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Nuevas formas de violencia, materia de trabajo en el aula

El Programa Falamos trabaja en la identificación y prevención de la violencia en el entorno digital con niños, familias y docentes

Paula Rodríguez, ayer en el CEP Neira Vilas. | // R. GROBAS

El Programa Falamos, iniciativa de la OMIX-Oficina de Xuventude Municipal de Gondomar, trabaja desde hace cuatro años con el objetivo de abordar las principales preocupaciones y retos actuales de los niños, sus familias y sus docentes. Este ciclo de charlas, subvencionado por la Deputación de Pontevedra y desarrollado por Anias Formación y Gestión Sociocultural y PersonalMind, es, para la psicóloga que lo imparte, Paula Rodríguez, “la intervención perfecta”: “No puedes cambiar la educación de los chavales si no vas también a sus modelos. ¿Y quiénes son esos modelos? Las familias y los docentes”, dice.

“Que podamos intervenir con familias, docentes y niños desde 6º de Primaria hasta la ESO me parece ideal, porque los formamos en la identificación y prevención de la violencia en el entorno digital, tema de vital importancia en el contexto actual”. Y va más allá: “Tendríamos que empezar también con otros temas, como la educación afectivo sexual y desde edades más tempranas, porque cuando aunamos criterios es mucho más fácil educar”.

El tema que trataron ayer en el CEP Neira Vilas versaba sobre los nuevos tipos de violencia. La charla arrancaba con una pregunta muy directa: “¿Qué es la violencia?”. Todos los alumnos son capaces de reconocerla, en mayor o menor medida, pero cuando se añaden matices (“¿Se puede ser violento sin hacer nada?”), la cosa cambia. “Violencia es cuando alguien te roba tu paz a propósito”, les dice Rodríguez: “La violencia no tiene por qué ser un acto, sino que puede ser simplemente una intención de hacer daño”.

“Cada vez lanzamos mucho antes a los niños y niñas a las tecnologías y pensamos que saben desenvolverse en este medio y están surgiendo formas de maltrato muy sutiles que no identifican como tal. Muchas de ellas no son nuevas, pero ahora se han expandido al estar hiperconectados 24 horas siete días a la semana, con lo que el peligro es mayor”, advierte.

“Cuando hablamos de ghosting, les digo que es una forma de violencia y se quedan de piedra”, constata. “Si tienes una relación intensa con una persona y de repente la cortas sin darle una explicación, esa persona se queda intranquila, le has robado su paz”, argumenta. “No pasa nada si queremos cortar la relación con alguien, pero hay que saber cerrar la puerta y decir adiós. Y eso ellos no lo saben”. Lo mismo con el orbiting: “Agregan a conocidos en redes y siguen todos sus comentarios y publicaciones, pero cuando esta persona intenta hablar con ellos, se apartan. A veces lo hacen por vergüenza, pero no saben que, sin querer, les están haciendo daño al otro”. Hay otros aspectos de los que son ya más conscientes, como el doxing (compartir datos privados a través de las redes sociales). “Lo que no saben es que se autodoxean porque publican dónde van, con quién, suben fotos a las redes con otras personas y no les piden permiso...”, enumera. “Les choca que sea una forma de violencia, en el sentido en el que les roban la paz que supone el anonimato para muchos de ellos, pero es un comportamiento que ya han visto y reconocen”.

La charla trata también sobre el grooming, “que está a la orden del día”: “Los groomers son adultos que se hacen pasar por menores para abusar sexualmente de ellos. Este es el más grave de los aspectos negativos de las redes sociales: son una puerta abierta al engaño y al maltrato”.

“Yo creo que, con estas charlas, estamos dejando un buen poso, pero no es suficiente, porque al final hay comportamientos reiterativos que no vas a eliminar de raíz con una charla, aun así en los cuatro años que llevamos con el programa podemos decir que los resultados son muy satisfactorios”, festeja la experta. Subraya también la importancia de hablar de este tipo de temas en edades todavía más tempranas. “Ves carritos de bebés con un soporte para que el niño vea los dibujos”, pone como ejemplo: “Los adultos hacemos cada vez más uso de ellas y ellos quieren imitarnos: también quieren Facebook, Instragram... Pero les estamos lanzando a este mundo sin enseñarles qué puede pasar”.

El programa incluye charlas para las familias. “Salen muy noqueados. Se dan cuenta de que en ningún momento se plantearon que dejarles un móvil suponga todo esto. Porque hemos descargado la etiqueta de nativo digital en el niño, que tiene curiosidad por el entorno digital, pero no le hemos enseñado competencias para moverse con seguridad en este mundo, y mucho menos para reconocer los riesgos a los que están expuestos”. La psicóloga está convencida de que, tras estos ciclos, las familias toman conciencia de que es “de vital importancia que empiecen a participar de la vida digital de su hijo, pero no desde el espionaje o desde el control, sino desde la supervisión y el acompañamiento”.

Las familias toman conciencia de que es de vital importancia que empiecen a participar de la vida digital de su hijo

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En los institutos hablan este año de que se está volviendo a poner de moda el mito del amor romántico y de que están emergiendo las relaciones tóxico-narcisistas. “¿Eso es una forma de maltrato? ¿No tengo que darle mi contraseña como prueba de confianza? ¿Cómo que los celos no son amor?”, enumera. “Eso también es violencia machista y eso es preocupante, porque hemos invertido mucho para que esto no suceda. En algo nos hemos equivocado”, se lamenta.

La psicóloga cree que sería necesario “revisar los contenidos de los medios de comunicación, revisar ciertos programas o series que están perpetuando de manera muy sutil estereotipos de género y conductas violentas y machistas, y en prime time y en horario infantil. Quizá no estamos fallando en el proceso de formación, sino en los contenidos que permitimos que vean los chavales y que son un escaparate de múltiples modelos de violencia”.

“En la información está el poder”

“En la información está el poder”, afirma Alicia Sestelo, coordinadora de juventud en el Concello de Gondomar a través de la Oficina Municipal de Información Xuvenil. “Información, por supuesto, veraz, exhaustiva y contrastada. Y ese tipo de información escasea, tanto en los adolescentes como en las familias, y es necesario mostrarla para saber que lo están haciendo mal”, afirma. “En estos cuatro años lo que se constata es que hay muchas carencias y es necesario hacer mucho más de lo que se hace. Los profesores nos dicen que no sabían que habían tantos tipos de violencia digital; y los chavales que es algo que hacen pero que no sabían que eso era violencia”, prosigue. Además, “las familias no saben lo que sus hijos hacen o dicen en redes y se asustan. O lo niegan directamente”. La teniente de alcalde y concejala de Sanidad, Igualdad y Bienestar Social, Juventud y Deportes, Nuria Lameiro, apunta que el programa incluye 17 charlas formativas en todos los colegios de Gondomar, en los dos institutos y dos para padres y madres. “El proyecto nació porque desde el Centro de Salud, los orientadores y la educadora familiar empezaron a detectar la presencia de ciberacoso. De hacer cuatro charlas hoy estamos en 17 y de cinco padres y madres participantes hemos pasado a 50”, subraya.

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