El verano comenzó en el hemisferio norte el pasado martes a las 11:14. Pero, de momento, no se ha dejado sentir demasiado en Galicia. Aunque la lluvia respetó la noche mágica de San Xoán, este viernes los cielos se han ido cubriendo y desde primera hora de la tarde se están registrando precipitaciones que acabarán por extenderse a todo el territorio. Las temperaturas se han desplomado unos 15 grados con respecto a hace una semana, cuando la ola de calor que asfixió durante días a la península afectó también a la esquina noroeste.

Ampliando el foco a junio, lo cierto es que está resultado un mes con características más propias de la primavera que del estío. De hecho, en buena parte de las estaciones de la red meteorológica de MeteoGalicia a estas alturas ya ha llovido más que en varios meses que deberían ser más húmedos. En Vigo, por ejemplo, se han recogido 97,6 litros por metro cuadrado, más de seis litros por encima de marzo, el segundo más lluvioso en lo que va de 2022.

La anomalía, en todo caso, está más en la escasez de precipitaciones desde el pasado otoño que en este junio primaveral. Las lluvias aún seguirán unos días y están contribuyendo a paliar el déficit hídrico que sufre Galicia, pero no serán suficientes para superarlo, sobre todo porque las previsiones generales para el verano apuntan a una estación más cálida y seca de lo habitual.

Pero por el momento, seguirá reinando la inestabilidad y los días de playa no se vislumbran hasta más allá de mediados de la próxima semana. Este sábado, Galicia quedará en una situación intermedia entre altas y bajas presiones y con aire frío en altura. Se espera aún alguna precipitación residual en el extremo este durante las primeras horas del día e intervalos nubosos con chubascos dispersos y ocasionales que tenderán a remitir con el avance del día en el resto. Las temperaturas sufrirán un ligero descenso, más pronunciado en los valores mínimos. El viento soplará de componente oeste.

El domingo entrarán las altas presiones en forma de cuña sobre Galicia, pero se mantendrá la vaguada en altura. Por lo tanto, los cielos se presentarán parcialmente nubosos con algún chubasco aislado y ocasional. Las temperaturas mínimas descenderán ligeramente, por lo que será una madrugada fría, mientras que las máximas no experimentarán cambios significativos. Los vientos soplarán del noroeste en general, flojos, con intervalos moderados en las Rías Baixas.

El panorama parece dar un giro hacia el tiempo más soleado el lunes, pero será un espejismo. Durante esa jornada los cielos quedarán despejados y las temperaturas máximas irán en ascenso, una situación que se repetirá durante las primeras horas del martes. Sin embargo, al final de esa jornada un nuevo frente frío dejará una elevada probabilidad de precipitaciones en la mitad oeste del territorio.

A partir del jueves las altas presiones serán las protagonistas sobre Galicia con tiempo más estable y ascenso progresivo de las temperaturas al final de este período. Habrá que esperar a ver si se consolida la previsión y julio arranca con la clásica estampa de las playas llenas.