“Leer a Álvaro Cunqueiro te alegra vida”, “es el escritor más original que ha tenido España en el siglo XX”, “sus obras perdurarán mil años más; él escribía de sueños , y las personas necesitan alimentarse de sueños”. Con estas frases, el editor Jesús Blázquez, responsable de Ediciones 98 mostraba en Club FARO su admiración por el autor mindoniense y explicaba alguno de los motivos que le han llevado a editar por primera vez en castellano su obra “Los otros feriantes”, en cuyo proceso de traducción intervino el poeta César Cunqueiro, hijo del escritor y estudioso de su obra, quien, al presentar el acto, defendió y aplaudió la versión en castellano del retrato del mundo rural gallego través de las semblanzas de sus moradores realizado por su padre en esa obra. “Una traducción no puede castrar el diasistema, las peculiaridades del lenguaje que se habla en una zona . Si hay léxico que empleamos aquí tanto en gallego como en castellano, tiene que aparecer, y el lector del centro de España tendrá que leer el libro acompañándose de un diccionario panhispánico”, dijo César Cunqueiro.

Por su parte, Jesús Blázquez, consideró que “el reconocimiento que Cunqueiro ha tenido en Galicia no ha sido tal fuera, excepto en minoritarios círculos cunquerianos”. “Llevamos décadas que no se reedita a Cunqueiro en castellano”, aseguró, a la vez que defendió la universalidad de la obra del autor, que trataba de retratar el alma gallega “Refleja la condición humana, por eso trasciende lo gallego”, comentó. En otro momento del acto, durante el coloquio con el público asistente, Blázquez señaló que el mindoniense “se consideraba, en primer lugar, poeta. Su obra está transitada de poesía y cuando escribía en prosa también era poeta”.

Aludiendo al título de la conferencia, “Presencia y ausencia de Álvaro Cunqueiro. Visión de un editor”, el ponente explicó que lo había tomado del encabezamiento del discurso que ofreció Elena Quiroga en su ingreso en la Real Academia de la Lengua Española en 1984. Describió su trabajo de editor como necesario para la presencia de un autor y procedió a realizar un recorrido por la trayectoria editorial de Álvaro Cunqueiro a lo largo de sus 70 años de vida.

Comenzó el repaso en 1930 cuando el escritor creó en Mondoñedo la Oficina Lírica del Este Gallego y se hizo editor del sello que llamó Una, con el que publicaba cuadernos y hojas volanderas que regalaba a sus amigos. Luego recorrió los años de universitario en Santiago, donde entabló unos fuertes lazos con Francisco Fernández del Riego, contactó con los defensores de un estatuto de autonomía para Galicia y conoció a Luis Seoane, quien ilustró su primer libro, “Mar ao norde” (editorial Nós, 1932), a los que siguieron “Poemas de si e non” y “Cantiga nova que se chama Riveira”, sus libros publicados antes de la guerra, la cual le llevó a esconderse.

Blázquez mencionó también la relación de Cunqueiro con poetas de círculo catalanista en 1934, donde conoció a Ignacio Agustín, con el que volvió a coincidir en San Sebastián y publicó relatos en castellano y el libro “El caballero, la muerte y el diablo”. Tras su estancia en Madrid, donde continuó escribiendo y publicando en castellano, regresa a Galicia donde la editorial Galaxia, fundada por Fernández del Riego, necesitaba obra en prosa y le piden a Cunqueiro que la escriba. Fruto de ello es la trilogía “Merlín e familia”, “As crónicas do Sochantre” y Si o vello Simbad volvese ás illas”.

Blázquez destacó dos momentos clave en la presencia de Cunqueiro a nivel estatal: “Con 48 años gana el Premio Nacional de la Crítica pese a que su obra está escrita en gallego, “ Os outros feriantes”, y con 57, el Premio Nadal por “Un hombre que se parecía a Orestes”. “Era apreciado por la crítica gallega y del resto de España, pero fue minoritario porque era un escritor a contrapelo. En esa época se llevaba la novela social, de compromiso, y eso no favoreció la distribución” de la obra del pionero del realismo mágico.

Quince años recuperando autores olvidados y obras arrinconadas

Como responsable de Ediciones 98, Jesús Blázquez (Cebreros, Ávila, 1962). Lleva quince años recuperando autores olvidados o arrinconados, así como obras menos conocidas de escritores célebres. La intención del editor es que los autores gallegos configuren una parte importante de su catálogo.

Del Wenceslao Fernández Flórez, conocido sobre todo como autor de “El bosque animado”, novela publicada en 1963 y llevada al cine por José Luis Cuerda en 1987, ha editado, además de ese título, “Una isla en el mar rojo”, La novela número 13” y “Tragedias de la vida vulgar”. Tiene previsto continuar con más material del escritor y periodista coruñés, en concreto con sus crónicas parlamentarias que reunirá bajo el título “Acotaciones de un oyente” .

De Álvaro Cunqueiro, pretende reeditar también “Las crónicas de Sochantre, traducido en su momento por Fernández del Riego y que ahora editará en “castellano cunqueriano”.

Camilo José Cela forma parte de ese grupo de literatos gallegos incorporado a la editorial que dirige Jesús Blázquez. Del premio Nobel gallego ha editado “Páginas de geografía errabunda” y de la santanderina con casa en Nigrán Elena Quiroga (1921-1995), íntima amiga de Cunqueiro y de Gonzalo Torrente Ballester, “Presente profundo”, la historia de dos mujeres suicidas. “No sé por qué sois tan buenos los gallegos cuando escribís en castellano”, afirmaba Blázquez en un artículo publicado el 22 de mayo de 2022 en FARO DE VIGO, en el que alababa “la riqueza de vocabulario y el mundo creativo” de los autores gallegos. Sobre ese mundo creativo también habló en el acto de ayer al referirse a sus estancias en Mondoñedo y narrar anécdotas relacionadas con leyendas y su vivencias con paisanos de ese municipio.