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La minifalda, ¿una prenda con fecha de caducidad?

Artistas y profesionales gallegas califican de machista y edadista que se censure que la reina lleve falda corta por tener 50 años

La reina luciendo un polémico vestido, con sus hijas y doña Sofía. Efe

Las riadas de comentarios en la prensa nacional e internacional y los comentarios en las redes sociales (feroces, la mayoría de ellos) a la reina Letizia por llevar un minivestido con casi 50 años (los cumplirá el próximo mes) en uno de sus paseos por Palma tienen, cuando menos, un regusto rancio y nos retrotraen a aquellos tiempos del “No me gusta que a los toros te pongas la minifalda”. Han pasado 51 años desde que Manolo Escobar sacó este tema, de dudosa letra, y parece que el cuerpo de las mujeres sigue bajo la lupa.

Estas críticas podrían pasar por anecdóticas si no fuese porque la ropa es una parte importante de la identidad de una persona y, por lo tanto, la censura o la imposición del vestuario supone un ataque a la libertad del individuo y, en este caso, además, suponen un ejemplo manifiesto de edadismo, que, de nuevo, adquiere su mayor expresión cuando se trata de una mujer. Incluso hay quien en las redes ha rescatado, como si se tratara de una biblia del buen estar, las polémicas premisas que la diseñadora de moda Carolina Herrera dio en 2018 sobre cómo tiene que vestir, peinarse y, prácticamente, pensar una mujer cuando ya ha cumplido los cincuenta años: nada de vaqueros, ni bikinis, ni pelo largo, ni enseñar los brazos y, por supuesto, nada de minifaldas.

La reina con el polémico vestido, junto a sus hijas y doña Sofía. Efe

El rey (54 años) también ha sido fotografiado este verano en bermudas sin que esto haya despertado el más mínimo interés. Sin embargo, el vestido corto de la reina ha incendiado las redes y ha sido motivo también para comparar no solo su indumentaria, sino también su aspecto físico con otras miembros de la realeza, otra cosa impensable en el caso de sus representantes masculinos.

Felipe VI (54 años), con bermudas, también este verano. Efe

Priscila Retamozo, coordinadora del Comando Igualdad y presentadora del programa feminista “Histérikas Histórikas”, califica de “gravísimas” estas críticas. “Este debate refleja la fiscalización del cuerpo de las mujeres, nuestra vestimenta, hasta nuestros gestos, cuando ocupamos el espacio político. Criticar a la reina por llevar minifalda y relacionarlo con su edad lanza un mensaje a todas las mujeres sobre qué expectativas se tienen sobre nosotras en función, en este caso, de nuestra edad. A un hombre no se le sometería nunca a este escrutinio sobre su aspecto. Basta hacer cualquier búsqueda en Google para encontrarnos con cientos de artículos dirigidos a un público femenino sobre qué ropa llevar en función de la edad o su cuerpo, qué pelo, qué cejas...”, opina.

“A un hombre no se le sometería nunca a este escrutinio”

Priscila Retamozo - Feminista

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La feminista apuesta por la coeducación y la educación sin estereotipos para acabar con el machismo y recuerda que Galicia registró más de 4.000 denuncias de violencia de género. “Si la falda de la reina ocupa editoriales y estos terribles datos no, es probable que tengamos que hacer examen de conciencia”, apela.

La diseñadora viguesa Olga Santoni tiene claro que a la mujer se le sigue juzgando y penalizando por su aspecto y su edad, y rechaza que una mujer tenga que renunciar a vestir como a ella le gusta porque ya no tenga veinte años. “Yo diseño hasta la talla 56, y para mujeres desde los 20 a los 120 años. Los límites se los tiene que poner cada una. No creo que nadie pueda decirte lo que puedes o no ponerte porque estés delgada o gorda o tengas 20 o 70 años”, afirma.

“Los límites se los tiene que poner cada una, nadie más puede hacerlo”

Olga Santoni - Diseñadora

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Para la diseñadora, este tipo de juicios son manifiestamente machistas y está convencida de que se perpetúan porque a la mujer continúa afectándole cómo es vista por los demás. “A un hombre gordo, por ejemplo, le afecta menos este tipo de comentarios que a una mujer porque se supone que nosotras tenemos que estar siempre perfectas”, comenta.

Asimismo, pone el foco en la imagen que la propia moda sigue proyectando sobre la mujer, con modelos que siguen exhibiendo cuerpos de extrema delgadez que perpetúan la tiranía del físico y de la juventud. “Lo joven es lo positivo, cuando en muchos casos no es así porque ¿qué preferimos, que nos atienda un médico joven o uno experimentado?”, se plantea.

