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El Miño, ¿un río traicionero? "Hasta un nadador profesional se hubiese ahogado ese día"

Guías de Arrepións, empresa de Arbo dedicada a actividades en aguas bravas, conocen como la palma de su mano los peligros que entraña el tramo fluvial en el que murieron un padre y su hijo el sábado

Las trampas del Miño a su paso por Arbo

Las trampas del Miño a su paso por Arbo C. E. / A. G. / Edición: M. C.

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Las trampas del Miño a su paso por Arbo Marta Clavero

Conchi Elosúa es una experta en deportes de río, -lleva 26 años practicándolos e impartiendo cursos- y como tal, desempeña la labor de guía y monitora en la empresa que fundó hace más de tres décadas en Arbo. Se llama Arrepións y ofrece un turismo de aventura acuática que aprovecha las aguas bravas del Miño para desatar la adrenalina de aquellos que se atreven a desafiar saltos, remolinos y rápidos a través de diferentes modalidades.

Este centro de turismo de aventura ofrece actividades de rafting, kayak, hidrospeed, barranquismo, orientación y senderismo, "pero siempre con dos de nuestros monitores guiando a los grupos, y todas las medidas de seguridad y prevención que nos exige este curso fluvial", aclara.

De ahí que ella y el resto del equipo que forma Arrepións conozcan el Miño y su entorno como la palma de su mano, y por ende, los peligros y riesgos que entraña el río que cruza el sur de Galicia de este a oeste, y que baña también a la vecina Portugal.

Nos lanzamos al Miño para practicar hidrospeed

Nos lanzamos al Miño para practicar hidrospeed MARTA CLAVERO

"Ese día trabajamos por la mañana y por la tarde, y a eso de las ocho nos avisó la Guardia Civil de lo que había ocurrido, para que fuésemos a echar una mano". Conchi se refiere a este sábado pasado, cuando ocurrió la tragedia. Luis Carlos R. C., un vigués de 42 años perdía la vida en el río Miño, cuando se lanzó al agua para intentar salvar a su hijo, de 10 años. El lamentable accidente se produjo por la tarde cuando, mientras paseaban a unos cien metros de la playa fluvial, al primogénito se le cayó una chancla al agua y se introdujo en el río para intentar recuperarla. Fue arrastrado por la corriente. Su padre se metió para rescatarlo y aunque consiguieron abrazarse, se separaron.

Esta fue la zona donde el niño cayó al río. FDV

"La zona donde ocurrió todo, la conocemos bien. Es más o menos a mitad de camino de la ruta que seguimos cuando hacemos rafting", comenta Conchi. "Nos acercamos unos diez compañeros para intentar encontrarlos. Dos de ellos bajaron el río en kayak, mientras yo lo remontaba".

Sería finalmente la Guardia Civil la que encontró al progenitor con señales de ahogamiento tras 50 minutos en el agua, pero no fue posible reanimarlo.

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Búsqueda por agua y aire del joven arrastrado por el río en Arbo Anxo Gutiérrez

"Al día siguiente, ya con el río sin tanto caudal, tenía unos 25 m3/s. de agua, nos unimos de nuevo a la búsqueda, esta vez también con hidrospeed. Rastreamos toda la cuenca del río, e incluso la zona donde finalmente apareció el cuerpo del niño, pero fueron los buzos, que sumergidos a unos tres metros y con iluminación, lograron encontrarlo", aclara.

Conchi sitúa la zona donde las víctimas cayeron al río, a unos cien metros alejada de la Praia Fluvial da Estación que así se denomina esta zona de baño en Arbo.

Indicación hacia la Praia Fluvial da Estación en Arbo. FDV

"La playa fluvial es de césped, y a sus pies hay un círculo amplio de río donde el agua está remansada", explica

En verano, todo el pueblo suele acudir y bañarse, pero son conscientes de que no deben salir de esa zona, ya que unos metros más allá se une a la corriente, sin delimitación de ningún tipo", describe la gerente de Arrepións. "Esta familia, estaba a cierta distancia de la playa, río arriba, donde es muy fácil resbalar en la piedra que perfila el río, lleves el calzado que lleves", añade.

Praia Fluvial da Estación, en Arbo. FDV

Un cartel de vital importancia, tapado por arbustos

Si el Miño es ya de por sí un río peligroso por sus numerosos tramos con corrientes de agua, rápidos y remolinos, ideal para la práctica de estos deportes de aventura que Arrepións ofrece en su catálogo, el aumento de su caudal le convierte casi en una trampa mortal para todo el que caiga en su cauce. Así lo atestigua esta experta, que destaca como clave la actividad del embalse de Freiría "ya que al abrirse la presa, provoca cambios bruscos de agua en el Miño. El sábado estuvo todo el día con unos 200 m3/s. de agua", asegura.

"Cuando el caudal esta muy alto se multiplica el peligro. Se intensifican las corrientes, y si caes, te arrastra a toda velocidad. Incluso a nosotros con chaleco, el río nos sumerge. Ese día, lo más fácil del mundo era ahogarse si caías al agua"

Conchi Elosúa, experta en actividades en aguas bravas

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Pero su apertura se hace sin aviso previo, de ahí que el río crezca "hasta hacer desaparecer incluso la playa". Lo único que advierte de esta situación es una señalización que hay en las inmediaciones: "¡ATENCIÓN! (escrito en rojo). SALTO HIDRÁULICO, VARIACIONES DE CAUDAL Y COTA", un cartel tipo que se encuentra en las orillas de otros ríos, con la diferencia de que, el de Arbo es imposible de leer, ya que las ramas de los arbustos del entorno lo cubren casi en toda su totalidad.

Las ramas y las hojas de un arbusto cubren el cartel de advertencia de las continuas variaciones del caudal, foto de este mismo lunes. FDV

"El sábado el caudal estaba muy alto, y es cuando se multiplica el peligro. Se intensifican las corrientes, y si caes, te arrastra a toda velocidad. Incluso a nosotros con chaleco puesto, el río nos sumerge. Ese día, lo más fácil del mundo era que si alguien caía al agua, se ahogase, incluso un nadador profesional acabaría hundiéndose", sentencia.

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