El vals de bodas ha sido siempre una tradición social que se remonta al siglo XVIII y que rápidamente logró notoriedad en los grandes bailes de la aristocracia, ganando terreno en el cortejo y en el evento nupcial. Esa apertura del baile de los novios, tras el banquete, sigue estando muy arraigada en España y en Galicia, pero cada vez va a menos. La gran elegancia y el romanticismo que derrocha la danza vienesa ha dado paso, en los últimos años, a otros bailes más contemporáneos y desenfadados que proliferan en pazos, restaurantes, fincas y demas escenarios nupciales, hasta el punto de que ya han dejado de sorprender a los invitados.

Ahora el reto de los contrayentes es mostrar sobre la pista su nivel de destreza y su sincronización con los pasos, con una 'performance' lo más original posible, para así dejar a todos con la boca abierta. Es un detalle más que suma para que ese importante día en la vida de la pareja sea "la mejor boda a la que he ido nunca" de sus asistentes. En ocasiones, son ellos -y en concreto, los amigos más cercanos- los que se apuntan a las coreografías sorpresa para regalar a los recién casados un baile a lo 'flashmob'.

Lo cierto es que Galicia no se queda atrás en este icónico momento que se ha reinventado, dejando bailes de diversos estilos para el recuerdo, cuyos protagonistas prefieren acercarse a un nivel casi profesional para dar lo mejor -o no hacer mucho el ridículo- ante su público.

De ahí que muchos opten por apuntarse a una academia de baile, que en cuatro o seis clases, el que más o el que menos salva con aprobado -y alguno hasta con sobresaliente- la papeleta. Es algo que comienza a ser habitual también fuera de Gailcia, aunque aquí, uno de los bailes que muchas parejas incluyen en su apertura nupcial tras el banquete es la muiñeira. Sobre todo, desde que hace cinco años se hiciera viral en Youtube un vídeo en el que los gallegos Álex y Ana cambiaron el tradicional vals por el 'tacón, punta tacón' en su boda.

Ha sido el caso de algunas de las parejas recién casadas que han cedido gentilmente los videos de sus bailes nupciales a FARO, -de Vigo y Ourense- para tomar nota de lo que se estila hoy en día en ese artístico terreno.

OLALLA Y PABLO

Esta pareja viguesa nos envía el vídeo de su baile nupcial desde Bali (Indonesia). Hace una semana que sellaron su amor en el Casal dos Celenis (Caldas de Reis), y ahora gozan de su luna de miel tras disfrutar por todo lo alto el día más especial de sus vidas. Y es que, viendo algunas de las fotos de su enlace que compartieron en Instagram, la de Olalla Antonio Martínez y Pablo García Velasco fue una de esas bodas que no se olvidan. Ellos pusieron todo su empeño para convertir la celebración en una fiesta divertida de amigos y familiares, que además pudieron comprobar el empeño que le pusieron a la hora de dar el pistoletazo de salida en la pista al baile, para el que además se vistieron de manera informal, dejando a un lado las vestimentas nupciales.

Algunos de los momentos de la boda de Olalla y Pablo. Pablo García Velasco

Cuando decidieron hacer una coreografía especial, según Pablo "nos pusimos en nuestra casa a intentar bailarla, pero..." , a renglón seguido sentencia Olalla en tono jocoso: "me di cuenta de que no me iba a casar", en alusión al poco 'xeito' de su novio. "Era un completo desastre", reconoce él, "así que, a seis semanas de la boda, contactamos con un chico que da clases de bachata y le comentamos nuestra idea". Pablo y Olalla querían hacer algo parecido a la batalla de baile de la película "American Pie ¡Menuda boda".

"Las canciones son todas de esa escena, y los pasos del principio son parecidos, pero después hicimos algunos cambios para poder hacer el baile juntos. Esa parte fue la que nos montó nuestro profesor con el que tuvimos cinco o seis clases. Pero eran cosas bastante básicas, porque Olalla baila muy bien, pero yo soy un pato mareao", confiesa.

