En la provincia de Pontevedra cuatro mujeres han denunciado haber sido víctimas de un pinchazo mientras se encontraban en un lugar de ocio –una en Cambados, otra en Nigrán y las dos últimas el pasado fin de semana en el festival de música electrónica de Salvaterra do Miño–, denuncias que se repiten a lo largo y ancho del país desde hace varias semanas. Por ello, el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España, al que se suma el Colegio de Enfermería de Pontevedra (COEPO), insta a los gobiernos central y autonómicos, y a los ministerios de Sanidad y de Igualdad a trabajar en común para adoptar las medidas necesarias para acabar con una práctica que, ya bien sea para anular la voluntad de la víctima para cometer otros delitos como agresión sexual o robo o simplemente para amedrentar a las mujeres, supone graves riesgos para la salud física y mental de la agredida y pone en riesgo la libertad de las mujeres.

Marisol Alonso Montenegro, presidenta del COEPO, asegura que es fundamental un protocolo para garantizar una atención más eficaz a las víctimas. “Una vez que se ve que no algo puntual, sino algo recurrente, entendemos que deberíamos tener una capacidad de respuesta más rápida. Para esto, es importante que tengamos un protocolo que defina qué estamos tratando y sus síntomas para poder identificarlo de forma rápida, por una parte, para dar la respuesta más adecuada a la víctima y por otro, poder identificar la sustancia antes de que desaparezca del organismo”, explica.

A este respecto, advierte de que estos pinchazos podrían inocular alguna sustancia ilegal, como éxtasis líquido, ketamina o benzodiacepinas, y, por tanto, que carece de control sanitario, que, además de producir una reacción inmediata de pérdida de control en la víctima, puede desencadenar efectos adversos e incluso una reacción alérgica que derive en un shock anafiláctico. Además, el uso de agujas fuera del entorno sanitario y, probablemente, sin esterilizar y que se han podido usar en otras personas, puede provocar una infección en la zona o la transmisión de enfermedades. “Aunque al tratarse de pinchazos subcutáneos o intramusculares y no intravenosos sea más difícil que se transmitan enfermedades como la hepatitis C o el sida, no por ello son descartables”, explica.

Alonso coincide con el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, en calificar de “absoluto terror” la práctica de los pinchazos a mujeres y advierte de que tendrá también repercusión en la salud mental. “A todos nos gusta salir a divertirnos y después de la pandemia probablemente tengamos más ganas aún de estar con mucha gente, y este tipo de situaciones te está llevando otra vez a ese miedo de la pandemia. Vamos de un miedo al siguiente y no nos permite relajarnos”, afirma.

Además de la atención a la víctima, subraya la importancia de que la población esté informada de lo que considera un problema de salud pública. Con este objetivo, el Consejo General de Enfermería ha lanzado unas infografías en su web en las que se explica qué es este fenómeno de los pinchazos, los síntomas y cómo actuar, tanto las víctimas como sus acompañantes y testigos. “Es importante que la población identifique qué está pasando y que sepa qué hacer si le ocurre”, explica.

El consejo de enfermería reclama también el endurecimiento de penas para los agresores, así como el establecimiento de medidas de vigilancia y preventivas.

Actuar rápido y denunciar siempre

Marisol Alonso recuerda los consejos que el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España y remarca la importancia de avisar cuanto antes y actuar rápido para detectar si se ha inoculado alguna sustancia y tratar sus efectos.

Víctimas.

Haz caso a tus sensaciones y si notas algo, avisa a alguien de confianza; verifica, revisando la zona donde hayas notado el pinchazo; obsérvate por si aparecen síntomas o mareos y si es así, comunícalo; acude a un centro sanitario o avisa a los servicios de emergencias para que te realicen análisis, pruebas y seguimiento de enfermedades de transmisión por vía sanguínea; no te marches a casa directamente, no te cambies de ropa ni te vayas sola; llama a la Policía o personal de seguridad; tramita siempre la denuncia.

Acompañantes y testigos.

Avisa si detectas que alguien no se encuentra bien o tiene una conducta sospechosa de haber sufrido un pinchazo; actúa y apoya, llama a lo servicios de emergencias; vigila la aparición o agravamiento de síntomas; si te avisa una víctima de lo ocurrido, sepárala de la multitud y busca ayuda, comunicándolo a los responsables del local o personal de seguridad; no dejes sola a la víctima, no olvides la importancia de tramitar la denuncia.

Síntomas.

Picor en la zona del pinchazo; mareo; náuseas; visión borrosa; somnolencia; desorientación; pérdida de conocimiento; inhibición o pérdida de voluntad.