El Ministerio de Sanidad y las comunidades seguirán discutiendo la nueva estrategia de control del COVID-19, que se centrará en casos graves y vulnerables, eliminando los aislamientos de los asintomáticos y las pruebas con carácter general.

La Comisión de Salud Pública, que se reunió el jueves para abordar esta cuestión, ha dejado el documento, cuya aprobación estaba prevista para este viernes, abierto para recibir en los próximos días las aportaciones que quieran ir haciendo las comunidades.

La nueva estrategia COVID, que abrirá un nuevo escenario en la gestión de la pandemia para seguir solo los casos graves y los entornos vulnerables y que aún tiene que terminar de cerrar, elimina los aislamientos a los asintomáticos; en residencias de mayores y los pacientes hospitalizados se prolongarán aún durante cinco días.

También suprime las pruebas con carácter general para dejarlas a criterio del profesional, explicaron a Efe otras fuentes presentes en la reunión. Así lo avanzó el consejero extremeño, José María Vergeles, cuando detalló que la nueva estrategia COVID determina que “no hace falta” hacer pruebas a todo el mundo, sino realizar “una estimación de la incidencia en la población general”.

En el nuevo periodo se vigilará especialmente la enfermedad grave a las personas vulnerables y las que trabajan en entornos como residencias sociosanitarias, hospitales y ayuda a domicilio, entre otros.

“Desaparecen las cuarentenas en la población general”, que no tendrán baja laboral salvo que, como ocurre en otras infecciones respiratorias, “tengan unos síntomas de enfermedad”, como fiebre, malestar general o dificultad para respirar que “le impiden estar unos días trabajando”, explicó.

En estos casos “se le dará la baja por ese motivo, pero no por COVID”, la cual se indicará para “aquellos profesionales que trabajen en entornos vulnerables”. Lo que “sí se aconseja” es que “las interacciones sociales sean lo más protegidas posible”.