Su coreografía 'remix' incluye extractos de los temas Maniac (Michael Sambello), Heaven is a place on earth (Belinda Carlisle), Sweet Dreams (Eurythmics), Venus (Bananarama) y The Reflex (Duran Duran).

El baile nupcial de los vigueses Olalla y Pablo emulando una coreografía de película

El baile nupcial de los vigueses Olalla y Pablo emulando una coreografía de película Cedido

Ambos se dedican a la actividad física como entrenadores, pero en el caso de ella "hice mis pinitos, y sí que fui a clases de baile moderno y mil cosas más hace tiempo, y aunque fue en plan 'amateur', me gusta mover el esqueleto", un nivel que se puede comprobar en el vídeo que nos han cedido, donde también se demuestran las buenas intenciones de Pablo.

DIANA Y RAÚL

Esta pareja ourensana que celebró su enlace en el Parador de Santo Estevo (Ribas do Sil) decidió apostar por algo más arriesgado en su baile nupcial. "Nos parece una parte importante de la boda, y queríamos que fuese algo divertido, no el típico vals", comenta Raúl. Le dedicaron cuatro horas de academia con Xavi, profesor de Sabrosura, y "mucha práctica en el salón de casa", confiesan.

Momentos del baile y del enlace de Diana y Raúl. Kraken

Él reconoce que le costó un poco más sacar adelante la coreo, pero mereció la pena. "Los invitados fliparon, no se lo esperaban para nada. Va a hacer casi un año que nos casamos (fue el 10 de julio de 2021) y aún lo siguen recordando".

Diana y Raúl, de Ourense, arrancaron su baile nupcial con un tango, pero después...

Diana y Raúl, de Ourense, arrancaron su baile nupcial con un tango, pero después... Cedido

En su caso, también fue una coreografía con varios temas, aunque elegidos por ellos. Arrancaron con un sensual tango, para después atreverse con el icónico baile final de la película Dirty Dancing, "pero sin coger a la novia en el aire, ni siquiera nos lo planteamos", confiesa el novio, que cambió esa parte por una cargada con ella y un giro sobre sí mismo. Apache (jump on it), de la serie "El principe de Bel Air", y Don’t stop me now, de Queen, cerraron su actuación nupcial.

ANDREA Y HÉCTOR

Volvemos a Vigo para conocer el baile de Andrea Argibay y Héctor Cernadas, una pareja que apenas lleva diez días casada. Celebraron su boda el pasado 23 de junio, víspera de San Juan, en el hotel Nande da Natureza, de As Neves. Y las seis clases de baile que tomaron, a 30 euros la sesión, fueron regalo del hermano del novio y de su mujer -que habían contraído matrimonio un año antes- y de la ya suegra de Andrea.

En su caso, tiraron por la tradición, aunque con matices. Dos estilos musicales ancestrales centraron su coreografía. Y es que Andrea y Héctor bailaron un vals y una muiñeira. Pero el tema que eligieron para poner en práctica la danza austríaca está firmado por Vetusta Morla. Se titula 23 de junio y "que mejor que esa canción tan especial para bailar la noche de San Juan", apunta Andrea.

El tema de 2017 es, según explicó, en su día la banda madrileñaun vals retrofuturista cargado, a partes iguales, de folclore y manipulación sonora. Es un baile atemporal. Tiene aroma de canción popular convertida en un ritual de paso, como si se tratase de una celebración ancestral que nos invita a pasar ligeros y con valentía, sin la carga del equipaje que todos llevamos encima”.

Momentos del baile y de la boda de Andrea y Héctor.

Eva Domínguez, coreógrafa de la academia de baile viguesa Pasos, fue la que les montó la performance vienesa-gallega. La popular Muiñeira de Chantada sonó en el salón de baile, y "aunque nos confundimos un poco", triunfaron ante sus invitados. "Yo iba a clase de baile gallego, pero Héctor no tenía ni idea", recuerda Andrea, poniendo en valor su esfuerzo.

