Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La cuñada del Chicle, sobre la violación: “Me cogió el móvil, sacó un cuchillo y me amenazó”

La hermana gemela de la mujer de Abuín siente “vergüenza” por lo ocurrido cuando tenía 17 años | El acusado lo niega, aunque reconoce que la relación entre ambos era “tensa”

José Enrique Abuín, el Chicle, en la sala de la Audiencia. | // V. ECHAVE

José Enrique Abuín, el Chicle, condenado por el crimen de Diana Quer, se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia de A Coruña. Y escuchó y vio a través de una pantalla cómo su cuñada, Vanesa Rodríguez, que lo denunció en 2005 por una supuesta violación cuando ella era menor de edad, relataba lo vivido hace 17 años. “Me cogió el móvil, sacó un cuchillo y me amenazó”, declaró en la primera de las tres sesiones del juicio, desde otra sala de los tribunales y acompañada de una amiga. Ante el juez, el Chicle negó los hechos. También intervinieron otros 14 testigos, un médico forense y dos psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que realizaron un informe sobre la víctima.

Juan Carlos Quer atiende a los medios, ayer. | // VÍCTOR ECHAVE

El primero en declarar fue Abuín, con la mascarilla puesta hasta que fotógrafos y cámaras abandonaron la sala. Después, pidió que se refiriesen a él como José Enrique y no por su alias mediático y que se le retirasen las esposas: “No soy agresivo, no voy a hacer ninguna tontería”. El Chicle, que cumple condena por el asesinato de Diana Quer, solo reconoció que la relación con su cuñada, hermana gemela de su mujer, era “tensa” porque le había “acusado de cosas que no habían pasado”, en referencia a unos episodios del año anterior a la supuesta violación, cuando la joven aseguró que se había propasado con ella. El acusado, al que la Fiscalía y la acusación particular piden 15 años de cárcel por un supuesto delito de agresión sexual, negó esos hechos y también la violación por la que de nuevo tiene una cita con la Justicia.

Sobre aquella mañana del 17 de enero de 2005, José Enrique Abuín contó que no vio a su cuñada sino que llevó a su mujer a trabajar y después fue al banco, pues tenían “problemas de dinero” y necesitaba solicitar un préstamo. “En la cuenta no tenía dinero, estaba a cero”, dijo, y aclaró que “no” entró a la entidad bancaria porque no estaba el director, por lo que se fue a trabajar. Sí reconoció que en aquel momento llamó al móvil a “una de las hermanas” de su mujer, pero afirmó que no recuerda a cuál, para decirle que a mediodía iría a devolverle un dinero que le debía a su suegro. Según él, fue el único contacto que tuvo aquella mañana con Vanesa Rodríguez.

El fiscal le preguntó si tuvo alguna relación sexual con ella, consentida o no consentida, y Abuín lo negó tajantemente. Explicó, además, que desde que salió de la cárcel, donde estuvo tres meses y 27 días por este caso, tardó “7 u 8 meses en dirigirle la palabra” a su cuñada. Luego, consiguieron tener “una relación medianamente normal”.

“Me sentí mal”

En su declaración, Vanesa Rodríguez, acompañada de una amiga y en una sala aparte, recordó las consecuencias de aquel suceso: “Me sentí mal, como una vergüenza que sigo teniendo. No soy capaz de hablar de ello”. Su abogado, Jacob del Río, expuso al acabar que la víctima, que estaba “nerviosa”, “relató los hechos como ocurrieron” y señaló que “las mentiras de José Enrique se caen por su propio peso”.

La hermana de la mujer del Chicle, visiblemente afectada, contó lo ocurrido hace 17 años, cuando era menor de edad, vivía con sus padres en Catoira y cursaba un ciclo de Formación Profesional. Esa mañana, según la víctima, Abuín le llamó porque “le tenía que dar 20 euros” que le debía a su padre. “Ya no fui con mi vecino” al instituto, apuntó. El Chicle la fue a buscar para “ir al cajero”. Dudó, dijo, pero subió al coche. Después de parar, no sabe si para ir a la sucursal, el acusado condujo hacia “otra dirección”, no hacía su centro educativo. “Solo me acuerdo que había un letrero que ponía San Lorenzo y había una capilla”, detalló.

