La decisión de eliminar a partir del próximo lunes el aislamiento de casos COVID asintomáticos y leves, no contó con el respaldo de Galicia, según explicó ayer a los medios de comunicación el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. “Se aprobó con una urgencia que no compartíamos”, aseguró, en relación a la reunión extraordinaria, el pasado martes, de la Comisión de Salud Pública, que engloba al Ministerio de Sanidad y a los responsables sanitarios de las comunidades autónomas.

“Por presión de una comunidad autónoma se decidió que entrase en vigor el lunes –abundó Comesaña–. Nosotros queríamos algo más de tiempo para explicarlo mejor a la población y a los profesionales y adaptar lo que llevamos haciendo dos años a esta nueva situación”, agregó.

Aunque Comesaña no especificó de qué comunidad se trataba, la que más ha pugnado por acortar tiempos de aislamiento y eliminar la obligación de llevar mascarilla ha sido la de Madrid. El conselleiro reconoció que Galicia apostó desde hace tiempo por “normalizar la gestión de la pandemia” en cuanto a la gestión de contactos y positivos. “Pedimos bajar de 10 a 7 días y después de 7 a 5. Se nos dijo que íbamos muy deprisa, que otros países eran más restrictivos”, indicó en un encuentro telemático con periodistas.

Julio García Comesaña. / C. PAZ

En la reunión presencial entre las comunidades y la ministra Darias en Zaragoza, esta cuestión no se abordó. “Curiosamente al llegar allí de esto no se habló prácticamente nada; lo que sí se acordó allí fue discutir esto en la Comisión de Salud Pública, y la semana pasada hubo una reunión donde esto quedó pospuesto hasta el pasado martes, cuando se celebró una reunión extraordinaria de Salud Pública en la se aprobó con una urgencia que no compartíamos”, detalló el conselleiro.

García Comesaña argumentó que no se deben eliminar varias medidas a la vez: “Hay que dar los pasos uno a uno para ver los resultados de estas medidas. Si le quitas a un paciente tres medicamentos a la vez y pasa algo no sabes lo que ha ido mal”, ilustró.

Según Comesaña, Galicia pidió al menos 15 días tras abandonar la cuarentena de contactos, después eliminar el aislamiento de positivos, y pasados otros 15 días o más tiempo, estudiar la retirada de las mascarillas en interiores. “Lo de las mascarillas es un tema problemático, ayer mismo [por el miércoles] dijimos que aún no era el momento. Esta mañana [por ayer] escuché que solo falta el OK de Fernando Simón para quitarlas, y no es así, o no debe ser así”, zanjó.

Por su parte, la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, explicó que Sanidade trabaja en un sistema que reemplace a la incidencia acumulada (IA) como indicador de riesgo de contagio. La IA según dijo Comesaña, ha dejado de ser representativa, no porque no sea útil en sí misma, sino porque varias comunidades han dejado de registrar todos los casos, algo que sí ha hecho Galicia, que presenta una de las IA a 7 y 14 días más elevadas.

Carmen Durán. / XOÁN ÁLVAREZ

Según Durán, se utilizarán los resultados de los análisis de aguas residuales y se mantendrán distintos sistemas de vigilancia epidemiológica, más centrados en la población vulnerable. “Vamos a seguir haciendo pruebas a vulnerables, nos va a servir de termómetro para tomar decisiones. Lo complementaremos con la secuenciación y estamos poniendo en marcha las redes centinela. Son estudios que se hacen en determinados puntos, entre un 5% o 10% de la población, para saber en todo momento lo que está aconteciendo. Se realizarán informes epidemiológicos y siguiendo nuestra transparencia se pondrán a disposición de la población de forma entendible, por colores. Es algo que estamos viendo”, avanzó la directora xeral de Saúde Pública.