Cara y cruz de un mundo que peina canas

El envejecimiento de la población es el resultado de los éxitos médicos, aunque también responde a otros factores, como la caída de la natalidad y el aumento del éxodo laboral

Cara y cruz de un mundo que peina canas

Cara y cruz de un mundo que peina canas

La alta esperanza de vida que registra España la sitúa desde hace años entre los países del mundo con una población más envejecida. Según las proyecciones de población para el periodo 2022-2072 del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales, en 2037 la población española de 65 y más años supondrá el 26,0% del total. Por comunidades autónomas, según la proyección de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), Asturias, Castilla y León y Galicia serán las regiones más envejecidas de toda la UE a partir de 2030 y, sobre todo, entre 2040 y 2050. En ese periodo, la edad media de la población podría alcanzar los 56,8 años en Galicia.

Retomando las proyecciones del INE para el periodo 2022-2072, la esperanza de vida al nacimiento alcanzaría en 2071 los 86 años en los hombres y los 90 en las mujeres, con una ganancia de 5,8 y de 4,2 años, respectivamente, respecto a los valores actuales. Por su parte, la esperanza de vida para las personas con 65 años en 2071 sería de 22,7 años para los hombres (3,7 más que actualmente) y de 26,3 para las mujeres (3,2 años más).

La alta esperanza de vida que registra España y la disminución de la mortalidad y morbilidad pueden interpretarse como un éxito del Sistema Nacional de Salud (SNS) por la atención proporcionada. Sin embargo, el parámetro sanitario no es el único que explica el envejecimiento demográfico. Las bajas tasas de natalidad y el éxodo laboral hacia otras regiones con más empleo inciden directamente en la inversión de la pirámide poblacional en España.

"La pandemia ha orientado el modelo sanitario hacia la atención inmediata"

Francisco José Sáez - Soc. Española de Médicos de Familia

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Según Francisco José Saéz Martínez, coordinador del Grupo de Trabajo en Cronicidad de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), estas causas, y en especial los flujos migratorios, tanto internos como externos, son los que condicionan qué comunidades autónomas están más envejecidas. “Los éxitos sanitarios y el desplazamiento de la población son los que señalan, dentro de la España vaciada, el alto grado de envejecimiento y, sobre todo, su aumento progresivo hasta 2050, año en que se prevé que descenderá el envejecimiento nacional, sobre todo por el descenso de la población, como nos informa el INE”, expone.

Por su parte, José María Faílde, presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), recuerda que en poco más de un siglo la esperanza de vida ha pasado de los 34 años (a principios del siglo XX) a los casi 84 años (80,42 para los hombres y 85,86 para las mujeres) en la actualidad. En cuando a Galicia, añade, sin embargo, que hay otros factores que influyen en el hecho de sea una de las tres comunidades más envejecidas de España y una de las más envejecidas de Europa. “Más allá de la posible influencia de la genética, nuestro estilo de alimentación (dieta atlántica y mediterránea), los estilos de vida y las condiciones de vida (entorno social y ambiental) son variables que, sin duda, influyen en este proceso. Sin embargo, es necesario profundizar en su estudio, pues es muy poco lo que sabemos del ‘sobreenvejecimiento’ y de por qué Galicia es uno de los lugares del mundo con las tasas más altas de personas centenarias”, dice.

Para los expertos, el hecho de que la gente viva más años es positivo. Sin embargo, entienden que la inversión de la pirámide poblacional no solo se debe a los avances médicos, sino que es resultado de las políticas demográficas y de natalidad. “El fomento de la natalidad está en boca de todos, pero ¿qué facilidades tienen las mujeres para conciliar su trabajo con tener hijos?, ¿qué ayudas se dan a las familias? Ninguna”, critica Jesús Sueiro, portavoz de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (AGAMFEC).

“Para garantizar una vida de calidad en la vejez son precisos más recursos”

Jesús Sueiro - Asoc. Galega de Medicina Familiar

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Asimismo, el envejecimiento demográfico trae pareja una serie de desafíos para los que el sistema sanitario no está preparado. En este sentido, Sáez asegura que si se pretende que el Sistema Nacional de Salud (SNS) sea sostenible es preciso un modelo sanitario más preparado para afrontar la prevención y la gestión de condiciones de salud crónica y que no prime la inmediatez. “Pero la pandemia y la orientación política hacia la cortedad de las actuaciones, no más allá de los cuatro años electorales, han quebrado esta orientación y en este momento lo único que destaca es la digitalización del sistema sanitario público y la potenciación de las urgencias y los hospitales como fuentes de atención inmediata de las patologías, consiguiendo aumento de votos. Ello está generando un cuadro de crisis importante en el SNS, que se está convirtiendo en un aumento de pacientes en el sistema sanitario privado y en conceptos de atención sanitaria de ‘supermercado’, con aumento de la mortalidad y disminución de la esperanza de vida de forma importante en 2020 y 2021 (casi dos años menos, de los 87 a los 85 en las mujeres y de los 79 a los 80 en los hombres, según datos del INE)”, argumenta.