Una vez allí, en este lugar aislado, el acusado “cerró el coche”. “No podía salir. Me dijo que me desnudara. Me pasó el cuchillo por la garganta. Me hizo ponerme el camisón. Se echó sobre mí, por cada movimiento sentí un leve pinchazo y me quedé inmóvil. Solo deseaba que acabara pronto e irme de allí”, declaró.

Después de la violación, según Vanesa Rodríguez, Abuín le amenazó. “Me dijo que me pasaba por chivata y que no se lo dijera a nadie, que si no mataría a mi madre, a mi sobrina y que se mataría él”, indicó. Acto seguido, la dejó en el instituto, donde la joven no acudió a clase y se fue al baño, desde donde pidió ayuda a una amiga. “Le conté lo que me había pasado y trató de tranquilizarme”, recordó. Una vez en casa, relató lo ocurrido a su hermana María Elena y después a sus padres. Esa misma noche fue al médico y a denunciar, por lo que al día siguiente el hombre fue detenido.

Tanto la amiga a la que le explicó lo ocurrido como su hermana María Elena acudieron ayer a la Audiencia Provincial a declarar como testigos. La amiga señaló que aquel día la llamó “nerviosa y llorando”. “Me contó que su cuñado la había amenazado”, dijo la testigo, que le recomendó entonces que “se lo contase a sus padres”. “Me decía que no, que el podía hacerle daño”, añadió, y apuntó que ambas han cogido “caminos distintos”, por lo que apenas tienen relación.

María Elena supo que algo le pasaba a su hermana porque, según su versión, la vio “llorando” cuando llegó esa tarde a casa después de trabajar. “Me contó que por la mañana le llamó Enrique –El Chicle–, que le debía dinero a mi padre y fueron a Rianxo, pero fue hacia otro lado, donde había una capilla”, comentó, y agregó: “Le quitó el móvil y la violó”. Ambas se lo contaron a sus padres: “Empezó ella y seguí yo, estaba llorando en todo momento”. María Elena tardó en volver a llevarse con Abuín, detalló, y fue preguntada también por el caso Diana Quer. “¿Les pidió que mintieran para encubrirlo y lo hicieron?”, dijo el fiscal. La respuesta fue afirmativa.

Otros testigos

Los miembros de la Guardia Civil que participaron en la detención de José Enrique Abuín en 2005 y que trataron de esclarecer lo que había ocurrido también acudieron a esta primera sesión del juicio. “Recuerdo que lo negaba, que decía que su cuñada intentaba romper su matrimonio”, recordó uno de ellos. Todos coinciden en que su coche estaba “muy limpio y muy ordenado” cuando lo inspeccionaron y que no encontraron el preservativo que utilizó en la zona aislada a la que supuestamente llevó a Vanesa Rodríguez.

El médico forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) explicó, por videoconferencia, que “no tienen por qué quedar marcas en la piel por el cuchillo”, mientras que dos psicólogas que hicieron un informe sobre la víctima en 2019 aseguraron que, años antes, “la sintomatología postraumática no se tuvo en cuenta”. Negaron una “simulación” por parte de la cuñada del Chicle , que antes de este episodio “era confiada” y después se convirtió en una persona “desconfiada y cerrada”.

Juan Carlos Quer pide que “se haga justicia”

Juan Carlos Quer, padre de Diana Quer, la joven por cuyo asesinato cumple condena en prisión permanente revisable José Enrique Abuín, alias El Chicle, acudió ayer a la Audiencia Provincial de A Coruña como “apoyo a la tercera víctima de este asesino”. “Diana desafortunadamente no puede estar aquí, voy a hacerlo yo en su nombre para que ella esté presente en la sala”, proclamó.

Recordó que han pasado “17 años” de los hechos por los que ahora Abuín se vuelve a sentar en el banquillo. “Si este individuo hubiera estado en prisión, la vida de Diana no hubiera finalizado en el modo en el que finalizó”, confesó.

Quer espera, comentó a la salida del juicio, que “se haga justicia y se aprenda de esta situación para que no vuelva a repetirse”. Además, mandó un mensaje a los políticos: “Educar a este tipo de personas no es suficiente. Hacen falta leyes penales efectivas que pongan a la sociedad en prevención. De lo que se trata es de que no vuelva a suceder “.

“Siempre digo que cuando para un violador, un agresor sexual o un pederasta la justicia no llega, llega tarde o llega mal, siempre hay víctimas inocentes que van a pagar las consecuencias. Ojalá que no se volviera a repetir”, añadió el padre de Diana Quer.

Compartir el artículo

stats