Varias hipótesis

¿Existió de verdad la estrella de Belén? Estas son las posibles explicaciones científicas

A lo largo de los años son muchas las teorías que se han propuesto para intentar explicar este fenómeno astronómico

¿Existió de verdad la estrella de Belén? Estas son las posibles explicaciones científicas.

¿Existió de verdad la estrella de Belén? Estas son las posibles explicaciones científicas.

Valentina Raffio

Hay quien dice que los Reyes Magos de Oriente eran, en realidad, astrónomos babilonios que perseguían el rastro de un misterioso resplandor en el cielo. ¿Pero qué era exactamente aquello que perseguían? ¿Existió de verdad o solo era un recurso literario para ilustrar el nacimiento de Jesús? ¿Acaso es esta la historia de una estrella fugaz, un cometa o una supernova que deslumbró el firmamento hace dos milenios? Hace décadas que esta pregunta ha intrigado a los expertos y, a lo largo de los años, son muchas las teorías que se han propuesto para intentar explicarlo. En el mismísimo Vaticano, de hecho, hay un observatorio astronómico dedicado al estudio científico de estos fenómenos. Así que, sin más dilación, empecemos a seguir el rastro de esta curiosa historia.

La conocida como estrella de Belén (la verdadera protagonista de esta historia) apareció, según el Evangelio de Mateo, poco después del nacimiento de Jesús. Es decir, alrededor del 25 de diciembre. Se dice que su luz era tan brillante que llamó la atención de Melchor, Gaspar y Baltasar y guio durante varios días sus pasos hasta que, alrededor del seis de enero, llegaron al lugar de la natividad. ¿Pero qué clase de fenómeno astronómico puede producir este tipo de efectos?

Algunas teorías apuntan a una curiosa conjunción de planetas, otras hablan de una supernova y otras incluso apuntan al paso de un cometa como el Halley. Eso sí, todas las teorías dependen de la fecha exacta en la que se sitúe exactamente el nacimiento de Jesús. Y sí, todas difieren sobre el día, el año e incluso la estación en la que se produjo el evento.

¿Conjunción de planetas?

Una de las primeras teorías propuestas para explicar este fenómeno sugiere que la estrella de Belén era, en realidad, una conjunción de planetas. En 1964, el astrónomo Alemán Billy Tatun apuntó que aquello podía haber sido una conjunción de Júpiter y Saturno que ocurrió en el año 7 antes de Cristo (y que, de hecho, había observado el mismo Kepler). También hay teorías que relacionan la estrella de la Natividad con una brillante alineación entre Júpiter, Mercurio, Venus (y probablemente Urano) registrada entre los años 3 y 2 a.C. (aunque, en este caso, todo apunta a que se produjo más bien en verano).

También hay quien defiende que la estrella de Belén era, probablemente, una espectacular supernova observada alrededor del año 5 a.C. por varios equipos de astrónomos chinos y coreanos. Según los relatos de la época, la estrella apareció de la nada y casi de inmediato se convirtió en un punto muy luminoso en el cielo que se pudo observar desde todos los rincones del lejano Oriente.

La otra gran teoría (mucho más espectacular aunque menos fidedigna) es que fue ni más ni menos que el cometa Halley, que hacia el año 12 a.C. pasó por la Tierra y alumbró el firmamento durante meses. La típica imagen de la estrella de Belén como un astro brillante con una larga cola recuerda más a un fenómeno de este tipo que no a los otros descritos por otras teorías (aunque, claro, eso no le suma credibilidad a la hipótesis).

No fue el cometa Halley

En toda esta maraña de teorías, el astrónomo Mark Kidger ha intentado poner orden para entender qué planteamientos tienen realmente sentido y cuáles son simples especulaciones. "Hay hipótesis que se pueden descartar de inmediato", comenta el experto, del Instituto de Astrofísica de Canarias, en un extenso artículo publicado sobre la cuestión. Kidger argumenta que es imposible que fuera una supernova, el cometa Halley o un meteoro. Sobre esto último recuerda que "un meteoro suele durar, como mucho, pocos segundos pero nos hace falta creer que estos segundos de visibilidad fueron suficientes para llevar los Reyes Magos a través de cientos de kilómetros de desierto inhóspito".

¿Entonces cómo se explica el brillo que, según la Biblia, anunció el nacimiento de Jesús? "Siempre suponiendo que la estrella existió de verdad, las explicaciones más creíbles implican a solo dos (o tal vez tres) fenómenos observados en los años anteriores a la muerte del Rey Herodes", concluye el análisis del astrónomo. El experto considera que la conjunción de Júpiter y Saturno del 7 a.C., la supernova observada en el 5 a.C. y, quizás, la curiosa ocultación de Júpiter tras la Luna que dio protagonismo a la constelación de Aries observada en el año 6 a.C.

Según argumentan varios análisis publicados hasta la fecha, lo más probable es que aquel misterioso brillo que alumbró el cielo hace dos milenios pudo haber sido una conjunción de varios fenómenos astronómicos. Un análisis del astrofísico Grant Mathews, de la Universidad de Notre Dame, sugiere que podría haber incluso sido un alineamiento de las constelaciones de Aries, Piscis y Tauro junto a Júpiter, la Luna y Saturno que ocurrió hace unos dos milenios y que, según sus cálculos, volverá a ocurrir en medio millón de años

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