China notifica casi 60.000 muertes por COVID en un mes

El 90% de los fallecidos tenía más de 65 años y otras dolencias

Dos mujeres chinas, a su llegada al aeropuerto de Barcelona. |   // FERRÁN NADEU

Dos mujeres chinas, a su llegada al aeropuerto de Barcelona. | // FERRÁN NADEU / REDACCIÓN/agencias

REDACCIÓN/agencias

China confirmó ayer casi 60.000 muertes relacionadas con el COVID-19 en poco más de un mes, la primera cifra importante de fallecidos publicada por el gobierno desde que flexibilizó en diciembre sus estrictas medidas sanitarias.

En concreto, entre el 8 de diciembre de 2022 y el 12 de enero de 2023 se han registrado un total de 59.938 muertes relacionadas con el COVID-19 se registraron, declaró en una rueda de prensa Jiao Yahui, jefa de la oficina de administración médica de la Comisión Nacional de Salud. Este balance no contabiliza los fallecimientos registrados fuera de los hospitales.

La cifra incluye 5.503 muertes causadas por insuficiencia respiratoria debida directamente al virus, y 54.435 muertes causadas por enfermedades subyacentes combinadas con el COVID, explicó Jiao. Según las autoridades sanitarias, la edad media de los fallecidos es de 80,3 años y más del 90% de las víctimas mortales tenían más de 65 años. La mayoría sufría enfermedades subyacentes.

Cada vez más países, principalmente de Asia, pero también Estados Unidos y países europeos, se muestran preocupados por la falta de información y transparencia en torno a las cifras de los contagios chinos. China ha sido acusada de no declarar todas las muertes causadas por el virus desde que abandonó su política “cero COVID”.

Desde diciembre el gobierno chino cuando permite que los contagiados asintomáticos o con síntomas leves pueden cumplir la cuarentena en su domicilio bajo algunas condiciones no aclaradas. Tampoco hay desde entonces tests masivos necesarios para hacer vida diaria y los encierros son levantados tras cinco días sin contagios y en ningún caso se podrán utilizar vallas que obstaculicen las salidas de los edificios.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró la semana pasada que China no está dando cifras completas de fallecidos por COVID en el actual brote, lo que impide saber el verdadero alcance de la enfermedad incluso a nivel global.

China defiende que ha compartido sus datos “de forma abierta, puntual y transparente” desde el inicio de la pandemia, y ha pedido a la comunidad internacional que evite “politizar la pandemia” a raíz de las restricciones impuestas a los viajeros procedentes del país asiático, como la exigencia de algunos países de presentar pruebas PCR antes de viajar.

Según un estudio de la Universidad de Pekín, alrededor de 900 millones de personas se han contagiado ya por COVID en China después de que el país desmantelara la política de ‘cero covid’ y apostara por un control más laxo de la pandemia.

No obstante, otros expertos chinos creen que el pico de incidencia de casos de COVID en China continuará “hasta febrero o marzo”, tal y como vaticinó recientemente el exjefe de epidemiólogos del Centro de Control de Enfermedades de China Zeng Guang.

La OMSa cree que el aumento de casos de coronavirus en China no debería afectar a Europa de forma “significativa”, debido a que las variantes circulando en ese país ya están en el continente.

“Compartimos la visión del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) de que no se prevé que el actual brote en China vaya a tener un impacto significativo en la situación epidemiológica del COVID-19 en la región europea en este momento”, dijo en rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge, la semana pasada.