“Entrar en la exposición es como entrar en un gran útero de pintura y color porque son 13 obras pero cada una está formada por múltiples piezas”, explica Menchu Lamas, la pintora viguesa que este sábado inaugura exposición individual en el MUSAC de León, uno de los museos de arte contemporáneo más importante de España.
“Ven, anda, vuela” es el título de la muestra y resulta tomado de un verso de un poema de Carlos Oroza. “Con el título, explica, quería dar la sensación de que vengas a recorrer la muestra y vueles con la mente. No solo se habita físicamente y por eso los cuadros se expanden por el suelo para que haya un diálogo de tú a tú entre la obra y el espectador”.
Es más, Lamas desea que la persona visitante pueda entrar (aunque sea metafóricamente) dentro del cuadro como ella misma hace en su estudio cuando está preparando su obra.
Los espectadores pueden disfrutar también del arte escultórico de Menchu Lamas en la exposición leonesa que según ella misma describe es como “un bosque pictórico” con piezas de hasta seis metros de altura.
Menchu confiesa sentirse “contenta” con una risa a través del teléfono que denota la satisfacción de un trabajo en el que abundan las obras de nueva creación, que sitúa en un 60% del total.
En cuanto a la temática e iconografía de las pinturas, Lamas señala que incluye la mujer, la mariposa, la silueta de la mano o las amebas, entre otros.
Resalta Lamas la importancia de la simbología para la que ha rescatado imágenes como las de los peces, la luna, el laberinto y el bosque.
Preguntada por la importancia de lo primitivo y ancestral en su obra, Menchu señala que “siempre te mueves en las raíces con unos elementos sencillos porque deben ser una síntesis de lo que son las formas para poder actuar sobre ellos aunque ya están en el pensamiento colectivo como es la mano. Esta procede de las cuevas de Altamira, pero en esa síntesis es donde puedas trabajar con libertad”.
La geometría es donde uno se mete para pensar que está todo organizado
Respecto a las formas de mujeres, asocia estas con las cariátides, llevando “el peso del mundo sobre ellas, el peso de la pirámide o del laberinto”, apunta.
Además de la forma, la pintora destaca también la importancia del gesto en la pintura. “Es fundamental, es la parte pasional, la emoción; mientras que la geometría es el elemento de control del ser humano, como un refugio. La geometría es donde uno se mete para pensar que está todo organizado”, reflexiona para añadir que estos elementos “deben jugar con libertad”.
Y en ella, es destacado el diálogo entre piezas de años atrás y otras nuevas.“Me sorprenden cómo conviven. Piensas que estás yendo hacia adelante y siempre estás en círculo”.
Se nota cuando los cuadros están pintados en Vigo
Como anécdota, Menchu recuerda que parte de las nuevas obras se revelaron en un documental de autor que firmó su hijo, Lois Patiño, en el que aparecen sus progenitores (Menchu y Antón Patiño) en su taller de Vigo junto al mar creando. “Unos cuantos cuadros aparecen en ese documental. Se nota cuando los cuadros están pintados en Vigo y cuando en Madrid. Se nota en la temperatura del color. Cuando pinto en Vigo, los colores toman una luminosidad superior, más intensidad. Hay una temperatura, no sé por qué, yo creo que es el Atlántico lo que me influye. Se puede ver enla catarata roja y azul del cuadro ‘Cómo llegar a mí’”, reflexiona la creadora gallega.
El documental, “ML-AP”, muestra a Menchu y Antón jugando con el arte. Para ella, “el juego es la creación en sí misma. Cuando haces algo que no es obligación, estás creando. Eso es juego”.
