En los últimos días, en el ámbito de la meteorología se viene hablando de la posible ruptura del vórtice polar en las próximas semanas. Este fenómeno, que todavía no es seguro, podría tener varias consecuencias sobre el tiempo en la península ibérica en la transición del otoño al invierno. Para los ajenos a la terminología científica, la expresión puede remitir directamente a un frío propio del Polo Norte, pero que esas temperaturas gélidas se materialicen en Galicia no es seguro y depende de varios factores. De momento, de hecho, las previsiones a dos semanas vista no indican que vaya a llegar una ola de frío.

Ante las dudas generadas en las últimas horas, la Agencia Española de Meteorología (Aemet) ha aclarado sus previsiones para las próximas fechas. Las anomalías en el noroeste peninsular serán opuestas a las que se está especulando: habrá jornadas más cálidas y más lluviosas de lo habitual para esas fechas. Es decir, una vez pase esta semana, Galicia recuperará una meteorología similar a la de octubre y noviembre.

"Esta semana será un poco más fría de lo habitual en el norte peninsular y más templada en el sur; las dos semanas siguientes serán claramente más cálidas de lo normal en todo el país. No hay a la vista, por lo tanto, una ola de frío en España", ha explicado la Aemet.

En concreto, en Galicia entrará esta madrugada un frente que dejará lluvias hasta la tarde de mañana, miércoles. Luego se retomará el tiempo anticiclónico, con sol y temperaturas mínimas en descenso. Será a partir del fin de semana cuando se empezará a notar el cambio de patrón meteorológico.

Durante la semana que viene, la del puente de la Constitución, las borrascas circularán por las latitudes de la península, con vientos ábregos —provenientes del suroeste, templados y húmedos— y lluvias casi generalizadas. En la comunidad gallega, en particular en las Rías Baixas, se podrán registrar entre un 30 y un 60 por ciento más de precipitaciones que las habituales en esas semanas.

"Quizás este patrón —ha añadido la Aemet— continúe la semana posterior [la del 12 al 18] y siga lloviendo en muchas zonas. La nieve caerá, en principio, en cotas altas.

Desde Meteored también coinciden con este diagnóstico y explican cómo se ha ido debilitando la opción de la llegada de la mediáticamente denominada "Bestia del Este". Para que se cumpla esta situación debe haber una atmósfera estable en el norte del continente asiático, la superficie debe contar con una gran cobertura de nieve y haber un importante anticiclón de bloqueo entre Rusia y Escandinavia.

Esta composición acabaría abriendo un pasillo de vientos del noreste que impulsan la masa de aire frío ruso sobre España. "Hace unos días parecía que todos estos criterios se iban a cumplir, pero hoy ya se trata de un escenario poco probable en el medio plazo", comentan.

¿Qué es un vórtice polar estratosférico?

El vórtice polar se denomina a una estructura de escala planetaria de circulación atmosférica circumpolar, que se ubica en latitudes medias o altas.

A veces en invierno se producen roturas del vórtice polar estratosférico asociadas a calentamientos repentinos, y en estos momentos, "las piezas del puzle atmosférico" encajan con una posibilidad, más alta que de costumbre, de rotura del vórtice polar estratosférico", aunque todavía es pronto para saber si sucederá finalmente, según el portavoz de la agencia Rubén del Campo.

  • ¿Qué es un vórtice polar estratosférico? Un vórtice polar estratosférico es una estructura circular, un cinturón de viento a gran velocidad, que se sitúa entre 13/15 y 35 kilómetros de altitud, que gira en torno a los polos en niveles altos y que dirige a las borrascas.
  • ¿Qué significa el término “vórtice”? Se refiere a la rotación en contra de las manecillas del reloj que permite que el aire frío se mantenga cerca de los polos. Hay un vórtice en cada polo
  • ¿Por qué se puede romper el vórtice polar estratosférico? En ocasiones la configuración atmosférica de la troposfera de la capa atmosférica que está por debajo de la estratosfera puede dar lugar a una serie de distorsiones en la atmósfera, en la troposfera, que se propagan hacia arriba hacia la estratosfera. Y estas distorsiones provocan un calentamiento súbito estratosférico.
  • ¿De qué nivel de calentamiento hablamos para una rotura? La subida de temperatura puede ser de decenas de grados en poco tiempo, en horas o días, y este calentamiento súbito estratosférico acaba provocando un debilitamiento del vórtice polar, y comienza a circular de manera mucho más lenta y en ocasiones, incluso invierte su sentido de giro o incluso se rompe, y en ese caso, lo que puede ocurrir es que el aire frío confinado en latitudes árticas se libere y se desplace hacia las más bajas, hacia zonas normalmente más templadas y en ese caso, puede dar lugar a una intensa ola de frío en la zona que recibe esa corriente o masa de aire gélido tan frío.
  • ¿Ha sucedido recientemente algo así? Ocurrió, por ejemplo, en Tejas (EEUU), en febrero de 2021, y un poco antes sucedió algo parecido en España; previamente al episodio de Filomena hubo una rotura del vórtice estratosférico que hizo que aire frío de procedencia ártica llegase a España en los días anteriores, lo cual generó el ambiente frío necesario para que después, con la llegada de la borrasca se produjera esa gran nevada.