“Solo la educación y el respeto a los demás puede remediar estas conductas”

Chelo Loureiro - Productora

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Para la productora y directora cinematográfica Chelo Loureiro (Ferrol, 1958), el cuerpo de la mujer siempre es cuestionado. “Lo terrible es que los medios reproduzcan este tipo de críticas, que por supuesto, no llegan solo de hombres. Solo desde la educación y el respeto a los demás se puede remediar este tipo e conductas”, opina.

Para la fundadora de Abano Producións y ganadora de dos premios Goya, también el edadismo se ceba en la mujer y pone como ejemplo las críticas que suscita la diferencia de edad entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte, 25 años mayor que él. “Si esta diferencia fuese al contrario, no daría lugar a criticas porque está normalizada”, comenta.

Loureiro, conocida activista por el reconocimiento de las mujeres dentro del campo audiovisual, sostiene que el edadismo es sangrante en el caso de las actrices, que a partir de los cuarenta dejan de tener papeles protagonistas, algo que no les sucede a sus compañeros varones. Pone como ejemplo a Harrison Ford que, con 80 años, está protagonizando la quinta entrega de “Indiana Jones”. “¿Hay alguna mujer de esa edad que esté protagonizando películas? No. Están haciendo papeles poco menos de ancianas, pero nunca protagónicos. Es terrible, pero es la realidad. Poco a poco vamos avanzando, pero hay queda mucho que andar”, opina.

“Una mujer de 50 puede ponerse una minifalda, y una de 60 y una de 80”

Berta Ojea - Actriz

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Aunque cree que detrás de las críticas a doña Letizia probablemente subyacen también razones ideológicas, la actriz Berta Ojea (A Coruña, 1955), no duda de que están realizadas desde la perspectiva machista. “Una mujer debería poder ponerse una falda corta a los 20, a los 50 y a los 80 años si le apetece. Decir que una mujer no puede ponerse minifalda porque tiene 50 años es machismo puro y duro. El rey, con más años, lleva bermudas y nadie ha puesto el grito en el cielo”, expone la popular Ofelia de “Mortadelo y Filemón”.

Julia Roberts, en 2016, subiendo la escalinata de Cannes descalza como protesta contra los tacones, FdV

Ojea, que fue secretaria de Igualdad de la Unión de Actores y Actrices, no solo denuncia que las actrices pasan de tener un papel protagónico por ser el “objeto de deseo del protagonista” a hacer el papel de cuidadora cuando sobrepasan los 40, sino también el ambiente sexista en los rodajes. “El #MeToo hizo que sintieses que había una mirada que vigilaba esa especie de persecución de actrices con la finalidad de seducirlas”, comenta.

Sharon Stone (64 años), en topless en su Instagram. FdV

En los últimos años, muchas actrices se han revelado contra las imposiciones en su forma de vestir. La actriz Julia Roberts se reveló contra los tacones altos, subiendo descalza la escalinata del Palacio de Festivales de Cannes, una decisión que ha sido secundada después por otras actrices como Nicole Kidman, Eva Longoria y Kristen Stewart. Asimismo, Susan Sarandon (Nueva York, 1946), acaparó todos los titulares después de presumir de escote en 2017, también en Cannes, mientras que Sharon Stone no duda en mostrarse en ‘topless’ en sus redes sociales a sus 64 años. Pero también las políticas se ven cuestionadas por su aspecto. Por ejemplo, en la TV-3 subieron la blusa de la portavoz del Gobierno catalán, Patricia Plaja, para taparle el escote.

El "extraño caso del escote" de Patricia Plaja en TV-3. FdV

Para José Durán, profesor de Sociología de la Universidad de Vigo (UVigo), en las críticas a la reina hay dos aspectos diferenciados: el hecho de que es mujer y su posición social, aunque, en su opinión, pesa más lo segundo. “Letizia no es una mujer más; es la reina. Por eso, creo que las críticas vienen más que por ser mujer, porque, siendo reina, juega a ser como las demás”, explica.

“Más que por ser mujer, se la critica porque, siendo reina, juega a ser una más”

José Durán - Sociólogo

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Reconoce que la sociedad sigue juzgando más a las mujeres por su físico que a los hombres, aunque matiza que las mujeres también son presas de esa proyección. “Las mujeres también siguen identificándose y quieren seguir proyectando una determinada imagen proyectada a través del cuerpo”, defiende.

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