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Sentencia favorable

Sanción de 6.000 euros por confundir dos féretros en el Aeropuerto del Prat

La Audiencia Provincial de Barcelona ratifica una multa de 6.000 euros a la empresa Swissport, tras confundir dos cuerpos en el almacén del Aeropuerto del Prat y mandarlos en ciudades distintas de Marruecos

Nidal Arbouch muestra los comprobantes que indican que el féretro de su hermana por error viajó a Nador. JORDI COTRINA

"¡Denuncien, por favor! Nosotros lo logramos", clama Nidal Arbouch, con una sentencia en la mano. Hace cinco años de la humillación que vivió su familia cuando el almacén de Swissport en el Aeropuerto del Prat de Barcelona confundió el féretro de su hermana fallecida con el de otra mujer. Es la segunda vez que este diario se hace eco de esta situación. Después de leer el primer reportaje, Arbouch quiso contar su historia. "Estoy convencida de que no somos muchos afectados, pero la gente prefiere callar y pasar página antes que denunciarlo", sentencia la mujer. Ella ha conseguido una indemnización de 6.000 euros. El dinero, dice, lo van a invertir en la lucha contra el cáncer, la enfermedad que se llevó demasiado temprano a su hermana.

"Fue todo tan rápido...", recuerda Nidal al hablar del fallecimiento de su hermana. Ambas viajaron de Tánger (Marruecos) a Barcelona en 1999 para empezar una vida en Europa con sus padres. Nidal tenía 9 años, Manal, la pequeña, 4. En 2017 tenía 22 años, estaba terminando los estudios de Farmacia y tenía una vida por delante, pero desarrolló un cáncer gástrico que se la llevó por delante. "Se lo diagnosticaron el 15 de julio de 2017 y murió el 20 de noviembre del mismo año", rememora la hermana. Un proceso durísimo, el de aceptar el fallecimiento de una hija y de una hermana a una edad tan temprana en tan solo cuatro meses. "Es algo que no superas nunca", concluye Nidal.

Manal aprovechó aquellos meses de cuidados paliativos para planificar su muerte: quería ser enterrada en Tánger, en un cementerio que tiene vistas al mar, al estrecho de Gibraltar y a la península Ibérica. La familia ya tenía contratado un seguro de vida con un banco marroquí, así que el proceso de la repatriación fue relativamente fácil y rápido. La Funeraria del Bages se hizo cargo del lavamiento del cuerpo y preparó el féretro para ser transportado en los almacenes de la empresa Swissport del Aeropuerto de Barcelona.

Nidal Arbouch muestra una foto de su hermana Manal con su hijo. JORDI COTRINA

Dos días esperando el cuerpo

Los padres, la hermana y el cuñado viajaron a Tánger el día 26 de noviembre de 2017 para el entierro, confiando que el féretro de Manal iba con ellos en la bodega del avión. Pero al aterrizar en Marruecos la sorpresa fue terrible. "El cuerpo era el de otra persona, otra mujer que tenía que haber llegado a Nador el día anterior, el 25 de noviembre", explica Nidal. Los responsables del almacén se confundieron al cargar los cuerpos y mandaron el cadáver de Manal a Nador, sustituyéndolo con el de una mujer llamada Fattouch El Karimi, procedente de Barcelona. "Llevo años intentando contactar con esta familia pero me está siendo imposible", prosigue Nidal, que sospecha que estos familiares tardaron dos días en recibir el cuerpo.

Negligencia con daño moral

Finalmente, Arbouch pudo ser enterrada en Tánger. "Es un error grave. Una cosa es que te pierdan la maleta, pero otra muy distinta es un cuerpo de una persona... Mis padres estaban destrozados, solo les faltaba esto", insiste Nidal. De vuelta a Barcelona, interpusieron varias reclamaciones que quedaron sin respuesta. "Ni siquiera pedir perdón", dice con un hilo de voz. En enero de 2018 denunciaron a la compañía Swissport, propietaria del almacén aeroportuario donde se cometió el error. Dos jueces les han dado la razón, ya que la empresa recurrió la primera sentencia a la Audiencia Provincial de Barcelona. La última sentencia acusa a la empresa de una actuación "negligente" que causó "sufrimiento psíquico, angustia e incertidumbre" a la familia. Además, la misma empresa atribuyó la situación a un "lamentable error absolutamente involuntario".

Este mayo Swissport ha hecho efectivo el pago de la indemnización: 6.000 euros. "No lo hicimos por el dinero, pero a esta gente solo le haces daño cuando le das donde más le duele", cuenta Nidal. De hecho, estos 6.000 los donarán a alguna asociación que lucha contra el cáncer. "Para que no les pase como a mi hermana", susurra Nidal.

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