Poeta, abogado, periodista, regionalista y defensor de Galicia y su pueblo. Podríamos hablar de Curros Enríquez pero no, la figura que buscamos es Alberto García Ferreiro, un gallego nacido en marzo de 1860 en Sobrado do Bispo (Ourense) que falleció hace 120 años cuando tenía 42 años.

Su bisnieto Pablo Martín-Laborda –corresponsal de TVE en Bruselas décadas atrás así como poeta y letrado– aprovecha el aniversario de su fallecimiento para ensalzar su figura y proponer que algún año la Real Academia Galega (RAG) se acuerde de él para dedicarle el Día das Letras Galegas.

“Galicia debería recuperar su legado”, señala su bisnieto que explica que guarda “coincidencias con él, es como si en el silencio, me hubiese pasado un testigo. Coincidimos en muchas cosas: él era anticlerical como yo; liberal; progresista; abogado, periodista y poeta como yo”.

Alberto García Ferreiro. RAG

El elemento que se erige como puente en su bisabuelo y él se plasmó en los años 60 a través de su hijo, “que era mi abuelo”, explica.

De él, conoció que García Ferreiro era hijo de un castellano procedente de Valladolid y de una mujer ourensana. Fue en Ourense donde comenzó su formación reglada para después cursar Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela.

No obstante, quiso García Ferreiro retornar a Auria, aunque también se movería por A Coruña, aunque finalmente falleció en Compostela. De hecho, en la ciudad herculina aún hay gente que recuerda el eslogan de la urbe creado por él: “se me deran de escoller, que escollería, se entrar de noite na Coruña ou no ceo de día!”.

Hoy en día, la urbe de Hércules tiene un vial dedicado a este intelectual decimonónico como agradecimiento por poemas hacia la ciudad como “Ben te vin”, al que pertenecen los versos anteriormente citados.

En aquella época, a las gentes procedentes de pequeñas villas o aldeas les llamaba la atención A Coruña por sus luces de gran ciudad. Hasta Murguía llegó a destacarla como una de las ciudades más bellas de la costa cantábrica.

No obstante en su faceta como periodista Alberto García Ferreiro destacó por colaborar en “O tío Marcos da Portela” así como por escribir en varias publicaciones como “La Semana” o “La defensa de Galicia” así como en “La pluma”, de la que fue director en la década de los 80 del siglo XIX.

Indagando sobre su vida y obra en la Gran Enciclopedia Galega, así como en Wikipedia (falta bibliografía sobre este autor), encontramos que publicó poemarios como “Volvoretas”, “Gritos del alma”, “Chorimas”, “Leenda de groria” o “Follas de papel”.

No solo se ciñó a la poesía, también escribió teatro. “Tenía la obra ‘Luchar por la patria’ que tuvo mucho éxito y en la que hacía alusión a luchar por Galicia. Esa pieza se estrenó en el Teatro Principal de Santiago”, explica su bisnieto que justo esta semana peregrinó a él como homenaje y en recuerdo de su antepasado.

Pablo Martín-Laborda –que destaca en la conversación que se alza como el reportero de guerra veterano de España, de hecho, cubrió la Guerra de Yom Kippur en 1973– añade que su bisabuelo “defendió siempre a los pobres” al tiempo que recuerda que “en una de sus últimas obras escribió: no aspiro a ser leído por los doctos de la altura, sino por los de abajo. Solamente el pueblo me inspiró y solamente al pueblo dedico mis versos. Esto está escrito en agosto de 1887”.

Laborda lamentó que falleció muy joven, por lo que no dio tiempo a mantener vivo en el recuerdo su legado político y poético.

“Mi bisabuelo tenía interés en que la política fuese más humana, en que se escuchase más a la gente de abajo, pero dejó la política porque ya estaba enfermo”, añade.

“Yo creo que la parte liberal de la política gallega debería contemplar todo lo que mi bisabuelo hizo tanto como escritor, abogado y periodista dentro del progresismo”, apunta Laborda quien considera que “se le debería dedicar el Día das Letras Galegas. Lo digo no como pariente sino como poeta”.