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ángel sesar | Coordinador de la Unidad de Movimiento del CHUS

“Antes la esperanza de vida con párkinson era de 7 años; hoy tenemos pacientes desde hace 30”

“La levodopa para el párkinson es uno de los mayores hitos de la neurología”, afirma el doctor Sesar

Ángel Sesar.

El párkinson afecta a alrededor de 160.000 personas en España, unas 7.000 en Galicia, cuya esperanza de vida se ha triplicado en los últimos dos o tres decenios. “Antes era de siete años desde el diagnóstico; hoy tenemos pacientes desde hace más de 30 años”, afirma el neurólogo Ángel Sesar, coordinador de la Unidad de Movimiento del CHUS, unidad de referencia de la enfermedad de Parkinson.

–¿Cuánto se ha avanzado en el tratamiento del párkinson?

–Con esta enfermedad muchas veces vemos lo que nos falta, pero no todo lo que hemos avanzado y soy una persona inconformista porque consulto muchos pacientes y conozco sus necesidades. Esta es una enfermedad degenerativa, pero dentro de estas es una anomalía, porque es la única que tiene tratamiento efectivo para sus síntomas. La aplicación de la levodopa en el párkinson ha sido uno de los mayores hitos en la neurología porque antes de esta, la esperanza media de vida de los pacientes desde el momento del diagnóstico era de 7 años; hoy yo tengo pacientes que llevan más de 30 años con la enfermedad, y más de 50 años después no hay ningún tratamiento que la haya superado. Todos los que tenemos se basan en la levodopa o en el circuito neuronal donde interviene. El siguiente punto de inflexión ha sido el de la fase avanzada. Llega un momento en que el tratamiento oral basado en la levodopa no proporciona un control adecuado de la enfermedad. En esta etapa, no hace tantos años no teníamos nada que hacer, pero desde hace algo más dos décadas tenemos la cirugía de estimulación subtalámica y los tratamientos de infusión.

–¿En qué consiste?

–Sabemos que en el párkinson una zona del cerebro llamada núcleo subtalámico está funcionando excesivamente. Entonces tenemos que disminuir su actividad. ¿Cómo? Lesionándolo. Y si no lo queremos lesionar, colocando unos electrodos, que es en lo que se basa la cirugía. Los electrodos se conectan por debajo de la piel a una batería colocada debajo de la clavícula y si una neurona o grupo de neuronas reciben corriente eléctrica de forma continuada dejan de funcionar. La cirugía le ha mejorado muchísimo la vida a muchos pacientes, al igual que los tratamientos llamados de infusión, que son fármacos que se administran de forma continuada, bien por vía subcutánea o bien haciendo una gastrostomía que va directamente al tubo digestivo.

–¿Hacia dónde se dirige la investigación de nuevos fármacos?

–Se están buscando nuevos tratamientos que mejoren la vía dopaminérgica, pero aún no hay ningún tratamiento que la frene ni que vaya a la causa, entre otras cosas, porque no la conocemos. Sí sabemos que en las neuronas se acumula una proteína que se llama alfa-sinucleína, que se cree que es la causa principal de la degeneración neuronal.

–El CHUS es el único de España que cuenta con un equipo de ultrasonidos de alta frecuencia (HIFU), con el que se han tratado dos pacientes de párkinson. ¿Es el siguiente paso en el tratamiento de esta enfermedad?

–De momento no está indicado para párkinson, a excepción de aquellos pacientes que tienen mucho temblor y este no le va bien con ningún tratamiento. Está técnica se emplea en pacientes con temblor esencial, una enfermedad diferente del párkinson, en los que conseguimos eliminar o reducir el temblor lesionando una zona del cerebro que se llama el núcleo ventral intermedio del tálamo. El mayor problema del párkinson generalmente no es el temblor, sino la rigidez y la torpeza, para lo que deberíamos lesionar el núcleo subtalámico, con lo que también se eliminaría el temblor. ¿Qué ocurre? Que aún no hay suficientes evidencias sobre la seguridad y efectividad. Hay algunos grupos que lo han hecho de forma unilateral, pero para mejorar la triada del párkinson (rigidez, torpeza y temblores) en ambos lados, habría que lesionar los núcleos subtalámicos de forma bilateral. Las perspectivas no son malas, pero queda mucho trabajo.

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