La confirmación por parte de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) de la apertura de los archivos de las 21 diócesis del país era una de las pocas incógnitas que faltaban por despejar en el proceso de investigación de los abusos a menores en la Iglesia lusa. Una decisión en la que siempre habían confiado los miembros de la comisión independiente, liderada por el psiquiatra Pedro Strecht, y a la que ya habían apuntado hace apenas unas semanas, en la última comparecencia pública del equipo.

El presidente de la CEP, José Ornelas, se encargó de aclarar las observaciones de los miembros de la comisión tras reunirse con ellos esta semana, durante la asamblea plenaria que los obispos han tenido en Fátima y que ha terminado con una nueva muestra de buena voluntad.

Ornelas recordó también que los obispos que aún no han hablado con la comisión todavía están dentro del plazo para hacerlo y trató de quitar hierro al hecho de que todavía no hayan programado una reunión, algo que se da por hecho que harán en los próximos días. Los obispos han aprovechado el encuentro para pedir perdón a las víctimas una vez más.

La comisión independiente divulgó este mes que había validado 290 casos cometidos desde 1950 hasta la actualidad y era “altamente probable que haya muchos más”. Los abusos denunciados van desde mensajes de temática sexual hasta tocamientos y violaciones, con más víctimas hombres que mujeres, de todos los niveles de instrucción y en todo el país, con afectados de edades de entre 2 y 17 años.