Detectan ARN del SARS-CoV-2 en heces, plasma y orina en pacientes con síntomas persistentes tras el COVID-19

El estudio del Hospital Gregorio Marañón sugiere que el virus podría persistir durante semanas a nivel sistémico y en reservorios como el tubo digestivo

E.P.

Madrid

Un estudio realizado por investigadores del servicio de microbiología clínica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, perteneciente al área del CIBER de Enfermedades Respiratorias, ha observado que en una cohorte de pacientes infectados por SARS-CoV-2, que mantienen una sintomatología inespecífica varias semanas después (entidad denominada actualmente como LongCOVID o COVID persistente), una proporción relevante de pacientes presentan determinaciones positivas de ARN de SARS-CoV-2 en muestras extrarrespiratorias varias semanas después.

Este trabajo, publicado en la revista científica ‘BMC Infectious Diseases’, es el primero en el que se documenta la persistencia de ARN de SARS-CoV-2 en muestras de plasma, orina y heces varias semanas después del diagnóstico de COVID.

Los investigadores del Gregorio Marañón evaluaron una cohorte de 29 pacientes inmunocompentes que cumplen criterios de LongCOVID y exploraron la posibilidad de una persistencia viral de SARS-CoV-2 a nivel sistémico. Para ello realizaron pruebas PCR de SARS-CoV-2 en muestras que pueden ser representativas de una afección sistémica como son el plasma, la orina y las heces. Un 45 por ciento de estos pacientes presentaban determinaciones positivas de ARN de SARS-CoV-2 en plasma más de 4 semanas después del diagnóstico y algo más del 50 por ciento de los pacientes presentaban PCR positiva en al menos una muestra extrarrespiratoria, aunque los investigadores no pudieron realizar secuenciación genómica completa de las muestras debido a la baja carga viral de las mismas y tampoco pudieron realizar cultivo viral, lo que habría permitido demostrar la viabilidad o no de las mismas.

A pesar de estas limitaciones, los datos observados en este estudio sugieren que el virus SARS-CoV-2 podría persistir a nivel sistémico y en reservorios como el tubo digestivo durante varias semanas y ser responsable de la sintomatología de estos pacientes.

En caso de que esta hipótesis fuera cierta, abriría la posibilidad de evaluar tratamientos antivirales en estos pacientes, y dado que SARS-CoV-2 en un ARN virus y sin capacidad de integración genómica estas estrategias de tratamiento antiviral podrían teóricamente erradicar esta persistencia viral de forma similar a los éxitos obtenidos con tratamiento antiviral en la infección crónica por el virus de la hepatitis C.

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