Se ha sumergido, literalmente, en las aguas de la ría de Vigo para retratar los bosques de algas laminarias, ecosistemas de gran importancia ecológica y económica que, sin embargo, se encuentran amenazados por diferentes factores relacionados con las actividades humanas. Incluso aprendió a bucear para poder acompañar y grabar a biólogos, pescadores y recolectores de algas. “Necesitaba verlas con mis propios ojos”, afirma desde Berlín, donde reside, Elena Alonso Fernández (Vigo, 1986), que ahora saca a la superficie este universo sumergido en “Portrait of a Kelp Forest”.
Se trata de un proyecto que aúna pintura, vídeo y realidad aumentada (RA) que la artista visual presenta en la capital germana. A Alonso Fernández le gustaría que llegase a Galicia, y más en concreto a Vigo, donde se gestó el proyecto. La creadora viajó hasta su ciudad natal para pasar la crisis del COVID cerca de su familia y aquí descubrió un hábitat totalmente desconocido para ella y que le fascinó.
“Las laminarias son ingenieras del ecosistema, gracias a ellas se genera un hábitat para otros seres vivos, de ahí su especial importancia, pero no sabía que me iba a encontrar tantísima belleza ni con un mundo tan fascinante. Gracias este proyecto redescubrí mi propia tierra desde otro punto de vista”, explica.
La artista retrata estos ecosistemas y el trabajo de biólogos y recolectores
Su idea inicial era realizar un proyecto sobre los corales, pero cuando comenzó a estudiarlos se dio cuenta de que sabía más de este ecosistema tropical que sobre la costa gallega. “Me sorprendió mi propia ignorancia; haber estado toda la vida bañándome en estas playas y desconocer un elemento tan fundamental del ecosistema. Y es preocupante, ya que no podemos cuidar lo que no conocemos. Mi proyecto quiere contribuir a darle visibilidad e invitar a reflexionar acerca de las políticas de conservación marina tanto gallegas como mundiales”, comenta.
Para este trabajo, ha contado con la colaboración de biólogos del IIM-CSIC de Vigo y del grupo Biocost de la UDC, y de la cofradía de Pescadores San José de Cangas, entre otros actores, a quienes ha acompañado y entrevistado. El trabajo de unos y otros se muestra ahora en una película a tres canales de 22 minutos.
"Gracias a este proyecto redescubrí mi propia tierra desde otro punto de vista"
“Creo en el arte como medio para el diálogo con diferentes comunidades y disciplinas. Gracias a los biólogos marinos pude entender estas algas y el ecosistema de la ría de Vigo, pero también trabajé con pescadores y recolectores, que, en mi opinión, son igualmente expertos en el tema gracias a su experiencia diaria durante de décadas. Todos me ayudaron a entender mejor todas estas conexiones entre las algas y los humanos”, asegura.
Además, a través de un sensor colocado en una laminaria, pudo seguir sus movimientos durante dos meses y obtener una tabla de Excel con más de 15.000 valores del comportamiento de esta alga según las condiciones meteorológicas, las corrientes... Después, utilizando una imagen digital de sus cuadros como punto de partida, empleó la codificación creativa para generar animaciones determinadas directamente por los movimientos de las algas, que ahora pueden experimentarse en realidad aumentada en cualquier dispositivo móvil situado frente a los cuadros. El alga se convierte de este modo en coautora de la obra.
