Las risas y los gritos podían escucharse desde el otro lado del pasillo de las salas de la UNED en el Mar de Vigo porque, y esto lo tiene claro el conocido docente gallegoManel Rives, “la motivación es fundamental para el aprendizaje”. Predicó con el ejemplo con el divertidísimo taller “Crítica y crea que algo queda”, concebido como un auténtico concurso de televisión con premios y tarjetas identificativas; y en el que retó a los hasta 30 docentes presentes a atreverse a cambiar la educación. Animó así a iniciar una aventura a través de herramientas para desarrollar el pensamiento crítico y el pensamiento creativo en el aula… además de para contrastar información, diferenciar entre hechos y opiniones o conocer nuestros sesgos cognitivos. Y es que, con cuatro premios a la innovación educativa, además de Apple Professional Learning specialist y LinkedIn Learning Author, Rives se mostró convencido de que “el pensamiento crítico es la base para que cualquier niño o niña cree su propia mirada del mundo”. “Estamos estandarizando la educación y luego pretendemos que las personas sean constructivas y creativas. ¿Cómo lo vamos a lograr sin pensamiento crítico?”, se pregunta el docente, para quien el pensamiento crítico y el pensamiento creativo son dos caras de una misma moneda. Para trabajar ambos durante el taller, los profesores participantes tuvieron que identificarse con distintos personajes famosos, conocidos cantantes, tipos de vinos, etc., para después someterse a una serie de ejercicios prácticos relacionados con cuestiones de la actualidad y la historia. Por ejemplo, pongámonos a prueba: Durante la II Guerra Mundial, un ingeniero se dió cuenta del error que estaban cometiendo con la revisión de daños en los aviones que no caían en combate ¿Cuál era el problema? Tienes 60 segundos para responder, pero ya te desvelamos el misterio: lo importante no es que aciertes, sino que pienses. “El pensamiento creativo nos dice que todas las ideas son válidas y eso es lo que debemos transmitir a nuestros alumnos para que se atrevan a expresarlas”. Fue una de las conclusiones de este concurso de TV concebido para ayudarnos a desarrollar el pensamiento crítico y creativo en un contexto de aprendizaje: “Ahora, a todo el mundo le encanta decir qué es lo que va a hacer falta dentro de diez años, pero no van a ser necesarios 10.000 programadores, no; sino personas, personas que crezcan de dentro hacia afuera,y para eso hace falta pensamiento crítico, creatividad y empatía”.