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TRASLADO DE GANADO

Un rebaño trashumante de 1.500 ovejas vuelve a cruzar Córdoba

La sequía ha obligado a aplazar esta tradición milenaria de julio hasta mediados de agosto

Los últimos trashumantes vuelven a cruzar Córdoba.

Córdoba se ha despertado esta mañana con la visita de 1.500 ovejas merinas que han cruzado la ciudad camino del río Guadajoz para pasar allí lo que queda de verano y hasta que lleguen las primeras lluvias del otoño. Es una tradición milenaria, la de la trashumancia, que este año se ha retrasado de julio a mediados de agosto por la sequía.

"Este año no hemos tenido más remedio que aplazar la trashumancia por la sequía. Normalmente, hacemos el camino en julio, pero hasta que no hemos tenido la seguridad de poder contar con agua en los pozos no nos hemos puesto en marcha", ha afirmado el propietario de la Ganadería las Albaidas, Felipe Molina, que esta mañana se encontraba al frente del rebaño.

El itinerario ha comenzado este miércoles a las 6 de la mañana y tenían doce horas de caminata hasta llegar al río donde descansar para comenzar mañana, jueves, otra vez la marcha hasta llegar a su destino. "Cada vez hay menos ganaderos que hacen a pie la trashumancia, porque es bastante duro, hacer el camino de ida y vuelta. Sin embargo, para los animales es mucho más cómodo", ha apuntado el ganadero.

El recorrido por la ciudad ha transcurrido sin ningún tipo de problemas, ya que el tránsito de las ovejas ha estado acompañado de agentes de la Policía Local que les han ayudado a recorrer la avenida Carlos III, pasando por el polígono Granadal , puente del Arenal, La Calahorra y el Cordel de Écija . "Las vías urbanas por el asfalto es lo que peor llevan las ovejas, especialmente si está caliente, por eso ese recorrido lo hacemos a primera hora de la mañana", ha comentado. Son 4 kilómetros por el asfalto, de los 20 que recorrerán este miércoles.

Las 1.500 merinas volverán a visitar Córdoba con las primeras lluvias del otoño. Molina ha deseado que el regreso pudiera ser en octubre, pero no está seguro, ya que el año pasado las lluvias se retrasaron y tuvieron que esperar hasta noviembre para poder volver a casa.

Además de que quizás se retrase el viaje de vuelta, la sequía también está influyendo en el gasto que la ganadería tiene que hacer para mantener a las ovejas, ya que hay que gastar más en piensos y -como ha explicado- "su precio está como la gasolina, al doble que el año pasado". Sin embargo, ese gasto más en pienso solo lo nota el bolsillo de las personas, ya que "los animales están este año bien gordetes y bien sanos".

Llevar el rebaño desde la finca a los pastos de verano en la campiña cordobesa para que se alimenten de los restos de cultivos como el trigo, el girasol o el garbanzo no es algo nuevo para Felipe Molina, al menos-ha comentado "lo he hecho unas 40 veces desde que era muy pequeño", acompañando a su padre en la trashumancia. Él pertenece a la sexta generación de ganaderos que desde siempre han realizado esta tradición milenaria y que él continúa.

"Ahora, intentamos hacer el viaje en días de fiesta o en vacaciones para que quien quiera sumarse se pueda unir", ha sostenido Molina, que en esta ocasión va acompañado de familiares, amigos y universitarios, que han querido vivir y compartir esta experiencia.

En su opinión, lo mejor del camino es cuando se llega al río y se empiezan a compartir alimentos, bebidas, charlas y experiencias. "Nosotros llevamos un coche escoba con un montón de cosas fresquitas como salmorejo y lo mejor del camino es cuando llegamos al lado del río y nos sentamos a compartir comida y conversación", ha asegurado.

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