Misión cumplida. La NASA confirmó ayer que el impacto de su nave DART contra la superficie del asteroide Dimorphos, ubicado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, logró desviar su trayectoria. Se confirma así que la humanidad podría desviar un asteroide potencialmente peligroso, si se detectase con suficiente antelación que supone una amenaza para la Tierra.

La misión DART (palabra que en inglés significa “dardo”, y que son las siglas de Double Asteroid Redirection Test) supone la primera vez que la humanidad cambia deliberadamente el movimiento de un objeto celeste y es, por tanto, la primera demostración a gran escala de la tecnología de desviación de asteroides.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, explicó ayer en Washington que antes del impacto Dimorphos tardaba 11 horas y 55 minutos en girar alrededor del asteroide más grande llamado Didymos, con el que forma un sistema de asteroide doble. La nave redujo esa órbita en 32 minutos. “Hubiera sido un éxito si la hubiera ralentizado solo unos 10 minutos, pero la redujo de hecho 32”, dijo Nelson, felicitándose por el éxito de esa misión de defensa planetaria cuyo momento culminante fue el pasado 26 de septiembre, con un impacto que pudo seguirse en directo.

“Todos nosotros tenemos la responsabilidad de proteger nuestro planeta de origen. Después de todo, es el único que tenemos”, dijo Nelson. “Esta misión muestra que la NASA está tratando de estar lista para lo que sea que el universo nos arroje. La NASA ha demostrado que somos serios como defensores del planeta. Este es un momento decisivo para la defensa planetaria y para toda la humanidad, lo que demuestra el compromiso del equipo excepcional de la NASA y sus socios de todo el mundo”, agregó el administrador de la NASA.