Los padres de un alumno lucense diagnosticado con Asperger, un síndrome que forma parte de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), y con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) han denunciado este miércoles el "trato discriminatorio" e "incorrecto" que ha sufrido su hijo este curso en el instituto Basanta Silva de Vilalba.

Según han narrado, el joven, que ha cursado primero de Bachillerato, está diagnosticado desde 2014 y cuenta con un informe de intervención elaborado por una especialista del Equipo de Orientación Específico de la Consellería de Educación, que establece para él ciertas adaptaciones y apoyos en el aula, sobre todo relacionados con "las áreas en las que tiene más dificultades", como la organización o la psicomotricidad fina.

Aunque el alumno "tiene un buen rendimiento académico" y no ha presentado problemas anteriormente, los padres denuncian que este pasado curso uno de sus profesores manifestó el rechazo a poner en práctica "las medidas de atención a la diversidad" que necesita el joven y que marca la propia consellería.

Los padres aseguran que la actitud del docente hacia su hijo fue negativa desde el inicio del curso, "minusvalorándolo" y "prejuzgando su capacidad". A petición de los progenitores, les fueron enviados los criterios de evaluación del alumno, donde comprobaron que el docente "le había bajado la calificación en aspectos que son propios de su diagnóstico", aseguran.

"Lo penaliza por no planificar, por no resolver sus propios problemas, por despistarse con mucha frecuencia, por preguntar muchas veces, por llegar tarde, por canturrear, por hablar solo... lo penaliza, en definitiva, por cuestiones inherentes a su condición de persona con autismo", destacan.

Ante lo que consideran una actitud "no correcta" con el estudiante, los padres presentaron varias quejas en la Inspección Educativa de Lugo y, tras una reunión en el mes de abril, se propuso que se incorporase un profesor al aula para supervisar el comportamiento del docente, algo que aceptaron.

Sin embargo, el instituto, en una primera reunión, les comunicó que ese refuerzo "no se podía ejecutar por falta e medios humanos", afirman los padres. En un segundo encuentro, posteriormente, "se reconsidera" esta decisión, aunque "hay un intento por parte del centro de revisar todos los hechos y conductas del docente", llegando "a cuestionar la actitud del menor" y a "culpabilizar" a sus padres, denuncian.

Finalmente, los padres han presentado una denuncia en Inspección Educativa para que se investigue lo sucedido tanto en relación a este profesor como en lo relativo a la actitud del centro.

Asimismo, han decidido hacer público el caso porque "la situación sigue sin resolverse" y se sienten "muy preocupados" por el próximo curso. Reclaman también una reunión con el jefe territorial de Educación.