En este sentido, Sueiro añade que, paralelamente a la población, también envejecen las plantillas sanitarias y que no hay preparado un relevo para atender al aumento de pacientes mayores, la mayor parte, pluripatológicos. “Vivimos más años, pero muchas veces los últimos años son de una pérdida de función tremenda y de una calidad de vida más que cuestionable. No hay ningún medicamento que cure la fragilidad. Para garantizar una vida de calidad en la vejez es preciso poner más recursos en el ámbito sociosanitario y coordinar mejor las políticas sanitarias con las sociales. No se trata de echar años a la vida, sino vida a los años”, afirma.

Asimismo, el médico gallego señala que el envejecimiento no es una cuestión exclusivamente médica y que muchos pacientes mayores tienen aparejados problemas sociales, como la soledad no deseada, por lo que se requieren políticas sociosanitarias activas.

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Según José María Faílde, uno de los mayores desafíos de la gerontología es lograr que se incluya el envejecimiento y sus impactos en la agenda prioritaria de las políticas públicas con líneas concretas de intervención. “Es importante que tanto desde el punto de vista sanitario, como económico y social se actúe con proactividad y no como lo estamos haciendo en muchos casos ‘con inacción’, reaccionando tarde o de modo reactivo a los problemas que se van planteado”, afirma. Asimismo, aboga por proteger los derechos de los mayores, combatir los estereotipos, los prejuicios y la discriminación ‘viejista’ y, detectar, prevenir y erradicar la soledad no deseada. “El edadismo y la soledad no deseada tienen graves impactos en la salud de las personas mayores”, advierte.

Por su parte, Francisco José Sáez habla de un pacto político y social para preservar el sistema sanitario. Un pacto que pasa por el “rediseño del sistema y de su potenciación para que los profesionales sanitarios no ‘huyan’ a otros países”, por la compensación del aumento de las jubilaciones, la actualización de la Estrategia de Cronicidad –después de diez años hay cambios importantes en patologías que no están incluidas– y por la valoración de nuevas, como el COVID persistente, entre otros aspectos.

La transición demográfica requiere también, según Jesús Sueiro, de ciudades más saludables, con menos barreras y más zonas peatonales, y acciones encaminadas a mejorar la calidad de los últimos años de vida.

José María Faílde

José María Faílde / FdV

“Todos los hospitales gallegos deberían tener servicio de Geriatría”

Para José María Faílde, presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría de Galicia (SGXX) desde el pasado mes de junio, el nivel y proyecciones de envejecimiento de la comunidad gallega son una oportunidad para ensayan políticas públicas “valientes y pioneras” que vayan a la vanguardia para afrontar el envejecimiento poblacional de la Unión Europea.

-La longevidad es un éxito de los avances médicos y del sistema sanitario, pero ¿está preparado este para hacer frente al envejecimiento poblacional?

-El envejecimiento poblacional, por cuanto que significa que los individuos viven más años, es sin duda, un éxito de las políticas de salud pública y del desarrollo socioeconómico . No obstante, esta situación lleva consigo una serie de desafíos que deben ser atendidos de forma proactiva, al objeto de evitar que esta situación se tornen en una situación que ponga en riesgo el sistema de bienestar y merme la calidad asistencial del sistema de salud.

–¿Cómo debe afrontar la sanidad el reto del envejecimiento ?

–Insisto en que es necesario un enfoque proactivo. Por ejemplo, se requiere, entre otros muchos aspectos, que todos los hospitales gallegos cuenten con servicios de Geriatría, que se implanten unidades de cuidados intermedios, servicios de rehabilitación geriátrica, que se potencien los servicios comunitarios para fomentar el envejecimiento activo, que se incrementen los recursos destinados a que las personas puedan, en la medida de lo posible, envejecer en su propio entorno y cuando sea necesario en centros residenciales que permitan la interacción con el entorno próximo y se asemejen lo más posible a hogares y a los modos de vivir habituales de los individuos.

"Es positivo que la gente viva más, pero es necesario el fomento de la natalidad"

–¿Hoy estaría preparado?

–Con sinceridad, en mi humilde opinión, aunque reconozco que se están dando pasos importantes, creo que todavía estamos muy lejos de la situación deseada. Por ello, desde la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría queremos introducir en la agenda política la necesidad de incrementar los recursos de atención geriátrica, pues actualmente solo dos provincias cuentan con servicios especializados de geriatría, uno ubicado en el Hospital Meixoeiro de Vigo y el otro en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo. El actual nivel de envejecimiento de la población gallega y su proceso de envejecimiento futuro son una oportunidad para que se ensayen políticas públicas valientes y pioneras, que sean la avanzadilla de vanguardia para afrontar el envejecimiento poblacional que sufrirá el conjunto de la Unión Europea en las próximas cuatro décadas.

–¿Cómo frenar el envejecimiento de Galicia?

–Creo que debemos diferenciar dos aspectos. Por una parte, es muy positivo que las personas vivan más años y de modo especial, con mejor calidad de vida y menores tasas de dependencia. Es decir, que se incremente la esperanza de vida saludable. Por otra, sí es necesario que se adopten medidas para equilibrar el envejecimiento poblacional, pues este puede provocar disfunciones en el sistema. Entre otras medidas, es necesario el fomento de la natalidad, lo cual implica apostar por políticas que incrementen el desarrollo socioeconómico, la mejora de oportunidades para los jóvenes y la conciliación familiar, entre otras muchas.

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