Las lluvias que ayer afectaron, sobre todo, a la mitad norte de Galicia se han ido generalizando durante las primeras horas de este miércoles. No caerán grandes cantidades y se espera que por la tarde cesen las precipitaciones, que volverán con más fuerza mañana, día de San Miguel. Su famoso veranillo tendrá que esperar algunas jornadas, pero llegará para abortar cualquier atisbo de recuperación de los niveles de agua en los ríos y embalses gallegos.

Según la previsión de MeteoGalicia, este miércoles será una jornada de cielos nubosos con chubascos, más frecuentes por la mañana. Las temperaturas mínimas experimentarán un ligero ascenso, mientras que las máximas sufrirán un leve descenso. El viento soplará de componente oeste, flojo en el interior, moderado en la costa, incluso con intervalos fuertes en el extremo norte durante la noche.

Durante el jueves llegará un nuevo frente desde el norte, que dejará cielos nubosos y chubascos generalizados, más frecuentes e intensos por la mañana. Será el día de la semana que más lluvia se recoja. Las temperaturas sufrirán un ligero descenso. Los vientos soplarán del noroeste, flojos en el interior, moderados en la costa.

Este tiempo lluvioso, típico del otoño, volverá a cambiar el viernes, con la recuperación de la influencia anticiclónica. El sábado podrían volver a registrarse algunas precipitaciones, a priori no muy cuantiosas, y ya el domingo se instalará sobre Galicia el veranillo de San Miguel retrasado. El sol reinará durante, al menos, tres o cuatro jornadas, con temperaturas máximas que rondarán los 25 grados en ciudades como Ourense, Vigo o Santiago.

Todavía es muy temprano para hacer previsiones sólidas, pero parece que las lluvias no regresarán hasta el próximo jueves, día 6 de octubre, y en todo caso no parece que vayan a ser muy intensas. La amenaza de la sequía continúa vigente.