Lo femenino pisa fuerte en el cómic español

La creadora gallega Emma Ríos, premio Eisner en 2020, y la viguesa Alicia Jaraba son dos de los ejemplos que traspasan fronteras con sus historias | Ambas preparan ya nuevas novelas gráficas

Emma Ríos, junto al Quiosco Alfonso | FOTO: VIÑETAS

Emma Ríos, junto al Quiosco Alfonso | FOTO: VIÑETAS / Mar mato

Mar Mato

Mar Mato

VIGO

El cómic lleva cada vez más nombre de mujer y no solo por los personajes, sino que se incrementa la nómina de guionistas y dibujantes que los elaboran. En Galicia, sin duda, el referente para muchas ha sido y es Emma Ríos, quien en 2020 ganó un Eisner (los Óscar de las viñetas) a la mejor portada. Algunas jóvenes siguen su estela. Es el caso de la viguesa Alicia Jaraba que saborea el éxito con su última novela gráfica, “La Malinche”, sobre la indígena que ayudó a Cortés en la Conquista. Hemos hablado con Jaraba y Ríos que participan esta semana en Viñetas desde o Atlántico.

“Yo ya no soy un referente”. La arousana-herculina Emma Ríos esboza esta frase en el aire sin falsa modestia y su interlocutora no puede más que sorprenderse. ¿Cómo, la dibujante gallega que ha ganado un Eisner a la mejor portada, es decir, el Óscar del cómic; la artista que ha trabajado para Marvel y que lo dejó para hacer sus proyectos y seguir creciendo, cree que ya no es un icono? Ella misma, explica su aseveración.

“Afortunadamente, ahora las cosas están cambiando mucho. Estoy alerta y ahora casi todas son chicas las que empiezan. Estoy encantada porque cuando comencé en los fanzines era la única mujer y ahora estoy viendo que han cambiado las cosas”, reflexiona.

Pero no solo en el género. Tanto las autoras como los creadores españoles y gallegos de cómic han logrado en los últimos 15 años hacerse su hueco en el mercado incluso internacional, aunque no olvidemos que no es algo generalizado.

Lo femenino pisa fuerte en el cómic español

Jaraba. / Mar mato

Cuando Emma Ríos –nacida en Vilagarcía de Arousa y asentada en A Coruña– echa la vista atrás, reconoce que “estaba en primero de carrera, estudiando Arquitectura, cuando empecé. Hacer comics no parecía una profesión. Nunca pensé que podía dedicarme a esto y ya ves, al final, aquí estamos, aguantando desde hace tiempo. Llevo 15 años de carrera”.

Menos tiempo acumula la viguesa Alicia Jaraba Abellán. Estos días se puede ver en Palexco una exposición sobre su trabajo en Viñetas desde o Atlántico, el salón de cómic de A Coruña que cumple 25 años gracias al tesón y trabajo de su impulsor, Miguelanxo Prado. Y si se quiere ver en detalle la obra de Emma Ríos, entonces, hay que dirigirse a Kiosco Alfonso.

Aunque las carreras de ambas son muy diferentes hay un elemento común: ambas tuvieron que ganarse el pan trabajando para fuera de España. En el caso de Emma Ríos, con el mercado estadounidense; mientras que Jaraba, negociando con el galo.

“Comencé a trabajar profesionalmente como dibujante –explica la autora viguesa que vive en Madrid– hace cinco o seis años pero todos los comics los hice en Francia y ninguno llegó aquí por diversos motivos”.

“Desgraciadamente –añade– el mercado franco-belga en término de público y remuneración no se puede comparar con el de aquí, con el español o gallego. Una tirada normal de ejemplares en España puede ser 1.000-1.500 unidades y en Francia, 10.000-15.000. Con eso, ya se comprende que la remuneración va a acorde con las tiradas. Francia es el mercado más potente de cómic en Europa. Trabajando para ellos uno puede pensar en vivir de esto sin tener otra profesión al mismo tiempo. Pero en España si uno se quiere dedicar a la ilustración tiene que hacer ilustración, docencia u otra actividad. En casos raros, alguien puede pero no es lo normal. Por eso, me fui al mercado (galo) que me puede permitir pagar el alquiler cada mes”.

En el caso de Emma Ríos, el desarrollo de las comunicaciones en los últimos años le ha permitido trabajar para Estados Unidos sin tener que abandonar el hogar gallego. Toda esa actividad le fue abriendo puertas hasta que en 2020 ganó el Eisner a la mejor portada con su trabajo para “Bella muerte 3. La rata”, publicado en USA pero también en España entre otros países.

“La verdad es que ese premio me dio bastante visibilidad. Como llevo bastante tiempo con trabajo propio, esa visibilidad se agradece más que cuando trabajas para una empresa grande como Marvel o DC”, añade.

No obstante, reconoce Ríos que ahora –debido a la edad, nació en 1976 mientras que Jaraba llegó a este mundo en 1990– está entrando en una nueva fase.

“He llegado a un punto de mi carrera en el que tengo cierta experiencia y, por lo tanto, me exijo el doble. Después de los 40 cambia mucho la cosa. Piensas que es una edad que se tiene que notar de alguna forma. Te exiges y te permites menos errores, aunque los cometes igual. Tus estándares están más altos que antes, porque tienes que hacer cada nuevo libro mejor que el anterior. Por eso, a nivel emocional y de ventas, se agradecen los reconocimientos. Cuando haces trabajo de elaboración propia, te vuelves un poco un mercenario, necesitas una base que te mantenga para poder hacer el siguiente trabajo sin tener que recurrir al trabajo comercial”, detalla.

En el caso de Jaraba-Abellón, el reconocimiento en España le llegó en los últimos dos años con su última novela gráfica, “Soy la Malinche” (de la editorial Nuevo nueve). Por fin, una obra suya apareció en español después de que muchas historias suyas “acabaran en el cajón” al ser “rechazadas”. “Estoy muy contenta de que mis seres queridos puedan leerla”, confiesa.

“La Malinche” recupera la historia de Malintzin (hierba, en náhuatl), una mujer indígena entregada a los españoles que acabó siendo traductora y consejera de Hernán Cortés facilitándole la conquista de México, aunque después daría también a luz a un hijo de él, por lo que es considerada como la madre simbólica del mestizaje forzado.

“Comprendo –señala Jaraba, cuya primera pista sobre la historia la encontró en el libro “Malinche” de Jane Lewis Brandt– lo difícil que puede ser que dos personas se comprendan más allá del idioma. Estamos hablando del siglo XVI, de personas que tenían unas infraestructuras que parecía que venían de otro planeta. Ese superpoder que tenía Malinche fue lo que me inspiró e indagué profundamente en quién era, busqué ficciones que hablasen de ella como las novelas de Laura Esquivel o Carole Acache”. La historia de Jaraba se puede leer en España, Francia y Holanda.

Ahora, Jaraba trabaja en “Loin”, lejos. “Es una road movie de una pareja en crisis con el buceo como metáfora constante de miedo. Es un viaje interior y exterior, una obra intimista”, adelanta.

En cuanto al nuevo proyecto de Emma Ríos, esta reconoce que no puede desvelar mucho: “Es una historia relacionada con el mar, con connotaciones de terror. Me estoy volcando por completo en este proyecto en el que llevo desde 2020. Saladrá en Estados Unidos y España”.

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