Rocío Viéitez, madre de las niñas asesinadas por su padre en Moraña en 2015, ha cargado este miércoles contra quienes comercializan con el crimen.

En su cuenta personal de Facebook, Viéitez ha publicado un duro post, titulado “El merchandising de las víctimas”, en el que recuerda que a lo largo de estos siete años, “he dicho más veces NO de las que puedo recordar. No a homenajes, no a declaraciones, no a entrevistas, no a menciones, no a nada, todo ha sido no”.

A pesar de sus recurrentes negativas, denuncia que existe un ‘merchandising’ de todo lo que tiene que ver con el asesinato de sus niñas: “He aprendido que todo es comercializable, vendible, incluso con algo tan horrendo se puede hacer negocio”.

El germen del post es una llamada que ayer recibió su abogado de una productora que pretende hacer una docuserie sobre el asesinato y solicitaba su consentimiento así como información. La respuesta ha vuelto a ser negativa; sin embargo, la productora interesada “ha considerado que como hay suficiente material de conocimiento público se puede hacer igual, pese a que el 90 % de lo que salió ni se contrastó”.

Todo se puede vender, con o sin mi consentimiento. Así que me veo, como otras veces, sin voz ni voto pese a que es mi vida. No hay consideraciones éticas, no hay límites, todo con tal de vender morbo barato”, lamenta Rocío, quien también tiene duras palabras contra el público de ‘true crime’: “Lean ustedes, querida audiencia de docuseries, unos cuantos thrillers si tienen necesidad de su cuota de asesinatos porque, lamentablemente, si se plantean hacer una serie de algo como esto es porque hay público que la consuma”.

“¿Quién me ampara? ¿El reglamento general de protección de datos? No, son datos públicos. ¿Ley de violencia de género? No creo. ¿El Valedor? Por pedir que no quede. Solo me queda el derecho a la pataleta, muchas gracias”, concluye la madre de Amaia y Candela, quien reitera que sigue diciendo no a ofrecer cualquier tipo de consentimiento. “Los muertos deben descansar en paz y a los vivos deberían dejarnos también tranquilos, digo yo”.