El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, reconoció ayer “cierta tranquilidad” ante las cifras de ocupación hospitalaria por el COVID-19 y, sobre todo, por los datos en las UCI, tras el fin de la obligatoriedad de la mascarilla. No obstante, señaló que seguirán “monitorizando los casos”, y apeló al “sentidiño”. Añadió que en los lugares en los que se mantiene la obligatoriedad, como en los hospitales o el transporte público, el cumplimiento es “exquisito”.

Asimismo, en el ámbito educativo, donde es recomendable el uso de mascarilla, señaló que “se está usando”. En este sentido, indicó que en Galicia, la situación epidemiológica continúa con “una de las incidencias acumuladas, tanto a 14 como a 7 días, más altas de España junto a Asturias o Navarra [1.123, según el último informe de Sanidad, más del doble que la media española, situada en 555]”. Por eso, el conselleiro defendió que la Xunta haya estimado oportuno recomendar “de manera explícita” las mascarillas en interiores, aunque, “lógicamente”, con carácter voluntario.

El boletín emitido ayer por Sanidade refleja una bajada de los nuevos positivos diarios, aunque todavía superan el millar (1.615). Hay también un descenso de la cifra total de hospitalizados, con 622 ingresados (17 menos), aunque la reducción se da solo en planta, ya que en uci se registran cinco pacientes más, 21 en total. Hay también 369 casos activos más, suman 15.278.

Sanidade reportó ayer otros 4 decesos a sumar a la cifra total de fallecidos con el virus, que son ya 3.320.