Galicia vive sus últimas horas de inestabilidad, al menos durante unas cuantas jornadas. No nos referimos, en este caso, al relevo en la presidencia de la Xunta, sino a la meteorología. Este miércoles los chubascos, algunos de carácter tormentoso, irán desapareciendo conforme se acerque la noche y darán paso a cielos despejados y una fuerte subida de las temperaturas. Alberto Núñez Feijóo hizo esta mañana su última intervención en el Parlamento gallego como presidente autonómico entre chaparrones; cuando al final de esta semana deje definitivamente San Caetano el mercurio se acercará a los 30 grados.
De momento, este miércoles el tiempo cambiante sigue siendo el protagonista. Como el martes, se están alternando los ratos de sol con los chubascos por toda la comunidad. Como ya sucedió ayer, en varios puntos —como en la ciudad de Ourense y en comarcas como la de O Ribeiro— las precipitaciones están siendo en forma de granizo, aunque las cantidades más abultadas las anota la localidad coruñesa de Lousame, con casi 43 litros por metro cuadrado hasta las 17:00. En el área de Vigo, es O Porriño donde se están registrando las lluvias más cuantiosas, con más de 11 litros por metro cuadrado.
Según la previsión de MeteoGalicia, mañana será un día de transición en el que Galicia irá ganando influencia de las altas presiones. Se espera así una jornada de cielos alternando nubes y claros en general, con nubes más compactas al norte y nubes de evolución por la tarde en las montañas orientales, donde se puede registrar algún chubasco ocasional. Las temperaturas mínimas continuarán sin cambios mientras que las máximas experimentarán ascensos, sobre todo en la mitad sur. Vigo, Pontevedra y Ourense ya alcanzarán los 24 grados. El viento soplará flojo de componente norte, algo más intenso por la tarde.
El viernes la comunidad quedará definitivamente bajo influencia anticiclónica. Con esta situación, se espera tiempo seco y soleado en general. Las temperaturas experimentarán un ascenso, más acusado en los valores máximos: en Ourense se tocarán los 29 grados, los 27º en Pontevedra y los 26º en Vigo. En el norte los valores serán algo más bajos. Los vientos soplarán del nordeste, moderados en la costa, más flojos en el interior. El sábado, último día de abril, en la capital ourensana se pueden alcanzar los 30 grados, aunque en el resto de ciudades se prevén ligeras bajadas en las máximas. Será a partir del lunes cuando los mercurios vayan cayendo hasta valores más propios de la época, aunque se mantendrán los cielos despejados.
