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Crisis energética

Los alumnos de la Universidad de Baleares se congelan: "La semana que viene me traigo el edredón"

El ministro de Universidades aclara que apoya la medida pero también nota la falta de calefacción: "Hombre, calor no hacía"

Los alumnos se paseaban ayer con chaquetas y bufandas en el campus de la UIB.

Cinco de la tarde. Once grados en el interior de los edificios de la UIB. Los pasillos y las cafeterías, llenos de alumnos que se pasean con abrigos y bufandas. En las aulas, alguno que otro da clase envuelto en una manta. El frío es el tema del día en el campus. Lo hablan los docentes, los estudiantes e incluso el personal de administración, que atiende detrás del mostrador con anorak.

También se habla en las redes sociales. "El frío que hace en la UIB no es normal, la semana que viene me traigo el edredón», tuitea una estudiante. "Para pasar frío y pagar una matrícula universitaria, me voy de Erasmus a Noruega", dice otro.

El microclima dentro de las facultades hiela desde salas de actos hasta comedores. Por las ventanas, que están abiertas por el protocolo covid, entra el mal tiempo que azota Mallorca estos últimos días.

Pese a todo, la UIB ya lo dejó claro hace casi un mes: la calefacción del campus permanecerá apagada, y tampoco será posible utilizar calefactores individuales. Sin excepciones. La medida, que en un principio pareció no importar en exceso a los estudiantes, se tomó desde el rectorado a causa del incremento de la factura eléctrica, y fue recibida con resignación e incluso comprensión por parte del alumnado y los docentes.

Pero el frío, con temperaturas casi invernales para el clima de Mallorca, ahora sí ha empezado a ser un problema. "Y espérate al verano, con el calor que va a hacer y sin aire acondicionado", comenta un estudiante a otro en el pasillo.

Lo notó hasta el ministro de Universidades, Joan Subirats, que visitó ayer el campus por su intervención en las XVIII Jornadas de Universidad y Educación Inclusiva.

En declaraciones a los medios, preguntado por la baja temperatura en el campus, respondió entre risas: "Hombre, calor no hacía". Sin embargo, y pese a haberse percatado de la falta de calefacción, el gobernante trató de quitar hierro al asunto. "Seguro que ahora que viene la primavera las cosas mejoran", auguró.

El rector de la UIB, Jaume Carot, con el ministro de Universidades, Joan Subirats, ayer en el Congreso Internacional de Educación Inclusiva. IRENE R. AGUADO

Subirats confesó que aunque le faltan "detalles sobre esta cuestión", el rector del campus le expuso que "la situación le obligó a tomar esta medida", y se mostró comprensivo con las circunstancias. "Pero seguro que mañana mejora el tiempo", señaló el representante con una sonrisa.

De nuevo en el plano de las redes sociales, las palabras de Subirats no cayeron bien. Mientras que algún alumno le invitó a esperar la llegada de la primavera pasando frío en el campus, otro manifestó: "En su despacho y en el coche oficial seguro que no apagan la climatización".

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