Entrevista | Sagrario Abelleira Investigadora sobre la biografía de Rosalía de Castro

“La madre de Rosalía de Castro fue clave en la educación y valores de su hija”

“Eran unas luchadora en una sociedad con una mentalidad muy diferente a la actual”

Sagrario Abelleira, filóloga e investigadora.

Sagrario Abelleira, filóloga e investigadora. / S. A.

La escritura notarial original (escritura matriz) en la que Teresa de Castro, madre de Rosalía, reconoce a su hija, aporta información interesante sobre la vida de la escritora gallega más universal. El documento tiene fecha de 1843, seis años después del nacimiento de la niña. Sagrario Abelleira, investigadora gallega, ha conseguido este documento: la base para cambiar la fecha de conmemoración del Día de Rosalía al acreditar dicha escritura que nació un 23 de febrero (de 1837), y no un 24.

–Además de la fecha de nacimiento, ¿es muy importante este documento para aclarar la relación que se presuponía que había entre madre e hija?

–Sí, los investigadores rosalianos están entusiasmados, tal y como me han comentado varios. Creo que eran injustos los juicios de valor que menoscababan a la madre de Rosalía y de alguna manera también a ella. A mí me parece que normalizar la biografía de Rosalía, incorporando a su madre y reivindicando su magnífica e innegable contribución en la educación cultural, sentimental, y en valores de Rosalía es una tarea que tenemos todos a partir de esta documentación. Que Teresa de Castro cobre protagonismo en las biografías, recuperando esa relación madre-hija que contribuye a explicar la personalidad de Rosalía. Eliminar ese velo negativo y oscuro de algunas biografías, porque a pesar de la precariedad económica que madre e hija padecieron, las dos son mujeres avanzadas a su tiempo, en situación vulnerable, eran muy luchadoras. Luchaban de forma constante por su independencia en una sociedad con una mentalidad muy diferente a la actual...

–¿Por qué llegó esa versión hasta nuestros días?

–La memoria oral de la zona de Ortoño aportó algunos datos sin contraste documental, que con el tiempo podremos ir explicando mejor. Los biógrafos pusieron énfasis en estas cuestiones. Ahora consideramos que los avatares vitales de las personas no las menoscaban, lo que antes se criticaba ahora se vive con normalidad y naturalidad, como el hecho de ser madre soltera. Yo sigo cuestionando la paternidad del sacerdote Viojo: cuando encuentre alguna prueba evidente cambiaré de opinión. Las biógrafas pueden acercarnos con mayor profundidad en estas circunstancias vitales de Rosalía porque siendo mujer puedes detectar mejor cuando las consideraciones son poco pertinentes porque se apoyan en prejuicios y no se sustentan en datos verificables. Las aportaciones desde esa perspectiva por parte de biógrafas como Marina Mayoral, Kathleen March, Rábade Villar, Pilar García Negro y María Jesús Lama, por citar solo algunas, son magníficas.

–¿Por qué cree que tardó esos años Teresa de Castro en reconocer a su hija?

–Todavía no tengo una respuesta, de lo que sí estoy convencida es de que el contexto es muy relevante en este caso, las relaciones de la familia Castro con las redes de poder en la zona de Iria Flavia y en Compostela. Sigo investigando y estoy barajando varias posibles explicaciones, pero todavía son hipótesis.

–¿Tiene especial valor que lo haya hecho, teniendo en cuenta su condición de madre soltera en aquella época?

–El reconocimiento y la filiación le otorga derechos a Rosalía como hija a todos los efectos legales, por ejemplo para heredar en caso de fallecimiento de su madre e incluso para llevar sus apellidos. Ahora, gracias a esta escritura notarial de 1843, podemos conocer el segundo apellido de Rosalía, el materno y por tanto su nombre legal completo que es Rosalía de Castro y Abadía.

–Con todo lo que se ha avanzado en la investigación, las referencias bibliográficas, los poemas de Rosalía, ¿cree que ya se puede hablar de una óptima relación entre ellas y de que la madre fue crucial en la educación de la pequeña?

