Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Comer rápido de niño se asocia a un mayor riesgo de sobrepeso o un alto nivel de glucosa

Ingerir de forma más lenta desarrollaría la señal de estar saciados, por lo que se limitaría más el consumo de alimentos, defiende un estudio realizado por científicos españoles

Los comedores escolares procuran ofrecer un menú saludable. JOAN PUIG

La próxima vez que le metan presión a un hijo o menor conocido para comer más rápido piénselo dos veces. Un estudio acaba de indicar que aquellos niños que comen con mayor velocidad presentan un mayor riesgo de presentar sobrepeso u obesidad, así como de incrementar los niveles de grasa corporal, tensión arterial o glucosa en sangre.

Los autores –del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn)– señalan que “comer más rápido podría estar asociado con la ingesta de alimentos menos saludables, como aquellos con mayor contenido energético, alimentos ultraprocesados asociados a un mayor riesgo de obesidad, así como alteraciones en el sistema cardiometabólico”.

Los científicos recuerdan también cómo otros estudios habían demostrado que masticar lentamente y aumentar el número de ciclos de masticación mientras se come se identificaba con menos riesgo de adiposidad (grasa).

La conclusión es que si masticamos durante más tiempo la comida e ingerimos los alimentos de manera más lenta se mejoraría “el desarrollo de la señal de saciedad, lo que podría limitar la ingesta total de alimentos”.

Por lo tanto, para tratar la obesidad infantil habría que fijarse no solo en aumentar la actividad física disminuyendo el sedentarismo y promover la dieta saludable, sino también en cómo masticar y tomarse la hora de la comida con más calma.

El asunto es de vital importancia, porque a día de hoy la obesidad infantil “es un gran problema de salud afecta al 41% de pequeños de entre seis y nueve años, lo que demuestra “su alta prevalencia y la predisposición a un gran número de problemas de salud tanto en la infancia como en la vida adulta”, señalan desde el Ciberobn.

Las conclusiones de este estudio –titulado “Associations between eating speed, diet quality, adiposity and cardiometabolic risk gactors”, y publicado en “The Journal of Pediatrics– se obtuvieron tras analizar las respuestas y evolución de 956 niñas y niños a los que estudiaron la velocidad de ingesta en las tres comidas principales (desayuno, comida y cena).

Compartir el artículo

stats