El coronavirus se cobra este año en Galicia casi tantas muertes como en el primer año de la pandemia, cuando no se habían administrado vacunas. Tomando como referencia los datos de los 179 primeros días de 2022 –hasta ayer–, la media de fallecidos por día es de 4,53. La cifra está solo treinta décimas por debajo de los 4,83 fallecidos diarios de 2020, media que se obtiene al dividir los fallecidos por COVID ese año, 1.411, entre los 292 días transcurridos en 2020 a partir de la primera muerte por coronavirus en Galicia, reportada el 14 de marzo de ese año.
La estadística es el reflejo de la “meseta” en la que se encuentran Galicia y otras comunidades de España en este año. En las curva de mortalidad no se ven picos tan pronunciados como los de la primera y tercera olas; no hay meses en los que se llegue a los 400 muertos, pero desde diciembre de 2021, coincidiendo más o menos con la irrupción de la variante ómicron, ningún mes ha bajado del centenar de muertos. La gráfica ha pasado de describir una cordillera alpina y dibuja una meseta elevada.
La alta transmisibilidad de la variante ómicron original (BA.1) y sus sucesivos sublinajes aún más contagiosos (BA.2 y ahora BA.4 y BA.5, dominantes en Galicia al 73%) han multiplicado las infecciones, lo que ha hecho aumentar las hospitalizaciones y, en mucha menor medida que en olas anteriores, los ingresos en UCI.
El dato, además, vuelve a poner de manifiesto la importancia de la vacunación. Galicia, junto con Canarias, tiene la menor letalidad global de la pandemia en mayores de 60 años, con el 2,1%, cuando la media española está en el 3,9%. En este dato tiene que ver, además de la alta capacidad diagnóstica, que hasta hace poco permitía detectar un alto número de casos, la alta tasa de cobertura vacunal, superior al 94%. Sin vacunación las muertes se multiplicarían por cuatro o cinco.
Probablemente lo más llamativo de la media de mortalidad diaria, similar a la de 2020, es que en la calle no se percibe. Con la estrategia de “gripalización”, que se inició hace tres meses, no se mide la incidencia de la población general y los datos de mortalidad han pasado a ser una nota a pie de página –a veces ni eso– en muchos medios de comunicación, y eso en España mueren de media cada día, según el último informe de Sanidad, unas 43 personas por COVID, probablemente más que por cualquier otra enfermedad.
Todos estos datos ponen seriamente en cuestión la estrategia de “convivir con el virus”. Si lo que se pretedía era proteger a los vulnerables, dejar que se disparen los contagios en su entorno quizá no fue la mejor decisión. Lo estamos viendo ahora con una incidencia acumulada para los mayores de 60 años de 1.020 en Galicia, tasa que llega a 1.119 para los mayores de 80, los más vulnerables. En nuestra comunidad el 96,5% de los fallecidos tenía más de sesenta años, y el 70,8%, más de ochenta.
En cuanto a la causa de las muertes, Sanidade ha puntualizado que desde la tercera ola se notifican únicamente muertes “por” y no “con” COVID, es decir, cuando se determina que la enfermedad producida por el coronavirus SARS-CoV-2 es la que ha precipitado el fallecimiento. Se registran muchas menos neumonías, y el perfil del fallecido suele ser una persona con múltiples patologías que el virus descompensa.
Los decesos por COVID-19 en Galicia registrados en la página web del Sergas ascienden a 3.594 al haber notificado ayer la Consellería de Sanidade nueve óbitos registrados entre el 22 y el 27 de junio. Se trata de 5 mujeres y 4 hombres de edades comprendidas entre los 77 y los 96 años. Cuatro pertenecían al área sanitaria de Vigo.
Aumento de los ingresados
Las cifras de la pandemia siguen al alza en Galicia. Los casos activos ascienden a 12.412, que son 673 más que la jornada anterior, y los ingresados en los hospitales se incrementan en 15 hasta los 650, de ellos 20 en UCI. Una semana atrás, el miércoles 22 de junio, había 493 ingresados, de ellos 17 en UCI. Los actuales datos de hospitalización en planta son similares a los de mediados de febrero, aunque hay aproximadamente la mitad de pacientes en unidades de críticos.
Por áreas sanitarias, la presión hospitalaria aumenta en cinco de las siete: A Coruña-Cee, Lugo, Ferrol, Pontevedra-O Salnés y Ourense; y se alivia en dos: Vigo y Santiago.
La última cifra diaria de contagios, 1.678, está también en niveles de febrero pasado, durante la bajada de la primera ola ómicron. Es similar a la registrada el 25 febrero, cuando se notificaron 1.682.