¿Había perdido la esperanza?

No. Seguía creyendo que aparecería alguien [un denunciante de Linares con delitos no prescritos]. Hay muchos afectados. Y seguramente lleguen más denuncias. 

¿Qué significaría que se juzgara al profesor que lo violó, aunque ahora tenga más de 90 años?

Esta es una verdad [la de los abusos sexuales en colegios religiosos como los que sufrió Palomas] que durante mucho tiempo ha estado enterrada. Y cuando finalmente sale a la luz es muy difícil de probar. Cualquier cosa que demuestre que yo no estoy loco, algo que he pensado muchas veces, es un alivio. Porque una cosa es que la justicia prescriba y otra muy distinta es que hablemos de cosas que no sean reales. Lo son.

¿Le generaba frustración ver que su violador gozaba de impunidad gracias a la prescripción?

No personalizo lo que me pasó con el hermano Linares. Porque son tantas las víctimas de abusos sexuales, y la mayoría no han aparecido aún, que personalizar no ayuda al resto. Yo no le tengo ningún rencor a Linares. No sé quién hay ahí dentro, que le llevó a hacer lo que hizo. Mi preocupación real es el encubrimiento de la institución. Existen estos hermanos pederastas porque hay una mampara que lo tapa. Esto es lo que hay que destruir. Una vez queden expuestos, no actuaran así. 

¿La institución de La Salle debe reparar a las víctimas?

Sí. Si en una institución ha habido delitos, estén o no prescritos, deben ser reparados. 

¿Denunció a Linares siendo consciente de que su caso estaba prescrito?

Sí. Pero tenía un mínimo de esperanza de que al verse la gravedad del abuso que Linares cometió conmigo, que me violó, la justicia hallaría un modo de sortear la prescripción. 

¿Qué sintió al saber que no había hallado ningún modo?

Frustración.

¿Y ahora? ¿Al ver que la Fiscalía de Mataró ha seguido buscando hasta encontrar víctimas con delitos no prescritos?

He confirmado que siempre hay algún hilo del que se puede tirar. Que es solo una cuestión de voluntad. Y que posiblemente ha faltado esta voluntad por parte de la justicia en otras ocasiones.

¿Qué le diría a la joven que puede hacer posible que la justicia actúe contra Linares?

Lo único que puedo decirle es gracias. Pero en nombre de todos. No solo el de las víctimas. Toda la sociedad debería dar las gracias a la gente que denuncia. Sobre todo cuando hay tan poco que ganar. Que sea tan joven todavía convierte su decisión en algo más valiente. La gente me llama valiente a mí pero a mi edad tengo poco que perder. Ella es la valiente, y la generosa.

¿Qué van a sentir las víctimas de Linares si finalmente pueden presenciar un juicio con Linares sentado en el banquillo de acusados?

Las víctimas de Linares podrían llenar una nave industrial, no cabrían todas en la sala del juicio. En mi caso, ver esa imagen, sería difícil. Mi vida no ha sido la que tendría que haber sido después de los 8 años. 

¿Por qué?

A esa edad Linares me demostró que confiar en alguien que supuestamente te quiere es el equivalente al infierno. Y nadie me dijo después que no volvería a pasar. Vivo con esa limitación emocional que han marcado mi relación con la condición humana.