Galicia entra el lunes en una “etapa de transición” en la vigilancia y control del coronavirus SARS-CoV-2. La directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, y la médico preventivista Olaia Pérez, del servicio de Epidemioloxía de dicho departamento, explicaron ayer las claves de esta nueva estrategia, en la que se dejarán de realizar pruebas diagnósticas de COVID-19 de forma generalizada. Estas son algunas situaciones que pueden presentarse y lo que indican la Consellería de Sanidade y el ministerio, aunque hay aspectos todavía por aclarar.
Conviene hacer un test de autodiagnóstico (antígeno), que se vende en la farmacia, sin receta, por un máximo de 2,94 euros. Si no se pertenece a un grupo de población vulnerable ni a ámbitos vulnerables no hay que contactar con el centro de salud, aunque salga positivo.

Según el Sergas, son grupos vulnerables las personas de 60 años o más, las embarazadas y las personas con condiciones de alto riesgo. Estos últimos son los que tienen el sistema inmunitario deprimido, como los pacientes trasplantados o los de cáncer que reciben tratamientos que merman sus defensas. Todas estas personas deben contactar con el Sergas para que se les haga una prueba diagnóstica y recibir seguimiento.
Centros sanitarios asistenciales (hospitales, centros de salud...), centros sociosanitarios (residencias de mayores, centros de día y discapacidad) y centros penitenciarios.
Los “casos sospechosos”, que son las personas con síntomas compatibles o con positivo en un test de autodiagnóstico, deben seguir estas recomendaciones de Sanidade: extremar las precauciones hasta pasados 10 días del inicio de síntomas o del diagnóstico, permanecer en casa hasta que mejoren los síntomas, usar mascarilla y mantener la distancia de seguridad y evitar el contacto con personas y ámbitos vulnerables. También deben reducir las interacciones sociales, lavarse las manos con frecuencia e informar a sus contactos estrechos.
Según el Ministerio de Sanidad, se consideran síntomas respiratorios agudos leves el inicio súbito en los últimos 10 días de cualquiera de los siguientes síntomas: tos, disnea (dificultad para respirar), dolor de garganta o rinorrea (mocos), con o sin fiebre. El médico de atención primaria puede decidir ordenar PCR.
El Ministerio de Sanidad alude a “criterios de gravedad o mala evolución”, como son la dificultad para respirar y/o fiebre por encima de 38ºC mantenida durante más de tres días. En ese caso el paciente deberá contactar con su médico o con el sistema sanitario.
Solo si eres “caso sospechoso”, es decir, si tienes síntomas o has dado positivo en test de autodiagnóstico.
Sí, sigue considerándose una enfermedad de declaración obligatoria. Sin embargo, si nos hacemos un test de autodiagnóstico no tenemos que comunicarlo a los servicios sanitarios, ya que los positivos de los autotest ya no se considerarán diagnósticos. En plena explosión de contagios se decidió que era una herramienta muy adecuada, pero no está validado como prueba diagnóstica, según puntualiza Sanidade.
A los casos sospechosos relacionados con ámbitos vulnerables y los trabajadores que prestan apoyo a vulnerables. También casos sospechosos que estuvieron en una región donde circule una variante de preocupación que no esté presente en Galicia.
Está por determinar. La Xunta señala que el impacto del virus se evalúa “mediante el análisis de casos graves y fallecidos”. Sin embargo, faltaría un indicador adelantado de riesgo de contagio, lo que era hasta ahora la incidencia acumulada. Las pruebas a vulnerables pueden servir como “termómetro” para tomar decisiones, asegura Sanidade, que trabaja en informes que puedan comunicarse a la población “de forma entendible, por colores”.