No hay que irse muy lejos para disfrutar de uno de las mejores playas de la costa de Europa. Los expertos en viajes del periódico  'The Guardian' han seleccionado los cuarenta mejores arenales del continente europeo. Seis de ellas son de España de las cuales una se encuentra en la costa gallega.

Si bien las Islas Cíes en general y la playa de Rodas en particular han conquistado frecuentemente al diario británico, en esta ocasión ningún arenal del archipiélago se ha colado en la prestigiosa lista, pero eso no ha impedido que haya presencia gallega. La playa de Carnota, la más extensa de Galicia con sus más de siete kilómetros de arena blanca y fina, es una de las destacadas para 'The Guardian' junto a otras cinco playas del país. España no es la más representada en el ranking, ya que ese lugar corresponde a Grecia con siete emplazamientos, pero sí se sitúa justo detrás junto a Francia. Les siguen Italia Portugal con cinco. Ya, en menor medida, Croacia aporta tres, Irlanda dos y Alemania, Montenegro, Holanda, Turquía Albania, uno cada uno.

Carnota, Galicia

“Fabulosas playas de arena se ensartan a lo largo de Galicia como perlas en un collar, pero ninguna es más preciosa que Carnota”. Así de contundes se muestran desde el periódico británico para alabar esta joya gallega.

“Pasarelas de madera conducen hasta el pueblo a través de llanuras pantanosas por una bahía suavemente curvada y arropada por dunas y matorrales”, escriben de la seleccionada de la comunidad para entrar en la lista de mejores playas de Europa.

Es considerada como la playa más larga de Galicia con sus más de 7.000 metros de longitud. También es una de las más anchas, llegando a 500 metros en algunos puntos con la bajamar. Además, gracias a ser el enclave de la desembocadura del río Valdebois, el arenal es un hervidero de vida. Un espacio dunar en las rías altas con unos valores ecológicos y paisajísticos únicos. Además de tener una de las puestas de sol más espectaculares, con el monte Pindo como testigo de excepción.

Parque Regional de Calblanque. ASCENSIÓN GUILLERMO

Calblanque, Región de Murcia

"A pesar de estar cerca de la superdesarrolalda La Manga y el contaminado Mar Menor, las playas vírgenes parecen estar a un mundo de distancia", dicen los expertos en viaje de 'The Guardian'. Destacan del entorno murciano "las playas y calas de arena, cada una más salvaje que la anterior: desde Playa Larga, la más grande y concurrida, hasta Playa Parreño y la remota y solitaria Playa Negrete".

Además, desde el citado periódico también ponen en valor "la vida salvaje" que hay para observar en Calblanque. "La reserva es un refugio para tortugas marinas, tejones, zorros y flamencos", apuntan.

Ses Illetes. C.C.

Ses Illetes, Formentera

“Una de las playas más deslumbrantes del Mediterráneo”. Así la califican los editores de viajes de 'The Guardian', que se han visto fascinados por "sus aguas poco profundas y cristalinas, que permiten apreciar innumerables tonos de azul".

No obstante, mencionan que “la infraestructura es escasa”, a excepción del “chiringuito con los pies en la arena” de Es Ministre y el restaurante Juan y Andrea, “una institución”.

Playa de Torimbia. LOM

Torimbia, Asturias

Esta playa de Llanes (Asturias) ha sido elegida por ser “un majestuoso arco de arena fina y dorada acunado en un paiseja de helechos y exuberantes pastos verdes”.

Los expertos destacan que en la época estival sí hay un chiringuito abierto que “sirve pescado a la parrilla, bebidas y helados”; si no, recomiendan llevarse provisiones. También apuntan que en este arenal la ropa “puede ser opcional”, ya que “es famosa por recibir tanto a naturistas como a amantes de la naturaleza”.

Cala Trebalúger. Flickr

Cala Trebalúger, Menorca

Desde 'The Guardian' destacan "el armonioso 'feng shui' de sus dunas, acantilados y el pinar que la rodea”, que “abrazan a la cala”.

“Es una playa donde menos es más”, comentan al indicar que el arena no cuenta con tumbonas ni otros equipamientos.

Sopelana, País Vasco. TURISMO EUSKADI

Sopelana, País Vasco

Sobre este enclave de la costa vasca los expertos en viajes del periódico apuntan que es "menos conocido entre los turistas extranjeros" y resaltan la cala de guijarros de Meñakoz y el "atractivo especial" del tramo de Barinatxe, al que acuden nudistas y quienes practican parapente.