Andrea y Héctor sorprendieron con el vals de Vetusta y la muiñeira de Chantada

Andrea y Héctor sorprendieron con el vals de Vetusta y la muiñeira de Chantada Cedido

Si bien, mantuvieron la vestimenta de la boda para su exitosa actuación, Andrea prefirió dejar los tacones a un lado. "Me puse unas zapatillas que me regalaron con frases escritas de la canción de Vetusta", confiesa.

PALOMA E IAGO

Esta pareja de Vigo cruzó la 'raia' para celebrar el día más importante de su vida que se desarrolló en el Solar da Levada, una espectacular quinta situada en el distrito de Braga (Portugal). Paloma Camisón e Iago Soto también tomaron clases e iniciaron su baile con los mismos ritmos que Andrea y Héctor, aunque a su vals, más clásico, y a la muiñeira, sumaron dos estilos musicales: la salsa y el 'hustle'.

Momentos de la boda de Iago y Paloma.

Y todos tuvieron un porqué. El primero por tradición nupcial, el baile gallego, "porque es lo que más le gusta a mi suegro", apunta Paloma. El tema de salsa "es una canción muy bonita que habla de cómo una persona que lo ha pasado mal, se recompone gracias al amor, y al cuidado de su pareja", señala la novia, que cerró esta coreografía con Iago, bailando un 'hustle'. Se trata de un estilo de los años 70 que importaron los latinos a Estados Unidos, y que mezcla el sonido más discotequero con el son cubano. "La idea era que al final los invitados se uniesen a nosotros".

Iago y Paloma, del vals al 'hustle', pasando por la muiñeira y la salsa

Iago y Paloma, del vals al 'hustle', pasando por la muiñeira y la salsa Cedido

Les llevó cuatro sesiones específicas para perfeccionar la coreo, "pero no nos costó mucho, porque nosotros ya íbamos a clases de baile", reconoce la novia, quien le da más mérito a su pareja, "ya que al final, en los estilos que escogimos, es el hombre el que lleva a la mujer, y por eso tuvo que aprender mejor los pasos". No obstante, su puesta en escena fue de concurso, y así se lo reconocieron sus invitados "que no se lo esperaban y les encantó".

PATRI Y MATEO

Ella es de Mos y no tenía ni idea de baile. Él es vigués y lleva unos cinco años en una academia donde aprende bachata y kizomba. Por eso nadie se sorprendió cuando sobre la pista de baile del Pazo da Touza, en Nigrán, puso en práctica el pasado 3 de junio, estos estilos de baile, junto a Patri, que estuvo a la altura de su pareja en esta coreografía nupcial llena de emoción y romanticismo. "A los invitados les sorprendió más ella, porque conmigo ya intuían por donde irían los tiros, pero claro, quedaron impresionados con el nivel de Patri" reconoce Mateo, al que "desde muy pequeño siempre me han gustado los bailes latinos".

Mateo y Patri se casaron el pasado 3 de junio. Be and Arrow

Él acude a la academia Bambalina, con Fredi "un excelente coreógrafo". Así que decidieron tomar unas clases específicas para montar la coreografía con la canción Disfruto, versionada en kizomba por Carla Morrison, y una bachata más tradicional, de Vicente García Carmesí.

"Para mí, ese momento era el plato fuerte de la boda, lo que más ilusión me hacía. Nunca había bailado con mi pareja y lo afrontaba como algo muy especial". El vídeo muestra una coreografía emotiva, sentimental y romántica, pero Mateo, muy exigente consigo mismo, no quedó del todo satisfecho. "El vestido complicó un poco las cosas al ser tan voluminoso. Nos salía mejor en el ensayo. Además, hubo algunos nervios, que siempre están a flor de piel, así que no salió ni bien ni mal; salió correctamente, aunque quedamos contentos, en general", matiza.

Mateo, 'el maestro', y Patri, 'la aprendiz', con un baile nupcial a ritmo de kizomba y bachata

Mateo, 'el maestro', y Patri, 'la aprendiz', con un baile nupcial a ritmo de kizomba y bachata Be and Arrow

Lo más positivo, es que después de esta experiencia, Patri parece que quiere apuntarse a más clases, así que podrán compartir esa pasión por el baile de Mateo.