–Efectivamente, la madre fue crucial porque como sabemos los primeros años de educación son determinantes para despertar inquietudes, curiosidad, sensibilidad artística... Y ese ambiente cultural en el que se educó Rosalía, procurado por su madre, la convirtió en una persona interesada en la literatura, en la música, sabemos que tocaba varios instrumentos; en el teatro, pues era actriz, aficionada, como Murguía; a las artes. Rosalía era culta, sensible, con valores, en suma. Rosalía pudo desarrollar sus capacidades intelectuales en ese ambiente propicio creado por su madre, lo cual en esa época era infrecuente para las mujeres. Esa es la Rosalía con un talento musical y literario innatos, que siendo una gran lectora consigue escribir literatura de primer nivel, en castellano y en gallego.

“En los últimos años la viguesa Victoria Álvarez Ruiz de Ojeda me sirvió de guía para realizar esta investigación”

–¿Que ha sido lo más difícil en los tres años de investigación?

–En cualquier investigación lo más destacable siempre es el desarrollo de la paciencia y en este caso también fue imprescindible el orden, debido a la cantidad de bibliografía existente. Una vez descubierta la documentación en febrero de 2021 en Madrid, tuve especial cuidado en la coordinación interinstitucional debido a la importancia de las tres instituciones implicadas: Arzobispado de Madrid, Xunta de Galicia y Fundación Rosalía de Castro. Fue fundamental en todo este proceso Valentín García, secretario xeral de Política Lingüística de la Xunta. También agradezco la confianza de los directores del Archivo Diocesano de Madrid que facilitaron la documentación para que fuera presentada en Galicia.

–¿Qué hallazgos previos destacaría?

–Fermín Bouza Brey ha sido fundamental. Era muy riguroso, un erudito. Las contribuciones de biógrafos son muchas, no me gustaría olvidarme de ninguno: Caamaño, Naya, Victoriano García Martí, Carballo Calero, Aurora López, Andrés Pociña, Francisco Rodríguez, García Negro, Mayoral, Lama, Vilas... Por ejemplo, respecto a los datos concretos de bautismo en 1837 y boda en 1858 hay dos biógrafos destacados. La transcripción de la partida de bautismo fue publicada literalmente por vez primera en 1930 por el filólogo argentino Augusto Cortina Aravena. En 1944 Victoriano García Martí dio a conocer la literalidad del registro de boda de Rosalía y Murguía. En los últimos años destaca la viguesa Victoria Álvarez Ruiz de Ojeda, desaparecida hace pocos años. Ella resultó esencial y me sirvió de referencia y guía para tirar del hilo en busca de esta documentación.

“Siempre he admirado su inteligencia”

–¿Cuándo empieza su investigación sobre Rosalía?

–Hace tres años, investigaba sobre la biografía de Rosalía en paralelo a otras investigaciones. Me resultó apasionante la época y también comprobar cómo algunos datos biográficos iban repitiéndose sin cuestionarse o sin acudir a la fuente primaria para corroborarlos.

–¿De dónde viene su interés por ella?

–Soy licenciada en Filología por la Universidad de Santiago, desde siempre he reconocido y admirado el talento de Rosalía, su inteligencia, su trabajo de dignificación de la lengua gallega, su compromiso social, su defensa de la mujer... Las mujeres pioneras y precursoras son fascinantes siempre. La publicación en 1863 de “Cantares Gallegos” supone la recuperación del gallego como lengua literaria, es excepcional que en esta refundación el motor sea una mujer. Debe recordarse siempre. Creo que supone un orgullo para Galicia que una mujer, Rosalía, nos represente como máximo exponente de nuestra cultura. El afecto por Rosalía es viral.

–¿Cómo llega a estos documentos originales ‘matrices’?

–Después de ir poco a poco verificando datos en archivos, fue en febrero de 2021 cuando localicé el expediente matrimonial inédito del Archivo Diocesano de Madrid con el equipo de profesionales del archivo. Este expediente madrileño de 1858 contiene 12 documentos inéditos: 43 folios. Siempre que se produce un descubrimiento la alegría compensa todo el trabajo previo. Una vez que tuve acceso a las copias certificadas de Madrid que contienen el nombre del notario y la fecha de la escritura, pude recuperar los originales depositados en el archivo universitario de Santiago. Estos dos documentos matrices originales de 1843 y 1858 depositados en el Archivo Universitario de Santiago también son inéditos, se corresponden con las dos copias certificadas que localicé en Madrid. Añade valor la firma original de Teresa de Castro (Teresa Castro, firmaba ella).

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