Ciencia

Italia busca seres vivos ultrarresistentes para entender si se puede sobrevivir en otros planetas

El proyecto 'Life in Space', liderado por astrobiólogos, ha recibido 3,5 millones de euros

Los Campos Flégreos son una zona volcánica situada en Nápoles.

Los Campos Flégreos son una zona volcánica situada en Nápoles.

Irene Savio

Las preguntas son las mismas de siempre. ¿Existen los extraterrestres? ¿Podremos un día vivir fuera de la Tierra? En Italia, un grupo de expertos en astrobiología, rama científica que busca formas de vida en la Tierra capaces de sobrevivir en otros planetas, está multiplicando sus esfuerzos a través de una serie de investigaciones que trabajan para dar respuestas al primer interrogante. 

Un ejemplo es el de los Campos Flégreos. Por lo que a ecosistemas se refiere, el supervolcán de esta zona, ubicado cerca de Nápoles, es un ambiente interesante. Pese a sus temperaturas superiores a los 70ºC, alberga vida. Lo que incluye las árqueas, un microorganismo procariota unicelular que se ha transformado en el objeto de estudio de Marco Moracci, profesor de la Universidad Federico II. 

La razón es que Moracci piensa que la energía que alojan los sistemas volcánicos terrestres podría ser aún más valiosa en sitios con menos nutrición y luz, como la luna Europa de Júpiter, un satélite qu

El hongo marciano

Pero Moracci no es el único con estas ideas en Italia. Tanto es así, que sus estudios integran Life in Space (Vida en el espacio), proyecto que reúne varias investigaciones de astrobiología de universidades e institutos italianos. Los coordina Silvano Onofri, docente de botánica sistemática de la Universidad de la Tuscia, quien trabaja con equipos integrados por astrónomos, biólogos, químicos, físicos, genetistas y médicos.

e parece esconder un gran océano salado cubierto por kilómetros de hielo. O también la luna Encélado de Saturno, que posee un gran mar de agua líquida bajo una corteza helada. "Estamos intentando entender cuál es el mejor momento para observar las árqueas. Y tenemos datos muy interesantes sobre esto", explica Moracci. 

Onofri descubrió en 2005 el Cryomyces antarcticus. Este es un pequeño hongo que vive en uno de los ambientes más hostiles que se conocen: las rocas antárticas, muy pobres en agua y constantemente bajo temperaturas polares. Lo que se asemeja al clima en Marte. Por eso, el hongo fue sometido a condiciones extremas en sistemas que simulan el contexto en el espacio o en la superficie de otros planetas, y expuesto a radiación cósmica. Y sobrevivió. Razón por la que el grupo de investigadores de Onofri intenta ahora entender cómo es posible. 

"Lo metimos en una cámara que simula la atmósfera de Marte, donde hay una bajísima disponibilidad de agua líquida y para periodos breves. Y, sin embargo, el hongo logró metabolizar", ha explicado Onofri al semanario italiano 'L'Essenziale'. De ahí tal vez que su proyecto recibirá próximamente 3,5 millones de euros, fondos principalmente procedentes de la Agencia Espacial Italiana (ASI).

Cómo sobrevivir en el espacio

Otro caso es el de Laura Silva, del Instituto Nacional de Astrofísica de Trieste, que colabora con la Agencia Espacial Europea y la Nasa estadounidense. Sus indagaciones se llevan adelante a través de modelos informáticos que buscan entender en qué condiciones un planeta puede albergar formas de vida. 

Pero también está la investigación de Nadia Balucani, de la Universidad de Perugia, que, en este caso, se concentra en el estudio de gases polvos interestelares en los que nacen las primeras señales químicas de vida. Mientras que Daniela Billi, astrobiologa de la Università di Tor Vergata, en Roma, se está concentrando en el análisis de cianobacterias, que también han sobrevivido a las condiciones similares de Marte. 

De ahí de que la hipótesis sea que estas bacterias, que llevan solas a cabo la fotosíntesis, también puedan ser una de las claves para entender cómo sobrevivir en el espacio o cómo modificar el clima de Marte para que su aire sea respirable. "Hemos hecho estos experimentos durante un año y medio, y hemos visto que son capaces incluso de reparar su ADN", ha contado Billi.