Si acudieron a algún evento al Pazo da Buzaca (Moraña, Pontevedra) en los últimos años, deben olvidar lo que vieron. El chef Pepe Vieira -con estrella Michelin en su restaurante homónimo- ha tomado las riendas y lo ha transformado. Ayer fue la presentación oficial.
El edificio del siglo XVI y su entorno natural mostraron un semblante más zen (incluso perceptible por el oído a través del murmullo del agua corriendo), en una fusión de tradición y contemporaneidad con toque Vieira.
“Somos conocidos sobre todo por el restaurante gastronómico pero desde hace 20 años, trabajamos también en el sector de bodas y celebraciones familiares o empresariales. Ahora, lo que queremos es celebrar los eventos en esta nueva ubicación”, explicaba ayer a FARO el cocinero y empresario.
Vieira confirmó que habrá un equipo de cocina permanente. Precisamente, entre los fogones, fue donde se mostró más feliz en el itinerario por el pazo.
Respecto a la pregunta de si le parecía arriesgada la nueva aventura empresarial, el chef no borró la sonrisa: “La verdad es que ya pasé la crisis financiera, el COVID, la moto... Nunca hay un buen momento. Vimos que esta podía ser una gran oportunidad y aquí estamos. También digo que el negocio de las bodas lleva 2.000 años funcionando”.
En el exterior, el principal cambio se ha dado en los jardines con un nuevo rediseño en el que guían las texturas grises de los suelos elegantes de hormigón combinadas con vegetación donde mandan tulbagias violáceas, brezos de Portugal, hortensias paniculatas o gauras. “Se hizo una actualización (del estudio NAN arquitectos) muy potente”, recalca Vieira.
El espacio reservado para los banquetes ha sido cubierto por una estructura negra de planos inclinados en aluminio microperforado que permite pasar la luz.
Dotado de 14 habitaciones, el pazo funciona desde hace semana y media como hotel. Cada cuarto, lleva en la puerta el nombre de una mujer y de un lugar.
Por ejemplo, el número 9 se denomina Filipinas y hace referencia a uno de los destinos importantes en la biografía familiar de los propietarios, la familia Varela; al tiempo que se dedica a Guadalupe de la Cerda y Pedroso (1846-1881).
Por último, Vieira se guarda otra sorpresa: otras 14 habitaciones de hotel para Camiño da Serpe, sede del restaurante reconocido con una estrella Michelin.
