puede generar un conflicto en su interior entre carga genética y maternidad; esto es, entre dar vida y tener un hijo. La segunda, de índole cultural, pues la incapacidad para concebir se ha achacado de manera tradicional a la mujer, aunque esta aseveración no es cierta. Aún así, la situación de duelo genético puede presentarse tanto en hombres como en mujeres”.

También cabe destacar dos situaciones diferenciadas. “La que comprende a las mujeres o parejas con fracasos reproductivos previos: años sin lograr el embarazo de modo espontáneo, tratamientos reproductivos no exitosos, pérdidas gestacionales recurrentes...; este subgrupo de pacientes, debido al largo camino ya realizado para conseguir un hijo, tienen una aceptación más temprana de las donaciones de gametos. La segunda comprende a las mujeres o parejas en las que, tras la realización de los estudios básicos iniciales, reciben de entrada el consejo de la recepción de los gametos donados; para este grupo de pacientes esta noticia constituye un verdadero shock psicológico y precisan de un tiempo de reflexión, maduración y decisión mayor”, afirma Pereda.

Las mujeres o parejas en las que, tras la realización de los estudios básicos iniciales, reciben el consejo de la recepción de los gametos donados constituye un verdadero shock psicológico y precisan de un tiempo de reflexión, maduración y decisión mayor”

El vínculo afectivo que se crea entre los progenitores y su bebé puede ser la mejor de las medicinas en este proceso. “Es muy importante explorar con la pareja el significado de la maternidad y la paternidad, entendiendo ambas como la relación de amor, cuidado, protección y educación de los hijos más que el lazo genético; en estas parejas, la donación de gametos puede brindarles la oportunidad de vivir toda esta experiencia que, de otro modo, no sería posible”, indica.

Por eso se antoja tan importante la epigenética en la construcción de la identidad familiar. “Literalmente, “epigenética” significa “más allá de la genética”. Si la genética es la escritura, la epigenética sería los signos de puntuación; es decir, lo que da sentido y modula la escritura. Se ha demostrado que ya durante el período preimplantacional y a lo largo de la gestación existe una comunicación bidireccional entre la madre y su embrión. Esta relación tan íntima se establece mediante el intercambio de fragmentos de material genético denominados microRNA mensajeros que van a modular los genes tanto maternos como fetales de tal manera que, sin modificar la secuencia de DNA, la madre determinará ciertas características fenotípicas, psicológicas y de salud general de su futuro bebé”.

Las madres con óvulos donados deben saber que la información genética del niño se modifica durante la gestación

“Las madres con óvulos donados deben saber que la información genética del niño se modifica durante la gestación”, afirma la bióloga de EVA Ana de la Encarnación: “La epigenética tiene un papel fundamental en la madre gestante ya que controla toda la formación y la lectura del genoma del nuevo bebé; de ahí que este se parezca tanto a la madre gestante”.

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